Lo que Mariano Rajoy no dijo
El presidente esquiv¨® temas de gran impacto social como los desahucios, los recortes en sanidad o la justicia
El discurso pronunciado esta ma?ana por el presidente del Gobierno Mariano Rajoy ha canalizado el debate. Pero tras sus palabras est¨¢n sus omisiones, en algunos casos clamorosas, sobre asuntos que llevan meses preocupando al pa¨ªs y hacen correr r¨ªos de tinta en los peri¨®dicos.
Las abundantes referencias que realiz¨® sobre la econom¨ªa espa?ola le permitieron esquivar asuntos clave que afectan al d¨ªa a d¨ªa de los ciudadanos. Sin ir muy lejos, no hizo ninguna alusi¨®n a los desahucios, un drama social que alcanza niveles escandalosos, ni tampoco a la iniciativa popular para que se permita la daci¨®n en pago en las hipotecas, algo que fue muy criticado desde la oposici¨®n y que encabez¨® la r¨¦plica que por la tarde formul¨® del l¨ªder del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Ya en el turno de intervenciones, y solo ah¨ª, Rajoy se refiri¨® a la daci¨®n en pado como una herramienta "que podr¨ªa impedir el acceso futuro al cr¨¦dito hipotecario". Otro de los aspectos de la pol¨ªtica social, la financiaci¨®n de la dependencia, brill¨® por su ausencia.
En su primera intervenci¨®n Rajoy mencion¨® siete veces el problema del paro, empezando por recordar la cifra dram¨¢tica de?5.965.400 desempleados, pero solo en dos ocasiones se refiri¨® a los recortes, y una de ellas fue para criticar que se vea a la Uni¨®n Europea ¡°como esa especie de madrastra que nos impone ajustes¡±, y no la que ofrece cr¨¦ditos baratos para rescatar el sistema financiero. En su discurso de 39 folios apenas tuvo tiempo para referirse a los resultados de una de sus reformas clave: la laboral, aprobada el 10 de febrero del a?o pasado. Desde que se puso en marcha la tasa de paro ha aumentado un 13,2%, el n¨²mero de ocupados se ha reducido en 850.000 personas y el despido por causas objetivas (con una indemnizaci¨®n de 20 d¨ªas por a?os) se ha disparado un 49%. Los ERES han crecido un 66% y los sueldos han perdido poder adquisitivo, pero eso no cont¨® en el discurso de Rajoy. S¨ª destac¨® que esa reforma ha permitido que se firmen ¡°m¨¢s de 55.000 contratos, el mayor registro en los ¨²ltimos cinco a?os¡±. Incluso concedi¨® unas l¨ªneas a los medios de comunicaci¨®n que reconocen ¡°las ventajas que se derivan de la reforma¡±.
Rajoy mencion¨® siete veces el problema del paro, pero solo en dos ocasiones se refiri¨® a los recortes.
Omiti¨® referencias concretas a la sanidad excepto para subrayar que las comunidades aut¨®nomas han cuadrado sus cuentas manteniendo los servicios b¨¢sicos. De la privatizaci¨®n de los hospitales que est¨¢n llevando a cabo comunidades gobernadas por el PP, nada.? Ni rastro de alusiones a los problemas de la justicia, que hoy vivi¨® protestas en toda Espa?a por las reformas que ha emprendido el ministerio y que han logrado conseguir algo muy dif¨ªcil: unir a jueces, fiscales y abogados contra las medidas del departamento que dirige Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Respecto a otro de los pilares del Estado, la educaci¨®n, lament¨® el fracaso escolar pese a que la inversi¨®n en esta materia "es superior a la de otros pa¨ªses con mejores niveles". Respecto a este asunto s¨ª que tomar¨¢ una decisi¨®n: los alumnos tendr¨¢n asignaturas que fomenten ¡°el desarrollo del esp¨ªritu emprendedor¡±. "No es discutible la necesidad de una reforma que se enfrente a un problema que venimos aplazando desde hace tanto tiempo".
Para la oposici¨®n el suyo fue un discurso ¡°totalmente alejado de la realidad¡±. Para el Partido Popular, su l¨ªder abord¨® con valent¨ªa medidas contra la corrupci¨®n. Eso s¨ª, sin pronunciar las palabras G¨¹rtel, B¨¢rcenas, contabilidad B, amnist¨ªa fiscal o cuentas en Suiza. El presidente intent¨® salpicar a todos los grupos con un ataque gen¨¦rico: ¡°Es un problema que alarma a los ciudadanos y afecta a la imagen de Espa?a. Toda corrupci¨®n es insoportable. Es corrosiva para el esp¨ªritu c¨ªvico, lesiona la democracia y desacredita a Espa?a¡±. Cierto, pero sin una m¨ªnima autocr¨ªtica sobre lo que ocurre en su propio partido el relato qued¨® bastante cojo. ¡°En todo el discurso la ¨²nica vez que nos ha hablado de un acuerdo fue cuando se refiri¨® a la corrupci¨®n. Usted propone a esta c¨¢mara un solo acuerdo sin dar una explicaci¨®n porque es el que le interesa a usted, no al conjunto de los Espa?oles¡±, le reproch¨® en su intervenci¨®n Rubalcaba.
No pronunci¨® las palabras G¨¹rtel, B¨¢rcenas, contabilidad B o cuentas en Suiza.
Al hilo de esta idea otro de los temas que no toc¨® el presidente fue el de la corona y el esc¨¢ndalo del caso Urdangar¨ªn con su consiguiente reflejo en la tan alabada Marca Espa?a. Ni siquiera dedic¨® unas l¨ªneas a la regeneraci¨®n democr¨¢tica o al papel del Parlamento como ¨®rgano de control y vigilancia que garantice a los ciudadanos un gobierno leal y transparente. En redes sociales como Twitter se lo recordaron: "Queremos soluciones, no evaluaciones", dec¨ªa un usuario.?
Tras la corrupci¨®n, el presidente abord¨® el modelo territorial sin decir ni una sola vez la palabra "Catalu?a". Tampoco mencion¨® a ninguna otra Comunidad Aut¨®noma. S¨ª habl¨® de la "deslealtad constitucional", y de que se tomen decisiones "que vayan en contra de la propia Carta Magna,".? "Esto es la Ley, insisto, La Ley, y no podemos desconocerla, ni pasar por encima de ella. Comencemos por respetar la Constituci¨®n y la Ley, y luego hablaremos de lo que haga falta".
Su distancia con temas de pol¨ªtica internacional fue m¨¢xima, m¨¢s all¨¢ de las referencias a la Uni¨®n Europea y a los ¡°mercados internacionales¡±, que ocuparon buena parte de su intervenci¨®n en la C¨¢mara. En cuanto a la reforma del sistema financiero, la m¨¢s mimada del Debate, Rajoy se olvid¨® de algunos de los principales damnificados, los ahorradores que compraron participaciones preferentes que han visto c¨®mo su dinero se ha esfumado.
Lo ¨²nico verdaderamente internacional en su intervenci¨®n fue la alusi¨®n al FMI y a la necesidad de que Espa?a logre crecer mejorando su competitividad en el sector exterior. Tampoco dio pistas? sobre las pr¨®ximas reformas (la de las pensiones y la energ¨¦tica, m¨¢s all¨¢ de repasar las supresi¨®n de las primas y la creaci¨®n de impuestos en el sector el¨¦ctrico), ni anuncios concretos.
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