Piluca Navarro, la discreci¨®n junto al poder
Fallece la jefa de la secretar¨ªa de Felipe Gonz¨¢lez
Piluca Navarro, que fue jefa de la secretar¨ªa de Felipe Gonz¨¢lez en La Moncloa, muri¨® el viernes en Madrid, despu¨¦s de una enfermedad que ella sobrellev¨® con la fortaleza y la discreci¨®n con la que afront¨® otros contratiempos.
En 1982 Piluca entr¨® a trabajar en el gabinete del presidente del Gobierno, primero en la secretar¨ªa general y luego como responsable de ese departamento. Antes hab¨ªa trabajado en la primitiva Hora 25 de la cadena SER, en Cambio 16¡
En las tareas que desarroll¨® como organizadora de la agenda del presidente Gonz¨¢lez, y luego, cuando este asumi¨® otras tareas, Piluca destac¨® por su eficacia, y por valores que ayer resaltaban todos los que la conocieron ah¨ª: su lealtad y su discreci¨®n. Ambas cualidades marcaron su manera de relacionarse con el dif¨ªcil ¨¢mbito que le toc¨®: ser la responsable del juego de agendas del pol¨ªtico que, en un largo periodo de tiempo, m¨¢s poder tuvo en Espa?a.
Fue responsable del juego
En los momentos m¨¢s dif¨ªciles de la crispaci¨®n que acompa?¨® los ¨²ltimos tiempos de Gonz¨¢lez, a Piluca la salpic¨® la maledicencia de algunos medios, que magnificaron a toda plana denuncias que luego fueron desautorizadas por la justicia; esos medios despacharon luego el sobreseimiento de esas sospechas con unas l¨ªneas de tr¨¢mite.
Habr¨ªa en la vida de Piluca y de Jos¨¦ Luis Fajardo, su marido, artista, un suceso mayor, que nos conmovi¨® a todos y que a ellos los removi¨® para siempre: fue en 1997, la muerte, en accidente, de su ¨²nico hijo, Luis, universitario, m¨²sico, un muchacho cuya tremenda ausencia ya fue una pena que ambos sobrellevaron con la elegancia con la que la propia Piluca afront¨® su enfermedad.
Durante sus largos a?os en Madrid, adonde se trasladaron desde Tenerife a principios de los setenta, la casa de Piluca y de Jos¨¦ Luis fue siempre escenario abierto de encuentros de todo lo que se mov¨ªa en el campo del periodismo y la cultura. Ah¨ª se fragu¨®, en la Transici¨®n, lo m¨¢s notable de lo que luego ser¨ªa la cultura de la movida, pero sobre todo se puso de manifiesto la capacidad de la pareja para congregar sin distingos a innumerables amigos.
Piluca fue una energ¨ªa sentimental que no tuvo desmayo, aun en los peores momentos de la peor de las desgracias; a ella se le puede aplicar la hermosa descripci¨®n que de uno de sus personajes femeninos hizo Hemingway: conoci¨® la angustia y el dolor, pero nunca dej¨® que la venciera esa tristeza. Hasta los ¨²ltimos instantes de su vida mantuvo su energ¨ªa privada para guardarse el dolor.
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