Margallo contradice a Moren¨¦s y descarta una retirada total de L¨ªbano

¡°?Retirada? En absoluto¡±. Las tropas espa?olas est¨¢n en L¨ªbano para quedarse y solo se retirar¨¢n si cambian las circunstancias, lo que parece improbable, salvo para empeorar. Ese es el compromiso que el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, ha expresado a las autoridades libanesas y a los militares espa?oles, a los que visit¨® en la base Miguel de Cervantes, en Marjay¨²n. ¡°En estos momentos es un compromiso permanente. Eso no quiere decir que si las circunstancias se alteraran no se alterase tambi¨¦n la decisi¨®n¡±, insisti¨®.

Las palabras de Margallo contradicen las de su colega de Defensa, Pedro Moren¨¦s, quien ha dicho repetidamente que la misi¨®n est¨¢ pr¨¢cticamente cumplida y que, m¨¢s pronto que tarde, tocar¨¢ a su fin. ¡°Mi idea es que todas las misiones tienen que terminar. [¡­] Hay que decir a los pa¨ªses que reciben esa ayuda internacional que no es una situaci¨®n permanente. Me gustar¨ªa estar fuera [de L¨ªbano] en 2014 o 2015¡±, declar¨® Moren¨¦s a La Raz¨®n el 14 de abril.

En lo que coinciden Margallo y Moren¨¦s es en que cualquier retirada se har¨ªa en coordinaci¨®n con los aliados, en condiciones de seguridad para las tropas y una vez cumplida la misi¨®n. En lo que discrepan es en que estas condiciones puedan cumplirse a medio plazo y, sobre todo, en la oportunidad de anunciar una retirada. L¨ªbano est¨¢ en una situaci¨®n pol¨ªtica precaria, con el primer ministro dimitido y unas elecciones previstas para junio que parece imposible que se puedan celebrar, pues antes hay que pactar una nueva ley electoral, aut¨¦ntico encaje de bolillos entre las distintas confesiones religiosas. La llegada de al menos medio mill¨®n de refugiados sirios y el contagio a L¨ªbano de las tensiones que desgarran el pa¨ªs vecino no hacen sino elevar la tensi¨®n. Adem¨¢s, retirarse de la ¨²nica misi¨®n de cascos azules en la que participa Espa?a no es la mejor tarjeta de presentaci¨®n para la candidatura como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, que debe votarse en oto?o de 2014.

De momento, Espa?a ha reducido su contingente desde los 1.100 soldados del a?o pasado hasta los 700 que hay ahora y que se quedar¨¢n en 600 cuando se realice el pr¨®ximo relevo, en mayo. Para Margallo, esta reducci¨®n es suficiente; para Moren¨¦s, es el principio de una retirada gradual.

Defensa tiene razones para urgir la vuelta a casa: la misi¨®n en L¨ªbano es la segunda m¨¢s cara, tras Afganist¨¢n, con un coste de casi 174 millones en 2012. Pero una reducci¨®n no es lo mismo que una retirada: aunque con menos efectivos, Espa?a sigue mandando una brigada en la que se integran tropas de India, Nepal, Indonesia o Malaisia. Si se va, habr¨¢ que buscarle recambio.

No es la primera vez que Margallo y Moren¨¦s discrepan. El primero anunci¨® en febrero que Espa?a estudiaba aumentar sus tropas en Mal¨ª, a petici¨®n de Francia. El segundo lo neg¨® de plano. El pasado martes, el ministro de Defensa anunci¨® un incremento de hasta el 50% (entre 40 y 50 militares) en junio. Parece que en L¨ªbano tambi¨¦n Margallo se llevar¨¢ el gato al agua.