Margallo y Moren¨¦s discrepan sobre la implicaci¨®n en el conflicto de Mal¨ª
El ministro de Exteriores advierte de que har¨¢ falta m¨¢s dinero y m¨¢s soldados de los previstos
¡°La operaci¨®n de liberaci¨®n de Mal¨ª va a exigir m¨¢s esfuerzo del que se hab¨ªa previsto¡±. El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, ha reconocido en Niamey (N¨ªger) que erradicar a los grupos yihadistas de Mal¨ª y convertirlo en estado viable resultar¨¢ m¨¢s dif¨ªcil y costoso de lo esperado. ¡°Se han detectado necesidades que van a requerir recursos adicionales humanos y financieros¡±, admiti¨®, al inicio de una gira por el Sahel que le llevar¨¢ tambi¨¦n a Bamako (Mal¨ª) y Nuakchott (Mauritania).
Margallo tradujo en cifras este incremento exponencial de las necesidades militares: las tropas francesas en Mal¨ª han pasado de 1.500 a 4.000 y las africanas de 3.500 a 8.000. ?C¨®mo afecta eso a Espa?a? El Congreso aprob¨® la aportaci¨®n de un avi¨®n de transporte H¨¦rcules C-130, con 50 militares, que opera desde Dakar (Senegal) en apoyo a la operaci¨®n franco-africana; y un m¨¢ximo de 50 instructores para la misi¨®n europea de formaci¨®n del Ej¨¦rcito maliense. Adem¨¢s, ha aceptado enviar una secci¨®n con 30 soldados para proteger a los formadores europeos en el campo de instrucci¨®n de Kulikor¨®, a 200 kil¨®metros de Bamako (Mal¨ª), pero Francia le reclama 30 m¨¢s.
Seg¨²n Margallo, uno de los objetivos de su gira es evaluar la situaci¨®n sobre el terreno antes de elevar al Consejo de Ministros una hipot¨¦tica ampliaci¨®n de la contribuci¨®n espa?ola, a la que Exteriores se muestra favorable. Pero esta decisi¨®n tropieza con la resistencia de su colega de Defensa, Pedro Moren¨¦s, quien insiste en no sobrepasar el tope de 50. Ello ser¨¢ posible si la fuerza de protecci¨®n se limita a 30 militares ¨Ccon una paralela reducci¨®n de los instructores a 25--, pero no si se aumenta a 60. En ese ¨²ltimo caso, el Gobierno tendr¨ªa que recabar de nuevo el aval del Congreso.
El ministro se ha reunido esta ma?ana en Niamey con el general de brigada de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas, jefe de la misi¨®n de asesoramiento policial EUCAP-Sahel. Espinosa, que manda a 40 expertos europeos (incluidos tres espa?oles), est¨¢ pendiente de que la UE autorice la extensi¨®n de su misi¨®n a Mal¨ª, lo que resulta fundamental para que las fuerzas de seguridad malienses vayan sustituyendo al Ej¨¦rcito en las reconquistadas ciudades del norte. Pero la ampliaci¨®n obligar¨¢ tambi¨¦n a una mayor aportaci¨®n espa?ola en polic¨ªas o jueces.
Encajonada entre Mal¨ª y Nigeria, donde act¨²an distintas ramas de Al Qaeda, y poseedora de las minas de uranio que alimentan las centrales nucleares francesas, Niger intenta contener el efecto contagio. Margallo ha acordado con las autoridades de Niamey la firma de un acuerdo de colaboraci¨®n antiterrorista y ha escuchado como estas se oponen a la concesi¨®n de cualquier tipo de autonom¨ªa a los tuaregs de Mal¨ª, por la que hasta ahora apostaba la UE. N¨ªger tiene 1,5 millones de habitantes de esta etnia y teme todo lo que huela a la creaci¨®n de un estado tuareg.
Margallo viaja acompa?ado por el secretario general de Cooperaci¨®n, Gonzalo Robles, y el director de la agencia espa?ola de cooperaci¨®n (AECID), Juan L¨®pez-D¨®riga. N¨ªger es uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo (el pen¨²ltimo en el ¨ªndice de desarrollo humano), con una natalidad fuera de control (siete hijos por mujer) y un problema cr¨®nico de desnutrici¨®n severa aguda, que oblig¨® el a?o pasado a atender a 390.000 menores de cinco a?os.
Aunque los pa¨ªses del Sahel siguen figurando como objetivo prioritario de la cooperaci¨®n espa?ola, tambi¨¦n han acusado el dr¨¢stico recorte de fondos: Espa?a dedic¨® 14 millones anuales a N¨ªger entre 2008 y 2011; y casi 11 en 2012, pero carece de presupuesto para este a?o. De su lado, Mal¨ª recibi¨® 30 millones anuales hasta 2010; y 15 en 2011. Tras el golpe de marzo del a?o pasado, la ayuda se redujo a 5,4 y para este a?o solo hay 4,2. Margallo quiere lanzar un plan especial de cooperaci¨®n para la regi¨®n, pero tambi¨¦n tendr¨¢ que superar la resistencia de un compa?ero de Gabinete; en este caso, el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro.
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