Rajoy llama al orden a la c¨²pula policial y del CNI por su disputa sobre el fin de ETA
El presidente cita en La Moncloa a los directores de la Polic¨ªa, la Guardia Civil y el CNI para cuadrar sus muy diferentes versiones sobre el estado actual de la banda
ETA est¨¢ muerta, acabada y no volver¨¢ a actuar jam¨¢s. ETA est¨¢ inoperativa, muy tocada, pero podr¨ªa tener capacidad de reacci¨®n. Y ETA solo est¨¢ hibernada y podr¨ªa atentar de nuevo. Son las tres conclusiones muy distintas que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha tenido estos d¨ªas y al mismo tiempo encima de la mesa en La Moncloa. Y no son tres opiniones cualquiera. Son las tres opciones que le entregaron por escrito al presidente, en sendos informes sobre el estado actual de la banda, los m¨¢ximos responsables de los principales cuerpos de seguridad del pa¨ªs: el director del Centro Nacional de Inteligencia, F¨¦lix Sanz Rold¨¢n; el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fern¨¢ndez de Mesa, y el director general de la Polic¨ªa Nacional, Ignacio Cosid¨®. Como las versiones eran tan opuestas y contradictorias, el presidente Rajoy opt¨®, en primer lugar, por intentar poner un poco de orden en esas ideas y les cit¨® a todos, por separado y con el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez, como interlocutor, en el palacio de la Moncloa. Todos ellos mantuvieron las tesis de sus distintos servicios de informaci¨®n. No se pusieron de acuerdo. Rajoy tom¨® nota y no les revel¨® a ellos a favor de qui¨¦n se decantaba. Si es que lo hizo.
La cita del presidente Rajoy con los mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tuvo lugar en La Moncloa a mediados del pasado mes de abril. Al presidente le hab¨ªan llegado a su despacho los informes mensuales que los servicios de informaci¨®n del CNI, la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional le reportan peri¨®dicamente sobre el estado de la banda terrorista ETA. Cuando la situaci¨®n lo requiere, por alguna noticia o actuaci¨®n excepcional, esos informes pueden incluso ser quincenales.
Tras m¨¢s de un a?o de par¨¢lisis total desde que ETA orden¨® el cese de su actividad armada, en octubre de 2011, periodo en el que el Gobierno tampoco ha movido ninguna ficha, la direcci¨®n de la banda emiti¨® uno de sus espor¨¢dicos y recurrentes comunicados. Fue el 26 de marzo, en plena Semana Santa, justo cuando Rajoy estaba en Par¨ªs visitando al presidente franc¨¦s Fran?ois Hollande. El texto llevaba fecha del d¨ªa 17 de marzo y aportaba, junto a la habitual queja ante la ¡°actitud negativa y obstaculizadora¡± del Gobierno espa?ol y el franc¨¦s, un mensaje nuevo m¨¢s amenazante: ¡°La disoluci¨®n del espacio de di¨¢logo constituye un paso atr¨¢s muy claro y traer¨¢ consecuencias negativas, que dificultan y retrasan la resoluci¨®n del conflicto¡±. Rajoy compareci¨® esa tarde en el Eliseo para restar trascendencia a esa advertencia y para remachar que el Ejecutivo no estaba dispuesto a plantearse ning¨²n movimiento hasta que ETA anunciase su disoluci¨®n. Pero los expertos en la lucha antiterrorista s¨ª tomaron buena nota del aviso. Aunque el problema es que cada cuerpo policial lo interpret¨® de forma diferente y seg¨²n sus intereses.
Ni reuni¨®n ni Oslo ni Ternera
El Gobierno de Mariano Rajoy ni se ha reunido ni se quiere reunir con nadie que esgrima representar a la banda terrorista ETA. Rajoy no ha dado a nadie ese mandato, que s¨ª concedi¨® en su d¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Pero los terroristas s¨ª pensaron que ese di¨¢logo ser¨ªa posible hasta hace poco. Muy poco. En el comunicado de la banda del 26 de marzo, similar en gran parte al de esta misma semana en sus reproches sobre los presos, se cuestionaba la resistencia del Ejecutivo de Rajoy a enviar alg¨²n emisario para encontrarse con Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, David Pla e Iratxe Sorz¨¢bal, la pretendida comisi¨®n negociadora que se hab¨ªa recluido durante este tiempo en Oslo (Noruega). Era otro lamento con aviso para entendidos. Ternera, expulsado de ETA por ser considerado un blando, y los otros interlocutores ped¨ªan una cita. No se la dieron. A cambio se supo que hab¨ªan sido expulsados en febrero de ese pa¨ªs n¨®rdico de gran tradici¨®n negociadora en este tipo de procesos.
Fuentes de la lucha antiterrorista en Espa?a relacionan precisamente esa expulsi¨®n de Oslo y su traslado a alg¨²n lugar de Francia, B¨¦lgica u otro pa¨ªs de centroeuropa a que todos los interlocutores implicados en este proceso comprendieron que esa reuni¨®n nunca ser¨ªa posible en las actuales condiciones.
