¡°Hay que sanear el capital humano da?ado en la crisis, como con los bancos¡±
El subdirector de la Fundaci¨®n de Estudios de Economn¨ªa cree necesario un cambio radical Propone un contrato ¨²nico que acabe con la tradicional distinci¨®n entre fijos y temporales
Despu¨¦s de medio centenar de reformas y retoques laborales, el paro sigue siendo un problema. Para el economista Ignacio Conde-Ruiz, la soluci¨®n pasa por un cambio radical: un contrato ¨²nico que acabe con la tradicional distinci¨®n entre fijos y temporales. El subdirector de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea), que cuenta entre sus patronos a las grandes empresas, tambi¨¦n defiende un cambio sustancial en el sistema de pensiones. Y r¨¢pido, porque con la crisis ¡°se ha estrechado el margen¡± de tiempo.
Pregunta. El mercado laboral acumula muchas reformas. Pero el paro sigue ah¨ª; en 35 a?os de democracia el desempleo ha superado el 20% tres veces.
Respuesta. El objetivo de la ¨²ltima reforma es facilitar el uso de la flexibilidad interna (jornada, salarios) y es pronto para valorar su eficacia. Pero no ha tocado otro aspecto crucial: la dualidad. Uno de cada tres contratos es temporal y eso es caro, ineficiente e injusto. Ineficiente, porque los trabajadores entran por un tiempo limitado, las empresas no hacen el esfuerzo de formarlos, y ellos tampoco el de formarse porque se van. Es caro, porque la alta rotaci¨®n genera que pasen muchas veces por el desempleo. Adem¨¢s, es injusto socialmente. Un trabajador temporal con 20 a?os, tambi¨¦n lo es 20 a?os m¨¢s tarde en un 45% de ocasiones. Deber¨ªamos prohibir los contratos temporales e ir a un contrato ¨²nico.
Pacto por el empleo y las pensiones
Con la participaci¨®n de Gobierno, partidos pol¨ªticos, centrales sindicales y organizaciones empresariales. Resulta necesario articular un consenso que culmine la reforma laboral y corrija sus carencias y desequilibrios. Establecidas las bases de contrataci¨®n y despido, es urgente impulsar las pol¨ªticas activas de empleo en un pa¨ªs con seis millones de parados. Hay que poner en marcha un programa de subvenciones directas (nacionales y europeas) dirigidas a las peque?as y medianas empresas para la creaci¨®n de puestos de trabajo especialmente orientados a los j¨®venes. El pacto debe financiarse con aportaciones de fondos europeos, en el marco de un acuerdo en la eurozona. Las ayudas previstas en el presupuesto de la Uni¨®n son del todo insuficientes para hacer frente a la gravedad del problema. Es necesaria una reforma en profundidad del sistema de pensiones que tenga en cuenta, entre otras cosas, la mayor esperanza de vida de la poblaci¨®n. Dicha reforma no puede hacerse unilateralmente por ning¨²n partido, cualquiera que sea la mayor¨ªa parlamentaria de que disfrute. Hace falta garantizar la sostenibilidad del sistema y mejorar la correspondencia entre cotizaci¨®n y pensi¨®n.
P. Encubrir¨ªa temporalidad.
R. Las indemnizaciones de despido por a?o trabajado ir¨¢n subiendo con la antig¨¹edad. El empresario no tendr¨ªa que enfrentarse nunca a la decisi¨®n de ofrecer un contrato indefinido o despedir, que es un muro infranqueable. Es verdad que habr¨¢ actividades que por definici¨®n son temporales, pero en este caso se podr¨ªa recurrir a las ETT.
P. ?La soluci¨®n del problema laboral pasa por el marco legal?
R. En Espa?a hemos demostrado que al final las leyes acaban cambiando las cosas. Tenemos el ejemplo del carn¨¦ por puntos, el del tabaco¡ La estructura productiva es end¨®gena al marco institucional. Si quieres cambiar el modelo productivo, tienes que cambiar su entorno, y entre las instituciones que le afectan est¨¢n las laborales. La idea del contrato ¨²nico es redistribuir la seguridad entre indefinidos y temporales y al mismo tiempo hacer m¨¢s atractiva la contrataci¨®n indefinida, crucial para muchas actividades.
P. ?Y esto pasa por recortar la indemnizaci¨®n por despido?
R. No, bien dise?ado, se puede conseguir que el coste agregado ni aumente ni disminuya.
P. Igual para las empresas, pero no para los trabajadores.
R. Algunos trabajadores ganan, los que rotan toda su vida con contratos temporales. Los que suelen tener contratos estables desde el principio ¡ªuniversitarios con carreras muy demandadas¡ª pierden. Por eso hay una redistribuci¨®n.
