El Rey afronta su mayor desaf¨ªo desde el 23-F
La crisis, Urdangarin¡¯ y el error de Botsuana precipitan el cambio de estrategia en la Corona
Varios miembros de la Familia Real y de su equipo hablan de un estudio de tres expertos en marketing, John M. T. Balmer (Universidad de Braddford, Reino Unido), Sthephen A. Greyser (Harvard, EEUU) y Mats Urde (Lund, Suecia), que lleva el elocuente t¨ªtulo de Las monarqu¨ªas como marcas. En este estudio, para el que los profesores entrevistaron a los Reyes de Suecia, la princesa Victoria y varios miembros de su equipo de comunicaci¨®n, concluyen que la instituci¨®n se parece mucho a una marca empresarial y que en muchos casos se dirige como tal. La Monarqu¨ªa, explican, depende de dos apoyos: el de la gente y el del Parlamento. Si pierde uno de los dos, est¨¢ perdida.
El trabajo de los expertos insiste en la necesidad de la instituci¨®n de preguntarse constantemente ¡°?c¨®mo lo estamos haciendo?¡±, de la misma manera que una marca se estar¨ªa preguntando qu¨¦ nivel de aceptaci¨®n tiene en el mercado. La importancia que dan a este estudio en la Casa del Rey, que podr¨ªa equivaler al impacto que tuvo el libro de comunicaci¨®n pol¨ªtica No pienses en un elefante, de George Lakoff, en el PSOE ¡ªel partido regal¨® un ejemplar a toda la Ejecutiva¡ª es indicativa del profundo cambio de estrategia que se ha producido en la instituci¨®n, inmersa en lo que en la Casa llaman ¡°la revoluci¨®n¡±.
La idea inicial no era hacer la revoluci¨®n, sino ¡°una evoluci¨®n¡± tranquila, explican, consistente en peque?os cambios para adaptarse a los nuevos tiempos. Algunos de esos cambios, como el de ir apartando poco a poco de la vida oficial de la familia a las infantas para centrarse ¡°en el n¨²cleo duro¡± ¡ªel Rey y el Pr¨ªncipe¡ª empezaron a barajarse hace a?os. Y parte de la modernizaci¨®n vino de forma natural: la infanta Cristina se casaba con un exjugador de balonmano; el Pr¨ªncipe, con una periodista divorciada; do?a Elena se divorciaba... Pero la ampliaci¨®n de la familia iba a ampliar tambi¨¦n los problemas.
Con el regreso, en el verano de 2011, del diplom¨¢tico Rafael Spottorno como jefe de la Casa ¡ªentre 1993 y 2002 hab¨ªa sido secretario general¡ª y el posterior fichaje del periodista Javier Ayuso como director de comunicaci¨®n, se quer¨ªa ¡°cambiar el paso¡±, dejar de salir tanto en las p¨¢ginas de coraz¨®n, y empezar a salir m¨¢s en las secciones de internacional, pol¨ªtica y econom¨ªa de los medios de comunicaci¨®n. Pero acontecimientos en contra ¡ªla crisis, la imputaci¨®n de Urdangarin, el error de Botsuana...¡ª obligaron a precipitar esos cambios a costa de perder la iniciativa. Ya no se trataba, como en cualquier marca, de hacer planes o marcarse objetivos, como cuando el equipo de la Casa del Rey dise?¨® la estrategia para ¡°consolidar la imagen del heredero¡± durante el noviazgo y matrimonio del Pr¨ªncipe ¡ª¡°Era un trabajo sencillo porque tiene una formaci¨®n sensacional. Todo el mundo se queda impresionado por los conocimientos que tiene. Hoy su aceptaci¨®n es superior a la del Rey¡±, dice un exempleado de la Casa¡ª. Ahora no hab¨ªa tiempo de marcarse objetivos, solo de reaccionar ante amenazas imprevistas para dejar de perder cuota de mercado.
