Margallo advierte en Mal¨ª del riesgo de ¡°balcanizaci¨®n¡± de ?frica
Espa?a respalda al Gobierno de Bamako, que rechaza ahora la autonom¨ªa tuareg
Cuando los grupos vinculados a Al Qaeda controlaban el norte de Mal¨ª, la UE apostaba por ofrecer la autonom¨ªa a los tuareg para hacerles cambiar de bando. Apenas mes y medio despu¨¦s, con los yihadistas expulsados de las ciudades por el Ej¨¦rcito franc¨¦s, Bamako no quiere o¨ªr hablar de autonom¨ªa y solo se refiere al ¡°problema del norte¡± donde, asegura, los tuareg (el 8% de la poblaci¨®n de Mal¨ª, 1,5 millones de habitantes) ni siquiera ser¨ªan mayor¨ªa. Y ello a pesar de que la historia de Mal¨ª est¨¢ jalonada de una sucesi¨®n de rebeliones de los ¡°hombres azules¡± del desierto contra la mayor¨ªa negra del sur.
As¨ª se lo ha transmitido esta ma?ana el presidente de transici¨®n de Mal¨ª, Dioncounda Traor¨¦, al ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, quien le ha dado su pleno respaldo. ¡°Lo ¨²nico que no necesitamos es una balcanizaci¨®n de ?frica¡±, ha alegado Margallo. Tras la independencia de Eritrea y Sud¨¢n del Sur, la revisi¨®n de las fronteras, en buena parte arbitrarias, trazadas con tiral¨ªneas por la colonizaci¨®n europea de ?frica aparece como una pesadilla, ante el riesgo de que alumbre nuevos estados fallidos e incluso terroristas.
Como alternativa, Traor¨¦ ha trasladado a Margallo su disposici¨®n a abrir un di¨¢logo de reconciliaci¨®n nacional, para un estado ¡°integrador e incluyente¡±, con aquellos grupos de ra¨ªz estrictamente maliense (es decir, el Movimiento de Liberaci¨®n Nacional de Azawad, el Movimiento Isl¨¢mico de Azawad, surgido del anterior, y los integristas de Ansar Dine), siempre que acepten previamente su desarme. Fuera quedar¨ªan la rama magreb¨ª de Al Qaeda (AQMI) y su escisi¨®n MUYAO.
Adem¨¢s, Mal¨ª pedir¨¢ a Naciones Unidas, como quiere Francia, que asuma como propia la misi¨®n militar puesta en marcha por los pa¨ªses de la Comunidad Econ¨®mica de Estado del ?frica Occidental (CEDEAO), junto con Chad, lo que permitir¨¢ incorporar a otras naciones africanas como Ruanda y Burundi. Ser¨¢ una operaci¨®n de mantenimiento de la paz, no de interposici¨®n; porque esta ¨²ltima supondr¨ªa partir el pa¨ªs.
Como prueba del respaldo espa?ol a la ¡°hoja de ruta¡± del Gobierno de transici¨®n de Bamako, que debe culminar con la celebraci¨®n de elecciones antes del 31 de julio, Margallo ha anunciado el desbloqueo de los fondos de la cooperaci¨®n espa?ola (dos millones) congelados tras el golpe de Estado de marzo de 2012.
El ministro no ha querido pronunciarse sobre una ampliaci¨®n de la contribuci¨®n espa?ola a la misi¨®n de entrenamiento del Ej¨¦rcito maliense aprobada por la UE (EUTM-Mal¨ª). Ha insistido en que el objetivo de su gira por el Sahel es ¡°tomar la temperatura¡± de la regi¨®n para, en su caso, plantear una propuesta al Consejo de Ministros. Eso s¨ª, frente a la negativa de su colega de Defensa, Pedro Moren¨¦s, a superar el tope de 50 instructores, ha subrayado que ¡°no es una situaci¨®n fija, sino que est¨¢ evolucionando d¨ªa a d¨ªa¡±. Es decir, que la contribuci¨®n aprobada por el Congreso a finales de enero puede estar ya obsoleta.
El jefe del escal¨®n avanzado de la misi¨®n de la UE en Bamako, el coronel franc¨¦s Bruno Heluin, ha pedido esta ma?ana a Margallo que la contribuci¨®n de los socios europeos sea ¡°coherente¡±y que un solo pa¨ªs se haga cargo, por turnos de cuatro meses, de la fuerza de protecci¨®n de la futura base de entrenamiento de Kulikor¨®. De otro modo, advirti¨®, podr¨ªa haber problemas de coordinaci¨®n a la hora de repeler una agresi¨®n. De aceptar esa demanda, Espa?a deber¨ªa duplicar como m¨ªnimo la secci¨®n (30 militares) que ha ofrecido para la fuerza de protecci¨®n.
La tarea a la que se enfrenta la misi¨®n de la UE es ingente. El Ej¨¦rcito de Mali es ¡°una cascara hueca¡±, en palabras de un oficial europeo, a la que no ser¨¢ f¨¢cil reconvertir en un cuerpo disciplinado y eficaz. A principios de febrero, fuerzas gubernamentales intentaron desalojar a los ¡°boinas rojas¡± (paracaidistas) leales al anterior presidente, Amadou Toumani Tour¨¦ (ATT), del campamento donde viv¨ªan con sus familias en pleno centro de Bamako. El tiroteo se sald¨® con alg¨²n civil muerto por una bala perdida.
Al capit¨¢n Amadou Sanogo, cabecilla del golpe de Estado de 2012, se la ha encomendado la direcci¨®n del comit¨¦ encargado de dise?ar la reforma militar. A finales del a?o pasado, visit¨® al primer ministro y le convenci¨® de que presentara su dimisi¨®n fulminante. Al parecer, sus argumentos fueron contundentes. La comunidad internacional opt¨® por mirar a otro lado.
Frente a este Ej¨¦rcito ¡°de Pancho Villa¡±, Al Qaeda se mueve a sus anchas desde Nigeria a Argelia y desde Somalia al S¨¢hara Occidental, alimentada con los fondos del tr¨¢fico de drogas o los secuestros y aprovech¨¢ndose del malestar de pueblos marginados como los tuareg.
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