P. ?En qu¨¦ queda la distinci¨®n, procedente/improcedente?
R. Hay que mantener las dos escalas. No requiere cambiar el proceso de despido. El coste indemnizatorio creciente se aplicar¨ªa tanto en el procedente como en el improcedente.
P. ?La reforma ha sido insuficiente?
R. El abuso de la temporalidad seguir¨¢, m¨¢s con los j¨®venes.
P. ?Y en pol¨ªticas activas?
R. Tenemos un destrozo inmenso en el capital humano por la burbuja inmobiliaria. Nos preocupamos mucho de sanear el capital de los bancos. Eso est¨¢ bien. Pero hay otro capital, el humano, que ha quedado igualmente da?ado. Los que dejaron los estudios prematuramente para trabajar en la construcci¨®n y ahora han sido expulsados del mercado y su ¨²nica experiencia laboral es en un sector sin futuro. Este capital tambi¨¦n hay que sanearlo.
P. ?Y eso no pasa por volver al sistema educativo?
R. En algunos casos, s¨ª. Pero hay quien ya tiene familia, y tiene que formarse trabajando. En estos casos la soluci¨®n pasa por pagar un salario menor mientras se est¨¢n formando, compensado con ayudas p¨²blicas.
P. No hay dinero para eso.
R. Es un tema de prioridades. Y esta es la m¨¢s importante. Hay que gastarse ah¨ª el dinero.
P. ?Espa?a tiene un problema con las pensiones por la crisis o por la demograf¨ªa?
R. Sin duda por la demograf¨ªa, aunque por una buena noticia, la gente vive m¨¢s a?os.
P. Eso se sab¨ªa hace dos a?os, cuando se hizo una reforma de pensiones profunda.
R. Es la mejor reforma que ha habido. Lo que sucede es que los estudios muestran que se resuelve un tercio de los problemas de sostenibilidad futura. Las previsiones demogr¨¢ficas han cambiado.
P. Si han pasado solo dos a?os.
R. S¨ª, pero el INE ha cambiado sus previsiones sobre inmigraci¨®n, pasamos nuevamente a ser un pa¨ªs de emigrantes. La inmigraci¨®n nos daba un margen. Ahora se ha estrechado. Por tanto, uno de los cambios que podr¨ªa hacerse es acortar la llegada de la jubilaci¨®n a los 67.
P. Pero eso perjudicar¨ªa a mucha gente.
R. Estoy de acuerdo en que no se puede dar un giro brusco. Pero se puede adelantar el llamado factor de sostenibilidad que est¨¢ para 2027. Con este factor la pensi¨®n depender¨¢ de diferentes variables en el momento de la jubilaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ variables debe tener en cuenta?
R. Lo importante es que tenga en cuenta aspectos demogr¨¢ficos, como la esperanza de vida o la tasa de dependencia, pero no aspectos coyunturales.
P. La reforma de 2011 dicta que el factor de sostenibilidad debe cambiar par¨¢metros fundamentales (periodo de c¨®mputo, actualizaci¨®n, edad¡).
R. Es dif¨ªcil aplicarlo sobre el sistema actual, es demasiado complejo. El objetivo de la reforma de 2011 es garantizar a los trabajadores una pensi¨®n similar a su ¨²ltimo salario a cambio de que se jubilen m¨¢s tarde. Pero esto es injusto, no todos los trabajadores tienen la misma esperanza de vida. Es razonable que el sistema tenga en cuenta todas las cotizaciones realizadas a lo largo de la vida y que d¨¦ libertad para que cada uno se retire cuando quiera. Lo importante es que en el momento de la jubilaci¨®n, la pensi¨®n sea actuarial, es decir, que est¨¦ en funci¨®n de la esperanza de vida de su generaci¨®n y de lo cotizado.
P. ?D¨®nde queda el elemento de solidaridad que hay en el sistema de reparto actual?
R. La solidaridad intergeneracional se mantiene. El sistema sigue siendo de reparto, no de capitalizaci¨®n. Es decir, los trabajadores pagan las pensiones de los jubilados para que los futuros trabajadores se las paguen a ellos.
P. Todo esto siempre se traduce en una pensi¨®n m¨¢s baja.
R. Al final, para que caiga el gasto en pensiones, la ¨²nica v¨ªa es que las pensiones sean menos generosas.
P. O trabajar m¨¢s a?os.
R. Es lo mismo.
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