La Audiencia pone en la picota al juez Andreu al imponer la salida de Gao Ping
La secci¨®n tercera desbarata la Operaci¨®n Emperador y deja al instructor a merced de los capos Cinco imputados preparan ya una querella por detenci¨®n ilegal para presentarla en el Supremo
La liberaci¨®n de los 20 cabecillas de la mafia china forzada en los ¨²ltimos d¨ªas por la secci¨®n tercera de la Audiencia Nacional no solo desbarata la Operaci¨®n Emperador, el mayor dispositivo contra el blanqueo de capitales puesto en marcha en los ¨²ltimos a?os. La decisi¨®n del tribunal, muy discutida entre jueces y fiscales, ha declarado ilegales cuatro de las detenciones de los l¨ªderes de la trama, obligando al juez a dejar en libertad a los 20 imputados que conformaban la c¨²pula de la organizaci¨®n. Pero, adem¨¢s, ha dejado a su instructor, Fernando Andreu, que investig¨® el caso durante a?os antes de ordenar los arrestos, a merced de los capos. Cinco de ellos preparan ya una querella contra ¨¦l, que se presentar¨¢ en el Tribunal Supremo. Otra vez son los presuntos malhechores los que act¨²an contra el juez.
La situaci¨®n tiene cierto paralelismo con la de Baltasar Garz¨®n, en la que varios imputados del caso G¨¹rtel, la mayor trama de corrupci¨®n ligada al PP, lograron inhabilitar al juez al considerar ilegales las grabaciones de las conversaciones entre los letrados y sus clientes en prisi¨®n que orden¨® y que, seg¨²n el Supremo, vulneraron su derecho de defensa. En ambos casos es el instructor el que queda en el disparadero. En la Operaci¨®n Emperador, la amenaza contra Andreu es una querella por detenci¨®n ilegal. Pero detr¨¢s se encuentra una cuesti¨®n muy discutida entre jueces y fiscales: ?Cu¨¢nto tiempo puede pasar una persona detenida antes de que el juez la env¨ªe a prisi¨®n?
La interpretaci¨®n de la detenci¨®n, regulada por la Ley de Enjuiciamiento Criminal, aprobada en 1882, no es un¨¢nime en los tribunales espa?oles. En la mayoritaria, se entend¨ªa que los agentes ten¨ªan un plazo de 72 horas para realizar su atestado, interrogar al detenido y hacer las diligencias necesarias ¡ªregistros, por ejemplo¡ª antes de ponerlo a disposici¨®n del juez. Este, a partir de ese momento, dispondr¨ªa de otras 72 horas para tomarle declaraci¨®n y decidir sobre su prisi¨®n. Es decir, que podr¨ªan transcurrir hasta seis d¨ªas antes de que el arrestado fuera encarcelado.
En el caso Emperador, Andreu actu¨® conforme a esa interpretaci¨®n. Los cabecillas ahora liberados por la secci¨®n tercera fueron detenidos por orden del juez hacia las seis de la ma?ana del 16 de octubre. Adem¨¢s de la detenci¨®n, Andreu orden¨® a la polic¨ªa que realizara 120 registros, en los que los imputados tuvieron que estar presentes. Posteriormente, el instructor fue tomando declaraci¨®n a los 108 detenidos y, siguiendo la l¨®gica de su investigaci¨®n, dej¨® para el final a los principales implicados, Gao Ping entre ellos.
Con plena conciencia de que se iban a cumplir las 72 horas de detenci¨®n, cuando se lleg¨® a la hora 64 de ese plazo ¡ªa las 22.00 del 18 de octubre¡ª, el juez dict¨® un nuevo auto en el que pon¨ªa a su disposici¨®n a los 29 imputados que aun no hab¨ªan comparecido ante ¨¦l, aunque los manten¨ªa bajo custodia en comisar¨ªa y ordenaba a los agentes que los llevaran a los calabozos de la Audiencia ¡°seg¨²n exista disponibilidad¡± en estas instalaciones. La resoluci¨®n mandaba a los agentes que abandonaran ¡°cualquier tipo de diligencia¡± con los detenidos y que se pusiera en conocimiento del juzgado ¡°cualquier novedad respecto de los mismos¡±. Acto seguido, los funcionarios del juzgado de Andreu leyeron sus derechos a los imputados y fueron los m¨¦dicos forenses de la Audiencia los que los exploraron. Al ponerlos bajo su autoridad, el juez entend¨ªa que ten¨ªa otras 72 horas para enviarlos a prisi¨®n, como siempre se hab¨ªa hecho. En total fueron 20 los encarcelados despu¨¦s de ese auto: los que comparecieron el 19 y 20 de octubre. Gao, como principal capo, lo hizo en ¨²ltimo lugar.
