Rajoy elude criticar a B¨¢rcenas y alega que ya lo ha dicho todo del esc¨¢ndalo

Mariano Rajoy no quiere ahora hablar de Luis B¨¢rcenas, el gerente del PP al que ascendi¨® a tesorero del partido en el pol¨¦mico congreso de Valencia en 2008, y ni siquiera se permite pronunciar su nombre. Cuando este viernes se le pregunt¨®, al t¨¦rmino del Consejo Europeo, si hac¨ªa suyas las declaraciones de algunos dirigentes de su partido, como el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Merino, quien pidi¨® perd¨®n por haber mantenido durante a?os como tesorero a alguien que ten¨ªa cuentas millonarias en Suiza y ha defraudado a Hacienda, el presidente del PP respondi¨® con desgana: ¡°Todo lo que ten¨ªa que decir lo dije en una intervenci¨®n que pudieron ustedes seguir [hace una semana], no voy a estar d¨¢ndole vueltas a ese asunto, porque si no, no acabar¨ªamos nunca¡±.

Hasta uno de sus ministros, el de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, admiti¨® el jueves por la noche en TVE que B¨¢rcenas hab¨ªa hecho mucho da?o al PP y que algo se hab¨ªa hecho mal en el partido al no observar su enriquecimiento.

Rajoy no ha ofrecido ninguna rueda de prensa en Espa?a desde que EL PA?S desvel¨® la supuesta contabilidad secreta del extesorero del PP, as¨ª que el tema le persigue en sus salidas al extranjero: el lunes en Berl¨ªn, junto a Angela Merkel, y este viernes en Bruselas, tras la cumbre de la UE, donde no puede evitar comparecer en p¨²blico. El pasado s¨¢bado habl¨® del esc¨¢ndalo ante la direcci¨®n de su partido, en una intervenci¨®n escrita que los periodistas tuvieron que seguir por televisi¨®n y sin posibilidad de preguntas. Este viernes ha perdido la ocasi¨®n de criticar la conducta del tesorero que se enriqueci¨® en los casi 20 a?os en que manejaba las finanzas del partido. Tampoco pidi¨® disculpas a la opini¨®n p¨²blica.

Rajoy estaba cansado del asunto. Y no solo por la noche en vela que pas¨® negociando los presupuestos de la UE para los pr¨®ximos siete a?os sino porque, como ¨¦l mismo dijo, este tema ¡°no es grato para nadie¡±. A pesar de la importancia que los fondos europeos tienen para Espa?a, la mitad de las preguntas hac¨ªan referencia a los casos de corrupci¨®n. ?Habl¨® de los recientes esc¨¢ndalos con sus hom¨®logos europeos?, se le pregunt¨®. ¡°No hemos hablado de ello¡±, dijo. Aunque a rengl¨®n seguido reconoci¨® que es plenamente consciente de la preocupaci¨®n de la sociedad espa?ola por la corrupci¨®n, reflejada en las encuestas del CIS, y abog¨® por ¡°hacer esfuerzos de manera continuada para evitar que se produzcan este tipo de comportamientos¡±.

Asegur¨® que ¡°todas las ideas son bienvenidas¡± y record¨® que el Gobierno ha remitido al Congreso la ley de transparencia y buen gobierno, pero se mostr¨® contrario a ¡°improvisar¡± cambios legales -como la reforma de la ley electoral para permitir listas abiertas que han pedido alguno de sus barones- y record¨® que los corruptos se caracterizan precisamente por vulnerar la legislaci¨®n. ¡°Las leyes podr¨¢n ser mejores, pero lo importante es que las instituciones funcionen y est¨¢ funcionando el poder judicial, como ustedes pueden ver¡±, a?adi¨® en referencia a la investigaci¨®n de jueces y fiscales.

Sin citarla, Rajoy replic¨® a la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien en una reuni¨®n interna de la direcci¨®n regional de su partido critic¨® a la ministra de Sanidad, Ana Mato, y a la secretaria general del PP, Mar¨ªa Dolores de Cospedal. Frente a la dimisi¨®n de Mato sugerida por Aguirre, Rajoy ratific¨® su plena confianza en la ministra y elogi¨® su labor en Sanidad.

M¨¢s cerrada a¨²n fue su defensa de Cospedal, a quien la expresidenta madrile?a reproch¨® su mala gesti¨®n de la crisis provocada por los papeles de B¨¢rcenas. ¡°La secretaria general del partido es una mujer con mucho coraje y con mucha determinaci¨®n, que est¨¢ haciendo un gran esfuerzo y que cuenta con total apoyo m¨ªo como presidente del PP y, si cabe, como presidente del Gobierno¡±, enfatiz¨®.

Rajoy estaba cansado del asunto, pero tuvo que salir en defensa de dos de sus m¨¢ximas colaboradoras y hablar de corrupci¨®n, aunque su obligaci¨®n en Bruselas era dedicarse a ¡°otra cosa¡±: el futuro de la UE.