Penosa ausencia de Washington
La falta de presencia y contactos de Rajoy y sus ministros en EEUU bate todos los r¨¦cords
Si se midieran en relaci¨®n con los contactos de alto nivel, deber¨ªamos concluir que las relaciones hispano-norteamericanas registran niveles de penoso abandono. La prueba, es que nuestro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, elegido el 20 de noviembre de 2011 con una apabullante mayor¨ªa absoluta en el Parlamento, diecis¨¦is meses despu¨¦s sigue sin haber sido recibido en la Casa Blanca por el Presidente de Estados Unidos. En tanto que, por ejemplo, su colega italiano Mario Monti designado al frente de un gobierno t¨¦cnico desde aproximadamente las mismas fechas, sin que mediara elecci¨®n popular alguna en su favor, visit¨® a Obama el 9 de febrero de 2012. Al presidente Zapatero le negaron honores y recibimientos en Washington como represalia a que se mantuviera sentado en la tribuna de la Castellana al paso de la bandera de Estados Unidos el 14 de octubre de 2003, cuando el entonces presidente Aznar enviaba tropas a Irak. Ninguno de los actos de sumisi¨®n que Zapatero ofreci¨® despu¨¦s fue capaz de levantarle el interdicto. Pero, Rajoy, quien s¨®lo ha prodigado actitudes genuflexas de ¡°buen porte y buenos modales¡±, tampoco ha logrado que se le abrieran ¡°puertas principales¡±. M¨¢s bien esos ejercicios de aplicaci¨®n y buena conducta han producido efectos contrarios y tanto las figuras de la primera administraci¨®n Obama como las de la segunda han recorrido Europa ahorr¨¢ndose la escala en Madrid, como acabamos de ver con el secretario de Estado John Kerry.
Reconozcamos que la actual ausencia de Washington bate todos los r¨¦cords espa?oles, al menos desde 1989, as¨ª como tambi¨¦n a buen seguro los de todos los pa¨ªses aliados de la NATO, incluso los de menor relevancia que Espa?a. Es tan incre¨ªble como cierto que ninguno de los miembros de este Gobierno, excepci¨®n hecha del ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, que visit¨® a su hom¨®logo Leon Panetta en julio de 2012, haya viajado a la capital federal norteamericana. Insistimos, que ninguno de los titulares de las carteras que integran el Gabinete haya tenido nada que hacer en Washington: ni el de Exteriores, ni el de Econom¨ªa, ni el de Hacienda, ni el de Justicia, ni el de Trabajo, ni el de Interior, ni el de Industria, Comercio y Turismo, ni el de Agricultura, ni el de Sanidad, ni el de Educaci¨®n, ni el de Fomento, ni la vicepresidenta. Inimaginable que sucediera, m¨¢s a¨²n cuando tantos intereses vitales espa?oles tienen que negociarse con los Estados Unidos y ayer mismo, por ejemplo, el presidente Obama presentaba al nuevo secretario de Trabajo, Thomas P¨¦rez, de origen dominicano, quien agradec¨ªa el nombramiento en ingl¨¦s y en espa?ol, prueba adicional por si hiciera falta de la fuerza de la comunidad hispana en aquel gran pa¨ªs.
Se sabe que para la primavera estaba programado un viaje del Rey con motivo de cumplirse el V Centenario del descubrimiento de la Florida por los espa?oles. Un viaje que se intentar¨ªa prolongar despu¨¦s hasta Washington para una entrevista con el presidente Barack Obama. Se trataba de sumar a la expedici¨®n al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero la ¨²ltima operaci¨®n de don Juan Carlos ha descartado todo el programa. Mientras, imperturbable, la m¨¢quina norteamericana ha seguido al servicio de sus intereses y as¨ª el 10 de octubre fue firmado en Bruselas el protocolo de enmienda al Convenio de 1988 de Cooperaci¨®n para la Defensa entre el Reino de Espa?a y los Estados Unidos. Lo suscribieron en Bruselas el ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, y el Secretario de Defensa, Leon Panetta, sin que fu¨¦ramos informados con anterioridad de en qu¨¦ t¨¦rminos hab¨ªa sido negociado por Exteriores. Con ese sencillo acto qued¨¢bamos incorporados al escudo antimisiles, donde se atribuyen determinadas funciones a la base aeronaval de Rota, asunto demasiado importante para que se haya sustanciado as¨ª. Porque entregar la base de Rota por nada arrastra graves hipotecas a nuestra soberan¨ªa que deber¨ªan haberse debatido de manera abierta en el Congreso de los Diputados.
Ahora se cancela el escudo antimisiles, seg¨²n supimos por la conferencia de prensa que celebr¨® en el Pent¨¢gono el secretario de Defensa, Chuck Hagel, quien alegaba motivos presupuestarios y organizativos y argumentaba que la reestructuraci¨®n emprendida estaba centrada en frenar la amenaza nuclear proveniente de Corea del Norte e Ir¨¢n. Pero, recordemos, que cuando nos convenc¨ªan para que nos sum¨¢ramos al escudo antimisiles, explicaban que se trataba de responder a esas misma amenazas, de esa misma procedencia, para lo cual era imprescindible el despliegue previsto en Turqu¨ªa, Polonia, Chequia y Rota, mientras que, sin haberse modificado los objetivos, ahora las bater¨ªas han de emplazarse en el Pac¨ªfico y Alaska. Doctores tiene el Pent¨¢gono y preguntar ofende.
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