Bronca en Melilla tras acoger el l¨ªder de la oposici¨®n a 30 inmigrantes en su casa

Mustafa Aberch¨¢n, l¨ªder del partido musulm¨¢n de oposici¨®n Coalici¨®n por Melilla (CpM), se indign¨® al regresar, el jueves por la noche, a su casa en la carretera de Farhana. En la acera y en la rampa de acceso al garaje ¡°hab¨ªa inmigrantes hacinados, desnudos, descalzos y asustados¡± ante las fuerzas de seguridad espa?olas, recuerda.

Eran una treintena subsaharianos de los m¨¢s de 70 que, sobre las 22h., hab¨ªan logrado saltar, con escaleras artesanales o trepando, los seis metros de la valla que separa a la ciudad aut¨®noma de Marruecos. En total lo intentaron unos 200 justo cuando se produc¨ªa el relevo de la Guardia Civil en la frontera.

Aberch¨¢n, de 53 a?os, que fue presidente de la ciudad en los noventa, no se lo pens¨® dos veces, cuando les escuch¨® gritar ¡°?No Gurug¨²! ?No Marruecos!¡±. Expresaban as¨ª su temor a ser devueltos en caliente al pa¨ªs de donde ven¨ªan.

Les abri¨® la puerta de su garaje ¡°porque no quer¨ªa ni heridos ni intoxicados ante mi casa¡±, explic¨® Aberchan al tel¨¦fono. Hab¨ªa que protegerles de ¡°actitudes violentas aisladas por parte la polic¨ªa¡± que dispar¨® botes de humo, escribi¨® en uno de los tweets. En caliente redact¨® otros mensajes m¨¢s cr¨ªticos con las fuerzas del orden que despu¨¦s borr¨®.

Hasta la casa de Aberch¨¢n se desplazaron, para secundarle, Jos¨¦ Palaz¨®n, que encabeza la ONG local Prodein, y un par de diputados de CpM, el principal partido de oposici¨®n al Partido Popular que gobierna la ciudad.

Tambi¨¦n acudi¨® ?ngel Riesco, el jefe superior de polic¨ªa, que negoci¨® la entrega de los inmigrantes. Escoltados por Aberch¨¢n y Palaz¨®n y por un pu?ado de polic¨ªas caminaron tranquilamente hasta el Centro Temporal de Estancia de Inmigrantes (CETI) donde ingresaron de madrugada. ¡°La actitud de los inmigrantes fue ejemplar¡±, insist¨ªa Aberch¨¢n en la puerta del CETI.

A Juan Jos¨¦ Imbroda, el presidente de Melilla, la actitud de Aberch¨¢n no le ha parecido ejemplar. Se equivoc¨® ¡°totalmente¡±, dijo. ¡°La sensibilidad por estas personas nunca puede ir en detrimento de la ley¡±, se?al¨® tambi¨¦n en un tweet. ¡°?La conciencia se tapa con cu¨¢ntos, con 20 en la casa?¡±, se pregunt¨® despu¨¦s molesto ante la prensa.

El delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, justific¨® la actuaci¨®n de la Guardia Civil ante la casa de Aberch¨¢n a la que relev¨® la polic¨ªa. Se dedic¨® a ¡°conminarles [a los inmigrantes] a que salieran (...) y proteger a la familia que habita la vivienda¡±. ¡°En ning¨²n caso se us¨® violencia, pero s¨ª la fuerza necesaria¡±, a?adi¨®. Hubo tres agentes lesionados.

Hasta hace poco los inmigrantes que entraban por tierra en Melilla eran solo violentos cuando saltaban la valla, pero, una vez dentro, se comportaban pac¨ªficamente como tambi¨¦n lo hac¨ªan los que se acercaban por mar.

Ahora ¡°estamos ante un perfil de inmigrante m¨¢s joven, m¨¢s preparado f¨ªsicamente y dispuesto a penetrar en la ciudad a costa de lo que sea¡±, seg¨²n el delegado del Gobierno. Si ahora recurren a la fuerza es porque temen ser expulsados en caliente como sucedi¨®, por ejemplo, a los pasajeros de una patera que lleg¨®, el 15 de marzo, a escasos metros de la costa.

Pese a que la Guardia Civil les asegur¨® que les llevar¨ªa hasta el muelle, les condujo a alta mar donde les entreg¨® a la Gendarmer¨ªa marroqu¨ª, seg¨²n Palaz¨®n. ¡°Fue una deportaci¨®n ilegal¡±, asegura. Por eso, cuando el domingo pasado se aproxim¨® otra patera, sus ocupantes rechazaron a los agentes del instituto armado con palos y cuchillos. Seis guardias resultaron heridos y seis inmigrantes ingresaron en prisi¨®n en lugar de hacerlo en el CETI.

A ojos del presidente Imbroda la soluci¨®n pasa, seg¨²n dijo, por ¡°modificar la ley de extranjer¨ªa y crear una zona de rechazo en la frontera¡±, es decir legalizar las expulsiones que ahora se efect¨²an con discreci¨®n. Llevar¨¢ tiempo. Mientras tanto se reforzar¨¢ la presencia de la Guardia Civil en Melilla, seg¨²n anunci¨® el delegado del Gobierno. Una unidad de los Grupos de Reserva y Seguridad est¨¢ ya camino de la ciudad.