La Reina es la que tiene mejor imagen, seguida de su hijo y de don Juan Carlos
Uno de los dos apoyos b¨¢sicos, el de la ciudadan¨ªa, ca¨ªa en picado, especialmente entre los j¨®venes que ya nacieron en democracia y no atribuyen al Monarca la legitimidad que le dio su papel en la Transici¨®n y en el frustrado golpe del 23-F. El primer gran aviso lleg¨® en octubre de 2011: un suspenso en el CIS. Hasta ese momento la Monarqu¨ªa era una de las instituciones mejor valoradas. Los sondeos de Metroscopia muestran ese baj¨®n: en 1998, un 72% prefer¨ªa la Monarqu¨ªa y solo un 11%, una Rep¨²blica. En 2010, esa diferencia era de un 57% a 35%, y en 2012, de 53% a 37%. El Rey era el m¨¢s perjudicado y el Pr¨ªncipe aguantaba el chaparr¨®n, pero quien mejor imagen sigue teniendo es la Reina ¡ªel ¨²ltimo bar¨®metro del Real Instituto Elcano la sit¨²a como la mejor embajadora de Espa?a, por delante de su hijo y de su marido¡ª, quien ocupa la posici¨®n m¨¢s dif¨ªcil dentro de esa revoluci¨®n en La Zarzuela, donde adem¨¢s de la Jefatura del Estado, hay una familia.
Conscientes de que estaban bajo la lupa, hicieron prop¨®sito de enmienda con gestos hacia los ciudadanos, como el de publicar ¡ªaunque con poco detalle¡ª el reparto de las cuentas de la Casa del Rey (los 8,4 millones de euros de asignaci¨®n estatal), o bajarse un 7% el sueldo (de 292.752 euros brutos al a?o para el Rey y 141.376 para el Pr¨ªncipe).
Pero en abril de 2012, con el caso Urdangarin desgastando a la instituci¨®n como una gota malaya pese a todos los cortafuegos que intentaron abrir desde La Zarzuela ¡ªen diciembre de 2011 fue apartado de la vida oficial de la Familia; en Nochebuena, don Juan Carlos advirti¨® que ¡°la justicia es igual para todos¡±¡ª, lleg¨® la inoportuna cacer¨ªa.
Se han roto algunos tab¨²es. ¡°Hay un antes y un despu¨¦s de Botsuana¡±
¡°Hay un antes y despu¨¦s de Botsuana¡±, afirman rotundos en la Casa del Rey. Tras el incidente barajaron todas las opciones, incluida la de ocultar lo ocurrido, pero finalmente optaron por no hacerlo porque el da?o habr¨ªa sido mayor. El enfado de la ciudadan¨ªa por lo sucedido no ten¨ªa precedentes y decidieron responder con otro gesto que tampoco los ten¨ªa: un Rey pidiendo perd¨®n: ¡°Lo siento mucho, me he equivocado y no volver¨¢ a ocurrir¡±.
Don Juan Carlos se asust¨® con la repercusi¨®n de su accidentado safari para cazar elefantes. En los despachos privados que mantiene habitualmente con empresarios, pol¨ªticos e intelectuales, y que utiliza para ¡°tomar el pulso de la calle¡±, seg¨²n las mismas fuentes, les pregunt¨® por el asunto. Hoy casi todos tienen la convicci¨®n de que esas in¨¦ditas disculpas tuvieron un efecto positivo. ¡°Le humaniz¨®¡±, dice el ministro Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo. De nuevo, la Casa del Rey hab¨ªa perdido la capacidad de llevar la iniciativa: estaba reaccionando ante los acontecimientos. ¡°Se me ca¨ªan las l¨¢grimas cuando vi al Rey pidiendo perd¨®n. Me dio mucha rabia. ?Es el Rey!¡±, confiesa un exempleado de La Zarzuela.
El Pr¨ªncipe ha intensificado su agenda y acude a m¨¢s actos militares
La imputaci¨®n de Urdangarin en plena crisis hab¨ªa colocado un foco extraordinario en la Monarqu¨ªa que amplific¨® el malestar por el safari ¡ªni mucho menos el primero del Rey¡ª, y rompi¨® uno de los tab¨²es que hasta entonces le hab¨ªan protegido: el de su vida privada. Empez¨® a hablarse de sus amistades y a abrirse cierto debate sobre su sucesi¨®n.
