Cuatro tesoreros con fortuna
Sanch¨ªs, Naseiro y Lapuerta llegaron al cargo con un patrimonio labrado en el franquismo B¨¢rcenas fue la excepci¨®n: entr¨® como un empleado m¨¢s
Si alg¨²n com¨²n denominador han tenido los cuatro tesoreros que jalonan la corta historia del Partido Popular es su holgada econom¨ªa: dejan el cargo con una fortuna imponente. Pero, claro est¨¢, no todos llegaron al PP con los bolsillos bien llenos. De esa tendencia se aparta Luis B¨¢rcenas, que ingresa como chico para todo en 1982. Educado, discreto y aplicado, lleva una carrera oscura durante 22 a?os en la cocina del PP sin m¨¢s relevancia que su pasi¨®n por el alpinismo. El perfil del tesorero del PP ten¨ªa otra caracter¨ªstica: hacer dinero durante el franquismo, que tambi¨¦n rompe B¨¢rcenas porque es muy joven cuando entra en las oficinas del PP. B¨¢rcenas ha viajado mucho a Suiza. Subi¨® el Mont Blanc en solitario. Por qu¨¦ deja la monta?a para abrir una cuenta en un banco es ahora un secreto bien guardado.
La historia de estos cuatro jinetes de la tesorer¨ªa se cruza muy pronto, all¨¢ por finales de los a?os ochenta, cuando coinciden en un partido que se refundar¨ªa como Partido Popular en 1989. ?ngel Sanch¨ªs ingresa en Alianza Popular para hacerse cargo de las cuentas del partido por su doble condici¨®n de empresario y exbanquero. Hab¨ªa fundado el Nuevo Banco en 1973, una peque?a entidad en la que tendr¨ªa como consejero a Carlos Robles Piquer, cu?ado de Fraga y lo hab¨ªa vendido en 1978 al Banco de Levante por 2.000 millones de pesetas. Con parte de ese capital iniciar¨ªa sus inversiones en Argentina, donde es el hombre que produce actualmente c¨ªtricos nada m¨¢s y nada menos que para la Coca-Cola. Por cierto, el devenir del Nuevo Banco no fue muy brillante: tras su fusi¨®n con el Banco de Levante terminar¨ªa intervenido en 1982 con un agujero de 10.000 millones y finalmente adquirido por Citibank.
Sanch¨ªs fue llamado por Fraga para dirigir las finanzas de AP y sustituir a Isidoro Gim¨¦nez, un hombre que ejerci¨® de gerente, recomendado por Emilio Bot¨ªn padre. Ese nombramiento describe el perfil que se buscaba para la tesorer¨ªa: gente respetable, con dinero y bien relacionada con el empresariado. No solo ten¨ªan que administrar. Tambi¨¦n ten¨ªan que conseguir.
Sanch¨ªs traslada al partido a su equipo de confianza en el Nuevo Banco, con la idea de crear una estructura. Como todo en ese tiempo gira alrededor de Fraga, entra a formar parte de ese equipo un joven Luis B¨¢rcenas, compa?ero de aventuras de Luis Fraga, sobrino del l¨ªder. Sanch¨ªs es el hombre de los dineros del PP en un tiempo en el que el partido sufre reveses electorales uno tras otro. Llegan las tensiones. Y los cambios.
Sanch¨ªs deja el cargo en beneficio de Rosendo Naseiro, un gallego hecho a s¨ª mismo, que comenz¨® trabajando en una tintorer¨ªa para luego crear una cadena y posteriormente convertirse en empresario de transportes. Finalmente, ser¨ªa un experto en arte hasta acumular la mejor colecci¨®n de bodegones (naturaleza muerta) de los siglos XVII y XVIII y vender 40 de ellos al BBVA por 26 millones de euros en 2006. Si Sanch¨ªs era valenciano, Naseiro se hab¨ªa afincado en Alicante. Su llegada es algo confusa: parece que le llama Fraga, pero le nombra tesorero Antonio Hern¨¢ndez Mancha. Naseiro dura muy poco y se hace c¨¦lebre por una investigaci¨®n judicial (y unas grabaciones hist¨®ricas) que descubre serios indicios de financiaci¨®n irregular, sumario que fracasa en los tribunales por un defecto de forma. Era el caso Naseiro. Llega a ser detenido y deja el cargo en 1990.
En ese periodo, Sanch¨ªs cede un despacho en una de sus empresas a Manuel Fraga y financia su actividad. A Sanch¨ªs le iban bien los negocios en Argentina, pero un cr¨¦dito de 18 millones de d¨®lares concedido por el ICO (Instituto de Cr¨¦dito Oficial) un a?o despu¨¦s de llegar el PP a La Moncloa ayuda mucho.
La tesorer¨ªa queda vac¨ªa entre 1990 y 1993, pero hay empleados del partido que llevan las finanzas. All¨ª estaba Luis B¨¢rcenas, tan discreto en los despachos de G¨¦nova como exc¨¦ntrico acerca de su dedicaci¨®n al alpinismo. Form¨® parte de una cordada al Everest, formada por monta?eros de varias regiones y financiada por las Cajas de Ahorro, que abri¨® la llamada v¨ªa espa?ola. A esa aventura le acompa?¨® su inseparable Luis Fraga. Culminaron. Al regreso, Luis B¨¢rcenas vendi¨® que hab¨ªa hecho el descenso en esqu¨ª (pensaba hacerlo en parapente): ¡°Nadie lo ha hecho desde la arista noroeste¡ y aqu¨ª estoy yo¡±, dijo a la vuelta. La federaci¨®n espa?ola puso en duda ese logro (la v¨ªa espa?ola era casi id¨¦ntica a la v¨ªa japonesa) y un compa?ero de cordada explic¨® as¨ª el ¨¦xito de B¨¢rcenas en el presunto descenso: ¡°Tuvimos que subir a buscarlo, ya que casi sin vista y sin fuerzas baj¨® arrastr¨¢ndose y cayendo continuamente¡±.
El episodio Naseiro lo resuelve Aznar con el nombramiento de ?lvaro Lapuerta, un hombre experimentado. Hab¨ªa sido ya un pr¨®cer durante el franquismo, lleg¨® a ser procurador en Cortes y diputado por AP en La Rioja. Fue propietario de Nueva Rioja, el peri¨®dico que difundi¨® los escritos de juventud de Aznar. Lapuerta gestion¨® un periodo de calma: 15 a?os sin ruido. El PP era el partido con mayores donaciones an¨®nimas, pero no levantaba sospechas.
Bajo el reinado de Lapuerta, B¨¢rcenas se manten¨ªa en un segundo plano, aunque ya como gerente, en el despacho de al lado, en la sexta planta. No ten¨ªa perfil pol¨ªtico, pero es con Rajoy cuando entra en las listas como senador por Cantabria (a pesar de ser de Huelva).
Y es de nuevo Rajoy, finalmente, quien le nombra tesorero en 2008, cuando se jubila Lapuerta. Para entonces, Sanch¨ªs y Naseiro han seguido consolidando sus fortunas y abriendo sendas sicavs (sociedades de inversi¨®n) para no pagar demasiado en impuestos (Flmcinco y Bit¨¢cora Atl¨¢ntico, respectivamente).
B¨¢rcenas ya ten¨ªa experiencia acreditada y, por lo que se aprecia en el sumario del caso G¨¹rtel, un patrimonio respetable: al menos, 22 millones de euros en un banco suizo. Es decir, en ese momento cumpl¨ªa con el perfil del buen tesorero del PP: gente respetable y con fortuna.
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