Varios de ellos presentaron recurso contra el auto por el que se les envi¨® a prisi¨®n. En principio, la secci¨®n tercera, la encargada de estudiarlos, no hizo reproche alguno a la actuaci¨®n del juez. El 20 de noviembre confirm¨® el encarcelamiento de una de las principales colaboradoras de Gao, Kai Xu, que, como aquel, declar¨® pasadas las primeras 72 horas desde su detenci¨®n. Pero dos d¨ªas despu¨¦s, Carlos Aguirre de C¨¢rcer, el abogado del supuesto contable de la trama, Kay Yang, puso sobre la mesa una sentencia del Tribunal Constitucional de 2011 que manten¨ªa que, en los casos en que la detenci¨®n la ordenara el juez, el instructor ten¨ªa un ¨²nico plazo improrrogable de 72 horas para encarcelarlo. El tribunal liber¨® a Kay Yang y a otros tres capos de la mafia china y oblig¨® a Andreu a sacar de la c¨¢rcel a otros 16 m¨¢s aplicando su criterio. Seg¨²n la secci¨®n tercera, todos ellos se vieron ¡°privados ilegalmente de libertad¡±. Y la resoluci¨®n apuntaba como responsable al juez se?alando a los cabecillas el camino a la querella por detenci¨®n ilegal.
Andreu, varios magistrados de la Sala y otros jueces y fiscales consultados niegan la mayor. Aseguran que el caso que examin¨® el Constitucional (una detenci¨®n de la Operaci¨®n Malaya efectuada en 2006) es completamente diferente. En esa ocasi¨®n, el juez orden¨® la detenci¨®n y la puesta a su disposici¨®n del detenido sin que la polic¨ªa tuviera que hacer ninguna otra gesti¨®n. El instructor de la Operaci¨®n Emperador afirma que, una vez efectuados los arrestos, puso a los imputados a disposici¨®n de la polic¨ªa para que esta realizara 120 registros. La prueba de que se encontraban bajo su autoridad es que los agentes liberaron a varios de ellos, algo que hubiera tenido que decretar el juez si ya estuvieran bajo su responsabilidad.
La secci¨®n tercera asegura que lo que debi¨® hacer el juez fue decretar la prisi¨®n de todos los detenidos que quedaban por comparecer sin escucharlos y posponer sus declaraciones para las siguientes 72 horas. Se trata de una objeci¨®n sin efectos pr¨¢cticos en el caso, porque si Andreu hubiera obrado as¨ª, la ¨²nica diferencia ser¨ªa que los imputados habr¨ªan sido conducidos ante ¨¦l desde la c¨¢rcel en lugar de venir de comisar¨ªa. El juez considera que su actitud fue mucho m¨¢s garantista. Primero, porque los oy¨® antes de encarcelarlos, pero tambi¨¦n porque la detenci¨®n es una medida menos grave que la c¨¢rcel.
La secci¨®n tercera, pues, ha dejado al juez en la picota ¨²nicamente por una interpretaci¨®n novedosa de la ley que, seg¨²n varios magistrados, obligar¨¢ a la Audiencia Nacional a replantearse todos los macrodispositivos contra el crimen organizado, con decenas de detenidos y registros, ante las dificultades que plantea. Porque los plazos aceptados mayoritariamente hasta ahora ¡ª72 horas a disposici¨®n policial y 72 a disposici¨®n del juez, independientemente de quien ordenara la detenci¨®n¡ª ya no valen. Y organizar estas operaciones puede poner en peligro nada menos que al juez.
Los argumentos de la secci¨®n tercera y del juez
1. Auto de la secci¨®n que anula la prisi¨®n de Kay Yang.
¡ª¡°Estamos ante una detenci¨®n judicial y no policial (...) La puesta a disposici¨®n judicial del detenido se produjo con la detenci¨®n a las 6 horas del 16 de octubre y es a partir de ese momento cuando comienza el c¨®mputo de las 72 horas de las que dispone el juez que conoce de la causa para acordar la prisi¨®n¡±.
¡ªSeg¨²n el tribunal, solo es prorrogable la vista en la que se decide si el detenido va o no a prisi¨®n, pero no ¡°el auto de prisi¨®n cuando se d¨¦ el supuesto de imposibilidad de celebraci¨®n¡± de aquella vista.
¡ª¡°La omisi¨®n por parte del juzgado dentro de las 72 horas siguientes a la detenci¨®n por ¨¦l ordenada, esto es, antes antes de las 6 horas del 19 de octubre, del pronunciamiento de libertad o de prisi¨®n (...) determin¨® la falta de cobertura legal de la detenci¨®n del hoy apelante, que se vio privado ilegalmente de libertad¡±.
2. Auto de Andreu en el que pone en libertad a Gao Ping.
¡ª¡°El auto de 15 de octubre ordena la detenci¨®n, pero no que los detenidos sean entregados al juzgado de forma inmediata¡±.
¡ª¡°Paralelamente se autoriza a la polic¨ªa 124 registros que se deb¨ªan hacer con la presencia de los detenidos (...) poni¨¦ndolos a disposici¨®n de la polic¨ªa¡±.
¡ªLa polic¨ªa liber¨® a algunos detenidos. ¡°De haber estado a disposici¨®n judicial y no policial esta iniciativa no se hubiera podido tomar¡±.
¡ª¡°El auto de 18 de octubre, por cuanto el plazo de 72 horas de disposici¨®n policial estaba pr¨®ximo a cumplirse, acuerda que la polic¨ªa ponga a disposici¨®n del juzgado a los detenidos (...) y el juzgado procede a convocar las comparecencias¡±.
¡ª¡°Este juzgado, a¨²n estando en contra del superior criterio, debe acatarlo¡±.
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