Detenidos por torturas y drogas nueve guardias civiles llamados ¡°el Grupo 7¡±
¡°Delinquieron y torturaron de uniforme¡±, dice el coronel que dirigi¨® su captura en Canarias En la operaci¨®n han sido arrestadas otras 12 personas Se han intervenido 1.000 kilogramos de hach¨ªs Tambi¨¦n se les imputan delitos de torturas, amenazas, falsedad documental...

"Cometieron delitos de tortura, s¨ª. Con el uniforme, s¨ª". Ricardo Arranz, coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas, explicaba as¨ª parte de los presuntos delitos cometidos por nueve agentes del cuerpo que se hac¨ªan llamar ¡°el Grupo 7¡±. ¡°Debe ser que hay una pel¨ªcula, o algo as¨ª¡±, a?adi¨® el coronel Arranz al explicar la operaci¨®n la Operaci¨®n Botavara, desarrollada en Fuerteventura y que ha acabado con la detenci¨®n de 21 personas, nueve de ellas miembros del instituto armado. La investigaci¨®n ha llevado a la incautaci¨®n de casi 1.000 kilos de hach¨ªs.
Los guardias civiles detenidos conformaban ¡°una organizaci¨®n con cabecillas y perfectamente jerarquizada¡±, pero cuya estructura ¡°no respond¨ªa a la jerarqu¨ªa que hab¨ªa dentro de la Guardia Civil: el que m¨¢s rango ten¨ªa no era el que m¨¢s mandaba¡±. La investigaci¨®n arranc¨® en noviembre, pero tom¨® velocidad en la madrugada del 20 de febrero, cuando una patera cargada de droga intent¨® arribar a la costa norte de Fuerteventura, a la zona de El Cotillo. La Guardia Civil ya vigilaba a sus propios compa?eros que esperaban la llegada de la barquilla. Esta encall¨® en la orilla. Cuando al d¨ªa siguiente los miembros de la trama delictiva acudieron a recoger los fardos, los guardias civiles buenos los detuvieron.
Cinco de los guardias civiles malos siguen en prisi¨®n desde que fueron detenidos y forman parte del eje central de la organizaci¨®n que se investiga en esta operaci¨®n. La Comandancia de Las Palmas est¨¢ convencida de que en su trabajo delictivo ¡°se val¨ªan de la impunidad que les confer¨ªa portar el uniforme de la Guardia Civil, manchando el honor de los profesionales que pertenecen al instituto armado¡±.
Los principales acusados cargan con delitos de torturas, amenazas, detenciones ilegales, tr¨¢fico de drogas, contra las garant¨ªas constitucionales, falsedad documental en diligencias y actas y otros m¨¢s. ¡°Han dejado pocos delitos del C¨®digo Penal sin tocar¡±, sintetiz¨® Arranz, visiblemente dolido por c¨®mo hab¨ªan actuado sus compa?eros. Incluso dentro del propio cuerpo los acusados de mov¨ªan con una especie de ¡°un halo de superioridad y jact¨¢ndose de ser buenos polic¨ªas¡±, explic¨® el coronel de la Guardia Civil, que ejerci¨® como portavoz ante la prensa.
La banda desarticulada ten¨ªa conexiones con Marruecos, pa¨ªs del que proced¨ªa la droga con la que obten¨ªan ping¨¹es beneficios. Dos de los detenidos son de nacionalidad marroqu¨ª.
La banda liderada por los guardias era considerada como una de las ¡°importantes¡± en el norte de Fuerteventura, por el volumen de droga que mov¨ªan. Una vez que los agentes fueron detenidos, los vecinos de la zona han aportado una gran cantidad de informaci¨®n sobre c¨®mo trabajaban. Hasta entonces, hab¨ªa un total silencio: ¡°Estaban asustados¡±, asegur¨® Arranz.
Las supuestas torturas de las que son acusados se produjeron en las instalaciones del cuerpo, donde habr¨ªan provocado lesiones ¡°o cualquier otra cosa¡±, seg¨²n Arranz, a quienes ca¨ªan en sus manos. El instituto armado investiga los atestados que realizaron los detenidos para saber exactamente cuanto tiempo llevaban delinquiendo ¡°con el uniforme puesto¡±.
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