Rajoy lo sentenci¨® posteriormente en una comparecencia en la que fue interpelado al respecto en el Congreso de los Diputados: ¡°Para dejar las cosas claras: si esas personas estaban o no en Noruega, si dejaron o no de estar, nada tiene que ver con las decisiones del Gobierno que yo presido. Nada que ver¡±. El Gobierno por ahora ni se re¨²ne ni dialoga ni cambia su pol¨ªtica penitenciaria.
El informe m¨¢s duro y menos contemplativo ante las supuestas intenciones de la banda ETA fue el de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la polic¨ªa. Sobre el contenido de ese texto remitido a Rajoy a mediados de abril ofrece una pista clara el documento hecho p¨²blico este pasado 25 de abril por Europol, la Oficina Europea de Polic¨ªa: ¡°Se cree que el grupo mantiene su estructura log¨ªstica y contin¨²a su funci¨®n como organizaci¨®n clandestina (...) Preocupa que los sectores m¨¢s radicales de ETA puedan tratar de retomar las actividades terroristas si fallaran en la consecuci¨®n de sus objetivos pol¨ªticos¡±.
En los d¨ªas siguientes, adem¨¢s, la polic¨ªa francesa inform¨® de un robo de una furgoneta Renault M¨¢ster cerca de Hendaya con el operativo habitual de ETA, se sucedieron conatos de kale borroka en distintas localidades del Pa¨ªs Vasco, y algunos medios de comunicaci¨®n en Espa?a publicaron noticias sobre un hipot¨¦tico repunte de la actividad terrorista. Incluso algunas fuentes de la lucha antiterrorista planteaban el temor de que ETA estuviese tentada a dar alg¨²n tipo de golpe de efecto o acci¨®n aislada para dejarse ver. Esas especulaciones han sentado especialmente mal a los expertos del CNI, que las rechazan totalmente y creen que proceden de filtraciones interesadas.
El Gobierno, y en especial el Ministerio del Interior, hace tiempo que constata que ETA est¨¢ efectivamente m¨¢s debilitada que nunca, pero no se puede atrever a descartar del todo una respuesta descontrolada. Esa es la tesis que defiende en su informe sobre el estado actual de ETA la Guardia Civil. Es tambi¨¦n de las mismas fechas, mediados de abril. Los responsables de los servicios de informaci¨®n de la Guardia Civil, que son los ¨²nicos que mantienen desde hace a?os unidades operativas en territorio franc¨¦s, no son tan pesimistas como los de la polic¨ªa. Las fuentes de la lucha antiterrorista que han tenido acceso a ese documento lo califican de ¡°equidistante y equilibrado¡±.
Es decir, en sus conclusiones relatan que ETA est¨¢ realmente muy tocada y que no tiene pr¨¢cticamente capacidad de acci¨®n, pero tambi¨¦n corroboran que entre su sector m¨¢s joven conviven grupos muy radicales que no quieren hacer caso a los mensajes componedores de los m¨¢s veteranos, que s¨ª est¨¢n por la labor de negociar y cerrar definitivamente la puerta a un eventual regreso de la violencia.
Rajoy llam¨® por separado a los m¨¢ximos jefes de los tres cuerpos
La se?al de alerta que m¨¢s alter¨® la visi¨®n de Rajoy sobre c¨®mo de confuso est¨¢ este problema se la proporcion¨® el texto que le remitieron los expertos esp¨ªas del CNI. Los estrategas del CNI, con informaci¨®n facilitada por sus servicios en el exterior y por sus infiltrados en el entorno m¨¢s cercano de la banda, s¨ª consideran que ETA se acab¨®. Y tambi¨¦n que ni quiere ni puede volver a actuar.
Rajoy se qued¨® desconcertado tras leer los tres documentos de sus expertos en la materia. Tan solo unos d¨ªas antes, el 10 de abril, se hab¨ªa visto en secreto en La Moncloa con el actual lehendakari, ??igo Urkullu, que le entreg¨® su plan de reinserci¨®n de presos para activar la enquistada situaci¨®n en las c¨¢rceles. Rajoy mantiene una buena relaci¨®n pol¨ªtica y de confianza con Urkullu. Pero todav¨ªa no le ha respondido a ese plan. No sabe muy bien c¨®mo actuar en estos momentos.
Rajoy mand¨® llamar a los m¨¢ximos responsables de los tres cuerpos y les pidi¨® explicaciones. No les junt¨®. Lo hizo por separado. No le dio la raz¨®n a ninguno. Eso s¨ª, les reclam¨® informaci¨®n sobre en qu¨¦ datos o fuentes se basaban para llegar a sus muy diferentes conclusiones. La Guardia Civil esgrimi¨® la experiencia de sus unidades sobre el terreno. El CNI, sus esp¨ªas en el extranjero, sus contactos internacionales y sus infiltrados. La polic¨ªa, su desconfianza total hacia todas esas se?ales.
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