Renter¨ªa, s¨ªmbolo ahora de la paz
Los ediles de Bildu, PSE y PP superan juntos el icono de municipio violento
El prestigioso semanario Time del 10 de agosto de 1981 dedicaba un amplio reportaje al Pa¨ªs Vasco, marcado en aquellos momentos por un fuerte auge del terrorismo. Solo en 1980, ETA hab¨ªa matado a 93 personas. El semanario norteamericano eligi¨®, para su reportaje, que titul¨® ¡°Terroristas de las monta?as¡±, la localidad guipuzcoana de Renter¨ªa como icono de la violencia en Euskadi. No era casual.
Renter¨ªa, una villa industrial con 47.000 habitantes en 1981, hab¨ªa sido en el final del franquismo un s¨ªmbolo de la lucha obrera contra la dictadura. Al inicio de la Transici¨®n fue escenario de duros enfrentamientos entre manifestantes y unas Fuerzas de Seguridad a¨²n no adecuadas a la democracia. La imagen de unos polic¨ªas uniformados saqueando un establecimiento, en julio de 1978, dio la vuelta al mundo. Su fuerza simb¨®lica de la violencia se acrecent¨® con los sucesos en las fiestas patronales de julio de 1983, con las que se inaugur¨® la guerra de las banderas, que se extendi¨® por todo el Pa¨ªs Vasco. En aquellos a?os cruzar por las noches Renter¨ªa, ubicada en la Nacional-I, era una odisea. Aquello parec¨ªa Belfast.
A partir de la d¨¦cada de los ochenta es ETA quien acapara la violencia en Renter¨ªa, con algunos brotes del grupo parapolicial, Batall¨®n Vasco Espa?ol. El balance es todo un r¨¦cord para una poblaci¨®n tan reducida: 19 asesinados por ETA y se calcula otra decena de v¨ªctimas entre grupos parapoliciales, enfrentamientos con la polic¨ªa y r¨¦cord en la denuncia de torturas.
El alcalde de Bildu estuvo en la reinauguraci¨®n de la sede del PSE
Pero la situaci¨®n ha cambiado en Renter¨ªa, que ha pasado de ser s¨ªmbolo de la violencia a s¨ªmbolo de la paz y la convivencia. En 2005 se produjo el ¨²ltimo ataque, de los 27, que sufri¨® la sede del PSE. Pero desde que ETA declar¨® el cese definitivo en octubre de 2011 y se constituy¨® el nuevo ayuntamiento en mayo de ese a?o (8, EH-Bildu; 7, PSE; 3, PNV; 2, PP y 1, IU) el clima ha cambiado de modo m¨¢s radical. El nuevo alcalde, Julen Mendoza, de EH-Bildu, que gobierna con IU, naci¨® en 1978, en la transici¨®n, y pertenece a una nueva generaci¨®n. Lo mismo que los ediles de los dem¨¢s partidos.
Mendoza, que ha regresado a la izquierda abertzale tras distanciarse por la ruptura de la tregua de ETA de 1999, ha aprovechado la alcald¨ªa para trabajar por la normalizaci¨®n pol¨ªtica y ¡°superar el duro pasado¡± de Renter¨ªa. Jos¨¦ ?ngel Rodr¨ªguez y Jos¨¦ Manuel Herzog, concejales del PSE y del PP respectivamente, admiten que el clima ha cambiado en el Ayuntamiento. ¡°Antes est¨¢bamos amenazados y vilipendiados. Ni nos habl¨¢bamos. Ahora nos tratan con respeto¡±, se?ala Rodr¨ªguez.
De tal modo que, con motivo de la reinauguraci¨®n de la Casa del Pueblo, hace un a?o, acudi¨® al evento el alcalde de EH-Bildu. Y tambi¨¦n lo hizo, en enero, cuando Ram¨®n J¨¢uregui, dirigente del PSOE, se person¨® en Renter¨ªa para leer una conferencia sobre el futuro de la socialdemocracia. Desde hace meses, el PSE ha eliminado las fuertes medidas de seguridad en su sede e, incluso, por primera vez en su historia, el bar ha abierto una terraza en la calle.
¡°Hay que perdonar. El vencido transmite el rencor, dice el edil del PP
Pero no solo han cambiado las formas. Mendoza ha tratado estos meses de buscar un acercamiento con toda la corporaci¨®n. Celebr¨® dos comidas de confraternizaci¨®n y aprovech¨® un viaje de cinco d¨ªas a Schlondorf (Alemania), localidad hermanada con Renter¨ªa, para estrechar lazos con los portavoces municipales, incluidos PSE y PP.
Esos contactos han abocado en reuniones discretas, al margen de las direcciones de sus partidos, en las que cada uno ha expuesto su propio relato del drama sufrido en la localidad. ¡°Hemos tenido la suerte de encontrarnos con personas que sintonizamos con la necesidad de abrir un escenario de paz duradera. No interpretamos igual lo sucedido ni coincidimos pol¨ªticamente. Tampoco nadie quiere borrar el pasado. Pero lo importante es poner los hechos sobre la mesa, una terapia que nos hace romper barreras, y comprometernos a que nunca m¨¢s se vuelvan a repetir¡±, se?ala el alcalde de EH-Bildu y suscriben los dem¨¢s portavoces.
