Victoria del derecho a decir muchas cosas
Catalu?a ha votado la primera ca¨ªda de los partidos de la Transici¨®n, un sistema que hace aguas
Aleda?os del Hotel Majestic. Falta poco para las 20:00. Hay menos gente de la que tocar¨ªa para un d¨ªa hist¨®rico -los d¨ªas hist¨®ricos requieren de mucha figuraci¨®n-. Composici¨®n. Se?ores y se?oras mayores, con varias generaciones comiendo filete a sus espaldas. Pocos j¨®venes. Algunos de ellos con las cuatro banderas indepes que se ven en la acera. Nada, para lo que viene siendo la tendencia desde septiembre. Llega el matrimonio Mas. Gritos de President. La se?ora Mas, en lo que es otra rareza, sonr¨ªe. Usualmente, en los momentos ¨¦picos, gasta cara de cobrador de morosos. De lo que se deduce que este no es un momento ¨¦pico. Por la pantalla gigante, TV3, que borda los sondeos, da sus previsiones. La parroquia los observa at¨®nita. A los breves minutos, empieza a disolverse. En este grupo humano no hab¨ªa cuadros, ni medio pelo. Lo que invita a suponer que el happy few de CiU estaba en el caso. De hecho, en los sondeos internos, CiU hab¨ªa perdido, en las ¨²ltimas dos semanas, tres parlamentaris por semana, me aseguran. El grupo que estaba plet¨®rico y ahora no, son militantes y simpatizantes chachis, que hab¨ªa hab¨ªan venido a hacer historia, y que, de hecho, la han hecho. Han visto como, posiblemente, el sistema espa?ol hace aguas. Empezado, snif, por CiU.
Esta ma?ana, ese tipo de votantes, estaba que se sal¨ªa. En un colegio del TIbidabo, en el que votar supon¨ªa, en alg¨²n momento, 30 minutos de espera, los votantes de CiU -ancianas, matrimonios mayores, ni?os vestidos de la privada hasta en domingo-, acud¨ªan en masa exhibiendo la papeleta. Realizaban gui?os entre ellos, y se comportaban en p¨²blico con la normalidad de saberse la normalidad. Una anciana, a mi lado, embrocaba a su nieto -un votante de CUP y un hombre, por lo dem¨¢s, repleto de paciencia- por, sic, "tirar el voto", al "no votar lo normal". Lo "normal" es algo muy importante por aqu¨ª abajo, donde la normalidad viene dibujada por los gobiernos desde hace 35 a?os y donde, usualmente, los medios de comunicaci¨®n no desautorizan a los gobiernos cuando dibujan los l¨ªmites de la normalidad. A lo largo del d¨ªa, no obstante, hubo se?ales de cosas poco normales. Sobre las 13:00, la participaci¨®n hab¨ªa subido un 5% respecto a 2010.
A las 18.00, hab¨ªa aumentado un 8%. Un indicio de que el l¨ªmite de lo normal se estaba ensanchando de manera imprevista y hacia lo no previsto. CiU, un partido redactor de la Constituci¨®n, comprometido con el sistema y lo que ha dado de s¨ª el sistema ¨¦ticamente, pionero del desmantelamiento del bienestar y de las restricciones de derechos y libertades, pionero tambi¨¦n en la represi¨®n llamativa de sus ciudadanos, propon¨ªa que lo normal era liderar un proceso que no quer¨ªa ni le pertenec¨ªa, y votar la posibilidad de elegir el Estado donde vives. Consigui¨® que ese fuera el eje de la campa?a. Dispuso de un sistema medi¨¢tico que hablo de ello en diarios, en tertulias. Que dibuj¨® lo normal. Que lo normal, en un intento de supervivencia para CiU, era coquetear con explotar la Transici¨®n. Al parecer, por la subida de ERC, ICV y CUP, una parte llamativa de la sociedad cree que eso es lo normal, s¨ª. Pero tambi¨¦n votar a¨²n m¨¢s cosas, aumentar la democracia. El aumento de la nueva derecha -C's tampoco cree en la cultura consensuada-, puede confirmar m¨¢s la idea de que Catalu?a ha sido la primera derrota global de los partidos de la Transici¨®n, un sistema que hace aguas.
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