El juez rechaza por segunda vez la nulidad de los correos de Urdangarin
Castro recuerda que el duque no aleg¨® su supuesta falsedad en los interrogatorios
Los correos electr¨®nicos de I?aki Urdangarin son ¡°documentos privados que han de someterse a las reglas sobre su valoraci¨®n¡±. El juez Jos¨¦ Castro ha acordado este martes en un auto rechazar ¡ªpor segunda vez¡ª la pretensi¨®n del yerno del Rey de decretar la nulidad y la expulsi¨®n de la causa de cientos de correos que aluden a las relaciones particulares y a negocios bajo sospecha del yerno del Rey, que entreg¨® su exsocio en el Instituto N¨®os Diego Torres.
Este material, en papel, seguir¨¢ en el sumario, aunque queda consignada la impugnaci¨®n de su autenticidad por parte de Urdangarin para intentar anular su valor probatorio. A lo largo de un a?o, en seis aportaciones distintas, Torres ha librado al juez Castro numerosas copias de correos internos de N¨®os.
El instructor sostiene que no hay raz¨®n para pensar que sean falsos o manipulados. Entre ellos se incluyen comunicaciones de Urdangarin con la Infanta, el Rey y decenas de corresponsales de la trama del Instituto N¨®os. El juez equipara el valor de los correos en la causa al de otros escritos particulares que no est¨¢n registrados o cuentan con fe notarial.
Urdangarin aduce que la autenticidad est¨¢ lejos de ser verificada. Indica que pueden haber sido violados sus derechos fundamentales, la intimidad y el secreto de las comunicaciones. La defensa del duque detalla distintos paquetes de correos, seg¨²n fuese el yerno del Rey el emisor y el receptor de los mismos ¡ªno Diego Torres¡ª para construir su alegato. En los que era receptor Torres, Urdangarin considera tambi¨¦n que este ha podido violar su intimidad.
El juez asume que ¡°nunca¡± ser¨¢ total la autenticidad probada de un correo electr¨®nico, aunque fuera aportado dentro del ordenador. ¡°Las garant¨ªas que la parte exige a los correos electr¨®nicos aportados son las mismas que podr¨ªan bendecirse de cualquier otro documento¡±.
El juez Castro rechaza la que llama una prueba de un c¨ªrculo diab¨®lico y se?ala que los receptores y emisores de los correos han avalado su contenido. Ya en un primer pronunciamiento, Castro afirm¨® que la ¡°autenticidad [de los correos] mayoritariamente no ha sido puesta en duda por los en algunos casos aludidos y otros intervinientes¡±.
El propio Urdangarin, recuerda el juez, ¡°en ning¨²n momento aleg¨® la falta de autenticidad de ning¨²n correo por el que se le pregunt¨®¡±. El yerno del Rey contest¨® a preguntas sobre el contenido de ellos. Aunque ante una de las preguntas del fiscal Pedro Horrach, su letrado, Mario Pascual, le interrumpi¨®: ¡°?No contestes, I?aki!¡±.
Por otra parte, el juez no resuelve una petici¨®n del pseudosindicato ultra Manos Limpias sobre una eventual nueva declaraci¨®n en el caso. El instructor escribe: ¡°Quede sobre la mesa del proveyente la petici¨®n formulada (...) relativa a la declaraci¨®n de una determinada persona¡±. Manos Limpias no confirm¨® que esta cr¨ªptica referencia judicial aludiera a la infanta Cristina, hist¨®rico objetivo de su acusaci¨®n.
Adem¨¢s, el Parlamento de Baleares ha aprobado este martes ayer una proposici¨®n no de ley, del grupo Mes, de izquierdas y nacionalista, para reclamar al duque de Palma el retorno del dinero recibido de Baleares, 2,3 millones, en el caso de ser condenado en el caso.
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