Preguntas y respuestas en Berl¨ªn

La buena noticia para Mariano Rajoy, que ma?ana se entrevista con la canciller Angela Merkel, es que el Gobierno alem¨¢n aplaude las reformas y expresa en p¨²blico un apoyo total. La mala es que el vendaval abierto por los documentos de B¨¢rcenas soplar¨¢ en la Canciller¨ªa: las preguntas que no fue posible hacer ayer se plantear¨¢n ¡ªdos o tres, no m¨¢s¡ª el lunes en Berl¨ªn.

El presidente, acompa?ado de al menos tres ministros y dos secretarios de Estado, escuchar¨¢ en la cumbre hispano-alemana lo que el Gobierno alem¨¢n expone a sus interlocutores off the record con notable coordinaci¨®n: Rajoy ha tomado muy buenas decisiones, Espa?a va por buen camino, las reformas son un ¨¦xito y deben continuar. Hay alarma por el paro ¡ªjuvenil en particular¡ª pero Espa?a no es un problema; lo problem¨¢tico para Berl¨ªn hoy es Chipre, Italia, quiz¨¢ Francia, desde luego Grecia, pero no Espa?a, y para que quede claro, esto: no tiene nada que ver una conversaci¨®n entre la canciller Merkel y el presidente Rajoy con una entre Merkel y el primer ministro griego.

Todo eso est¨¢ muy bien, dir¨¢ Rajoy, pero obras son amores: Alemania tiene que calentar la econom¨ªa para que se descongele el sur de Europa. En otras palabras, la misma determinaci¨®n que tengo yo para defender esas reformas ante mi opini¨®n p¨²blica tiene que tener usted ante la suya para defender m¨¢s integraci¨®n de la econom¨ªa europea, m¨¢s solidaridad real.

Alemania entiende. Las reformas cuestan, pueden crear tensiones y hacer perder elecciones. Pero no hay atajos, no se pueden esquivar, son necesarias para ganar competitividad y asegurar el futuro. ?Y qui¨¦n dice que no tiramos del carro? Nos encanta Espa?a. Nuestros turistas se gastaron all¨ª 10.000 millones de euros en 2012.

Y por si pol¨ªticos y parlamentarios no se expresaran con suficiente claridad, que lo hacen, en el piso 13 de la sede del Bundesbank, en Frankfurt, est¨¢ la definici¨®n m¨¢s clara del margen de maniobra esperable. La expresa ¡ªcon los mismos parabienes hacia las reformas espa?olas y la misma alabanza por no haber pedido el rescate que se escucha en Berl¨ªn¡ª el presidente del Banco Central alem¨¢n, Jens Weidmann. La actual calma en los mercados es buena, pero no podemos bajar la guardia. No hay soluciones r¨¢pidas, hablamos de decenas de a?os. Si se abandona el rigor, en la periferia europea no habr¨ªa cambios y a Alemania le ir¨ªa mal. No hace falta ning¨²n est¨ªmulo ahora mismo. Al contrario, podr¨ªan causar subidas de precios, no una mayor demanda. Y atenci¨®n: de una pol¨ªtica as¨ª se beneficiar¨ªan chinos, coreanos y japoneses, no los europeos en crisis.