¡°La patria vale m¨¢s que la democracia¡±
Un general en la reserva justifica una intervenci¨®n militar para evitar la secesi¨®n ¡°Si los mecanismos de defensa de la Constituci¨®n no funcionan, entonces...¡±
El t¨ªtulo del debate, Fuerzas Armadas y ordenamiento constitucional, no permit¨ªa prever el cariz que acabar¨ªa tomando el acto, pero el general de divisi¨®n en la reserva Juan Antonio Chicharro se meti¨® al p¨²blico en el bolsillo cuando proclam¨®: ¡°La patria es anterior y m¨¢s importante que la democracia. El patriotismo es un sentimiento y la Constituci¨®n no es m¨¢s que una ley¡±.
Un centenar de personas abarrotaba el pasado 6 de febrero el sal¨®n de la Gran Pe?a, un club de rancio aroma frecuentado por militares retirados en la Gran V¨ªa madrile?a. Entre los ponentes figuraban, adem¨¢s del general, el presidente de la Sala de lo Militar del Supremo, ?ngel Calder¨®n, el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Pedro Gonz¨¢lez-Trevijano, y el magistrado y director de la Revista Jur¨ªdica Militar, Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Rodera, como moderador.
El acto se desarroll¨® dentro de los c¨¢nones acad¨¦micos hasta que tom¨® la palabra Chicharro, comandante general de la Infanter¨ªa de Marina (un cuerpo con m¨¢s de 4.000 militares) hasta diciembre de 2010. Desde el principio dej¨® claro que la suya no era una intervenci¨®n improvisada.
Chicharro sigue sujeto al c¨®digo disciplinario y tiene destino en Defensa
Seg¨²n varios asistentes, se excus¨® alegando que en circunstancias normales habr¨ªa declinado la invitaci¨®n, pero que la actual ¡°ofensiva separatista-secesionista¡± le obligaba a hablar. Como ¨²nico militar entre los oradores, asegur¨® que en los ej¨¦rcitos ¡°hay un sentimiento generalizado de preocupaci¨®n, temor, incertidumbre y confusi¨®n¡±, lament¨® su ostracismo y critic¨® la destituci¨®n del general Jos¨¦ Mena, en enero de 2006, por criticar el Estatuto catal¨¢n.
Aunque reproch¨® a los nacionalistas que busquen una interpretaci¨®n tergiversada de la Carta Magna, se aventur¨® a ofrecer la suya. ¡°El art¨ªculo 8.1 no implica la autonom¨ªa de las Fuerzas Armadas¡±, dijo, en alusi¨®n al mandato que encomienda a los ej¨¦rcitos la misi¨®n de ¡°defender la integridad territorial y el ordenamiento constitucional¡±. En l¨ªnea con la jurisprudencia, record¨® que la defensa de la Carta Magna corresponde al Tribunal Constitucional y al Gobierno, al que el art¨ªculo 97 de la Constituci¨®n atribuye la direcci¨®n ¡°de la Administraci¨®n civil y militar¡±.
Hasta ah¨ª, la parte ortodoxa de su discurso. Recurriendo siempre al condicional y sugiriendo las respuestas en forma de preguntas, desarroll¨® luego una teor¨ªa justificativa del golpe de Estado. El problema se producir¨ªa, dijo, ¡°si los responsables de la defensa de la Constituci¨®n no se comportaran como su funci¨®n requiere¡±. Y ello le llev¨® a preguntarse ¡°cu¨¢l es el rango normativo del t¨ªtulo preliminar de la Constituci¨®n¡±.
No lo dijo, pero lo dio a entender: el art¨ªculo 8.1 forma parte del n¨²cleo duro de la Carta Magna, lo que no sucede con el art¨ªculo 97, el que determina la subordinaci¨®n de las Fuerzas Armadas al Gobierno, por lo que su fuerza imperativa ser¨ªa menor.
El general se adentr¨® por la peligrosa senda de las hip¨®tesis al invitar a imaginarse qu¨¦ suceder¨ªa si el PP perdiera la mayor¨ªa absoluta en las pr¨®ximas elecciones y los nacionalistas le exigieran, a cambio de su apoyo, la reforma del art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n, que consagra la unidad indisoluble de la Naci¨®n espa?ola. ¡°?Qu¨¦ hacen entonces las Fuerzas Armadas?¡±, se pregunt¨®. No dio ninguna respuesta. O tal vez s¨ª, porque agreg¨® enigm¨¢ticamente: ¡°Una cosa es la normativa y otra la praxis¡±.
¡°Si los mecanismos de defensa del orden constitucional no funcionan, por acci¨®n u omisi¨®n, entonces...¡±, concluy¨®. La ¨²nica autoridad que pareci¨® resistir su revisi¨®n constitucional fue la del Rey; convertido, como en el 23-F, en mando efectivo de las Fuerzas Armadas.
Si Chicharro quer¨ªa ser ambiguo, el p¨²blico no lo interpret¨® as¨ª. Su intervenci¨®n fue recibida con una gran ovaci¨®n, salpicada por gritos de ¡°?Bravo! ?Bravo!¡±.
Ya en el coloquio, la mayor¨ªa de preguntas fueron incluso m¨¢s lejos que el general. Quien cort¨® en seco la deriva fue el catedr¨¢tico Gonz¨¢lez-Trevijano. ¡°La alternativa a la Constituci¨®n es un suicidio colectivo¡±, advirti¨®.
El general Chicharro est¨¢ en la reserva, pero no retirado. Sigue sujeto al c¨®digo disciplinario castrense, que castiga al militar que ¡°exprese p¨²blicamente opiniones que supongan infracci¨®n del deber de neutralidad en relaci¨®n con las diversas opciones pol¨ªticas o sindicales¡±. Adem¨¢s, est¨¢ destinado en la asamblea permanente de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, un selecto ¨®rgano asesor del ministro de Defensa en materia de recompensas que eval¨²a la ¡°conducta intachable¡± de los militares.
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