¡°Es posible que el acercamiento de Bildu sea t¨¢ctico. Pero me han elegido para trabajar en el ayuntamiento y all¨ª est¨¢n ellos, tambi¨¦n elegidos. Adem¨¢s, aunque no olvido, hay que perdonar. Muchas veces el asesino es un cr¨ªo ignorante y mantener el odio es ser tan cr¨ªo como ¨¦l. El vencido tiene rencor y se transmite a trav¨¦s de generaciones¡±, dice el edil del PP.
¡°Nosotros no vamos a olvidar lo que hemos pasado y vamos a exigir a Bildu que reconozca el da?o causado. Pero vamos a trabajar por una convivencia digna, por podernos mirar a la cara y porque nuestros hijos y nietos no pasen lo que hemos pasado¡±, remacha el portavoz del PSE.
Esas conversaciones para promover la convivencia se materializaron en la celebraci¨®n de un ciclo de cine pol¨ªtico del 24 de enero al dos de febrero en el que se emitieron Memorias de un conspirador, sobre el proceso de paz de 2006, dirigida por Angel Amigo; Ventanas al interior, sobre los presos de ETA, de Mireia Gabilondo, y Hablan los ojos, sobre la experiencia de Glencrek, de Gorka Espiau.
La novedad estribaba en que el ciclo lo convocaban todos los partidos, de EH-Bildu al PP, y tambi¨¦n que entre los invitados fueron v¨ªctimas de ETA ¡ªcomo la viuda de Jos¨¦ Luis Caso; el t¨ªo del ni?o, Fabio Moreno, Javier Asla y Rosa Rodero, viuda de Joseba Goikoetxea, oficial de la Ertzaintza¡ª junto con v¨ªctimas de la tortura, como Tamara Murutagoyena, hija de un m¨¦dico, muerto como consecuencia de las torturas en un cuartel de la Guardia Civil en Oyarzun, hace 30 a?os. Entre el p¨²blico hab¨ªa gente de todas las tendencias.
En la presentaci¨®n, el alcalde de EH-Bildu, que pidi¨® personalmente a la viuda de Caso que acudiera al acto, reclam¨® ¡°cercan¨ªa¡± a las v¨ªctimas, y dirigi¨¦ndose a las de ETA dijo: ¡°A aquellas a las que durante tiempo las he considerado como los otros les traslado un profundo lo siento de todo coraz¨®n por el sufrimiento padecido. Soy consciente de que por mucho que pretenda imaginarme nunca llegar¨¦ a vivir ni dimensionar lo suficiente por su sufrimiento¡±.
¡°Est¨¢bamos preocupados porque ning¨²n asistente estuviera inc¨®modo. Ni los del PP ni los del PSE ni los de la izquierda abertzale. Lo logramos y podemos plantearnos ahora objetivos m¨¢s profundos¡±, coinciden todos los representantes municipales, que se est¨¢n convirtiendo en abanderados de una experiencia de creaci¨®n de la convivencia desde abajo y haciendo de Renter¨ªa un s¨ªmbolo de la paz como lo fue de la violencia en el pasado.
Las peores marcas de impiedad
Miguel Buen, exalcalde socialista de Renter¨ªa (1987-97), recuerda, entre los asesinatos de ETA m¨¢s impactantes en su localidad, el de Vicente Gajate, socialista y polic¨ªa municipal, en octubre de 1984, porque, al poco, muri¨® su madre, trastornada, y su padre se suicid¨®. Tambi¨¦n los de los ediles del PP, Jos¨¦ Luis Caso y Manuel Zamarre?o, en 1998, en pocos meses, con la singularidad de que el segundo hab¨ªa sustituido al primero. Un comando de ETA bati¨® una marca de impiedad al regresar para rematar a dos guardias civiles cuando comprob¨® que, tras el atentado, no fallecieron. En 1982, la banda ametrall¨® a tres obreros, de los que uno falleci¨®, al confundirlos con polic¨ªas.
En marzo de 1993, los terroristas quemaron una furgoneta de la Ertzaintza, resultando heridos los polic¨ªas ocupantes, uno de ellos desfigurado de por vida. El PSE, que gobern¨® Renter¨ªa la mayor¨ªa de estos ¨²ltimos 34 a?os, sufri¨® una sa?a especial. Su sede fue asaltada 27 veces y en uno de esos ataques su alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa Gurrutxaga, sufri¨® un linchamiento del que salv¨® la vida milagrosamente.
Grupos parapoliciales asesinaron en los ochenta a Jes¨²s Mar¨ªa Ijurko, de HB, y al trabajador Jos¨¦ Antonio Cardosa.El alcalde de Bildu y los concejales de la oposici¨®n, la semana pasada, en la clausura de un ciclo de cine sobre ETA.
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