El Pr¨ªncipe aument¨® su presencia en actos, acudiendo cada vez m¨¢s a los de naturaleza militar, a los que antes siempre asist¨ªa el Rey, jefe de las fuerzas armadas. Y tanto la agenda del Monarca como la del heredero se llen¨® de actos menos protocolarios y m¨¢s atractivos para el ciudadano: la diplomacia econ¨®mica. Don Juan Carlos y don Felipe se convirtieron fundamentalmente en embajadores de la marca Espa?a para abrir nuevos mercados. Las decenas de miles de kil¨®metros que ambos recorrieron el a?o pasado dan fe de ello. China es el ¨²nico pa¨ªs de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China, las econom¨ªas emergentes) que le qued¨® por visitar al Rey en 2012. Ya prepara el viaje para este a?o. El vicepresidente de la CEOE, Arturo Fern¨¢ndez, que acompa?¨® al Monarca a India el pasado octubre con una docena de empresarios, asegura: ¡°Es nuestro mejor embajador, siempre que nos acompa?a, hacemos negocio. Ha sido un a?o muy complicado para ¨¦l y para todos los espa?oles, con muchos problemas, pero ha hecho un esfuerzo tremendo, a pesar de su salud, lo de la cadera le ten¨ªa machacado¡±.
En ese viaje, don Juan Carlos dio signos evidentes de cansancio y de dolor porque hab¨ªa decidido retrasar, demasiado en opini¨®n de su m¨¦dico, su tercera operaci¨®n de cadera. La salud del Monarca, que detesta que se ponga en cuesti¨®n ¡ª¡°Lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los d¨ªas¡±, espet¨® a un grupo de periodistas en mayo de 2011¡ª ha sido otro de los factores que alent¨® las voces sobre la abdicaci¨®n o la sucesi¨®n. ?l quiso dejarlo claro en la conversaci¨®n, no entrevista, que mantuvo con Jes¨²s Hermida el pasado viernes en TVE. ¡°Me encuentro en buena forma, con energ¨ªa y, sobre todo, con ilusi¨®n para seguir adelante¡±, dijo en su primera respuesta.
No se publicar¨¢ el patrimonio del Rey: ¡°Das la mano y te cogen el brazo¡±
?Ha sido ese esfuerzo suficiente? Hacer m¨¢s les da miedo. Por ejemplo, la Casa del Rey descarta ir un paso m¨¢s all¨¢ y no solo publicar las cuentas sino el patrimonio del Monarca: ¡°Das la mano y te roban el brazo¡±. Seg¨²n las encuestas que la Casa hace peri¨®dicamente ¡ªy no difunde¡ª para saber, como en cualquier marca, qu¨¦ nivel de aceptaci¨®n tienen sus productos ¡ªRey y Pr¨ªncipe¡ª en el mercado¡ªciudadan¨ªa¡ª, la instituci¨®n habr¨ªa logrado recuperar el nivel de popularidad previo al error de Botsuana, pero no el anterior al esc¨¢ndalo Urdangarin. ¡°Perdimos mucho con ¨¦l. Es lo que m¨¢s da?o nos ha hecho. Ahora estamos intentando recuperar todo lo perdido¡±, explican.
Un exempleado de La Zarzuela cree que ¡°cuando se calmen las aguas, la gente ver¨¢ las ventajas de la Monarqu¨ªa, una instituci¨®n ¨²til y barata, 18 c¨¦ntimos por espa?ol, y que un momento de crisis econ¨®mica puede tener una influencia definitiva, como en el caso del AVE La Meca-Medina, donde Sarkozy jug¨® muy fuerte y perdi¨® frente al Rey¡±. Seg¨²n este extrabajador de la Casa, la Monarqu¨ªa es m¨¢s necesaria en Espa?a que en otros pa¨ªses por la tensi¨®n territorial. Don Juan Carlos confes¨® el viernes que es una de sus grandes preocupaciones. Pero tiene muchas, m¨¢s que nuca. Por eso ayer no celebr¨® su 75 cumplea?os. Sabe que no es momento para fiestas y que es un Rey bajo la lupa.
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