Una pistola humeante

¡°Tengo aqu¨ª unos papeles ¡ªme dijo mi amigo Sherlock Holmes, sentados una noche invernal al lado del fuego¡ª que creo de veras, Watson, que merecer¨ªan un vistazo suyo¡±. As¨ª arranca el cuento La Gloria Scott (1893), de Arthur Conan Doyle, donde se ha rastreado la aparici¨®n por primera vez del concepto ¡°pistola humeante¡± que en la jerga jur¨ªdica (y tambi¨¦n pol¨ªtica) estadounidense se empez¨® a usar el siglo pasado como sin¨®nimo de prueba irrefutable.

Los papeles de B¨¢rcenas ya eran de por s¨ª bastante contundentes, pero su conexi¨®n con la contabilidad oficial del PP deja una humareda que ser¨¢ muy dif¨ªcil de disipar.

El PP ten¨ªa a su disposici¨®n la herramienta perfecta para legalizar la financiaci¨®n ilegal con entregas de empresarios que figuran en los papeles de B¨¢rcenas: los donativos an¨®nimos, sobre los que el Tribunal de Cuentas ya hab¨ªa expresado reiteradamente sus reservas. En principio, la gran ventaja de una contabilidad B, gestionada con ingresos y cobros en efectivo, es que las transacciones no dejan rastro. Salvo alguna cosa.

La mejor forma de probar si los apuntes de B¨¢rcenas se correspond¨ªan con la realidad era ver si lo que el extesorero apuntaba como ingresos en el Banco de Vitoria (o Banesto), cuya oficina est¨¢ frente a la sede del PP, se ingresaba de verdad en la cuenta. Y eso es lo que demuestra la contabilidad del PP. Se entiende ahora que Dolores de Cospedal no quisiera hacerla p¨²blica.

Pero de todos los donativos apuntados por B¨¢rcenas, solo una parte acababa en el banco. De los m¨¢s de siete millones en met¨¢lico que reflejan sus papeles, solo 1,3 millones fueron al banco y son los que aparecen en la contabilidad del PP, por las mismas fechas e importes. As¨ª, tan importante como lo que aparece en la contabilidad oficial, es lo que no aparece.

Para dar salida al dinero negro, la f¨®rmula habitual es blanquearlo o hacer peque?os pagos en efectivo. B¨¢rcenas apuntaba como ingresos en met¨¢lico en su contabilidad secreta una serie de donaciones y registraba como gastos, entre otros, pagos peri¨®dicos a miembros de la c¨²pula del PP y otras operaciones que no dejan rastro, aunque parte de ellas han sido reconocidas por sus destinatarios. El dinero sobrante es el que se ingresaba en la cuenta del banco. Es el registro de esos ingresos en la contabilidad oficial del PP el que certifica la veracidad de los papeles. La pieza clave del puzle.

¡°Tales son los hechos del caso, doctor, y si resultan de alguna utilidad para su colecci¨®n, le aseguro que los pongo gustosamente a su disposici¨®n¡±, conclu¨ªa el relato de Sherlock Holmes en el cuento.