El ej¨¦rcito de ¡®pitufos¡¯ de Feng y Xu
La polic¨ªa sospecha que el matrimonio imputado en el ¡®caso Emperador¡¯ y supuestamente huido de la justicia se refugia en Portugal
Wang Feng y Kai Xu ¡ªel matrimonio imputado en el caso Emperador y supuestamente huido de la justicia desde el pasado s¨¢bado¡ª comandaban un ej¨¦rcito de pitufos que blanquearon cientos de miles de euros. Con la tapadera de un herbolario en el distrito madrile?o de Usera, Wang Feng, de 49 a?os, capt¨® a m¨¢s de diez personas y las situ¨® como gestores de locutorios con servicio de env¨ªo de remesas. Por orden del matrimonio, estos peones del blanqueo enviaban grandes cantidades de dinero a China simulando que eran env¨ªos de inmigrantes.
El dinero supuestamente proced¨ªa de actividades ilegales como el fraude fiscal, el contrabando, la falsificaci¨®n o la trata de personas; y las cantidades remitidas a China nunca exced¨ªan los 30.000 euros. Esta t¨¦cnica, denominada pitufeo, consiste en utilizar a gran de n¨²mero de personas que hacen transferencias de peque?as cantidades para evitar que las entidades bancarias den parte de las operaciones al Servicio de Prevenci¨®n de Blanqueo de Capitales del Banco de Espa?a.
Wang Feng, de 49 a?os, est¨¢ considerado un ¡°miembro destacado¡± de la trama de blanqueo de capitales, aunque pertenece a una parte de la investigaci¨®n no vinculada con el considerado cerebro de la organizaci¨®n, Gao Ping. Sus actividades delictivas no se limitaban, sin embargo, a las operaciones a peque?a escala. Seg¨²n los investigadores, Feng puso en marcha varias sociedades mercantiles y situ¨® a terceras personas en los ¨®rganos de administraci¨®n. Estos testaferros abr¨ªan cuentas bancarias en distintas entidades y, desde ellas, enviaban fondos a China simulando que se trataba de operaciones comerciales. Esta forma de actuar permit¨ªa ¡°ampliar la cantidad de dinero¡± que se pod¨ªa mandar al gigante asi¨¢tico ¡°sin que salten las alertas de los controles fiscales¡±.
La polic¨ªa sospecha que el matrimonio ha buscado refugio en Portugal. Fuentes policiales afirman que Feng y Xu mantuvieron en el pasado negocios en ese pa¨ªs y que es altamente improbable que hayan tratado de viajar a China, ya que los controles de los aeropuertos habr¨ªan detectado su condici¨®n de investigados con prohibici¨®n de salir de Espa?a. El lunes, el juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso Emperador, Fernando Andreu, emiti¨® una orden de busca y captura contra la pareja, despu¨¦s de que el s¨¢bado por la noche no acudieran a firmar al juzgado, adonde ten¨ªan obligaci¨®n de comparecer a diario. Desde entonces, no hay rastro de ellos.
Feng y Xu son dos personas muy discretas: evitaban hablar por tel¨¦fono de los env¨ªos de remesas ¡ªo utilizaban claves como ¡°unidad¡±, ¡°caja¡± o ¡°cosa¡±¡ª y cambiaban de terminal con cierta frecuencia. Seg¨²n la investigaci¨®n, esta red de blanqueo se organizaba a trav¨¦s de grupos familiares interrelacionados que recib¨ªan las ¨®rdenes directamente desde China. En algunos bancos de ese pa¨ªs ten¨ªan c¨®mplices que les alertaban de las sospechas que suscitaban sus movimientos bancarios. Tambi¨¦n en Espa?a ten¨ªan compinches en las entidades financieras: en febrero de 2002, una empleada de banca comunicaba a Wang Feng que ¡°su jefe hab¨ªa recibido una llamada¡± de una sucursal de Parla (Madrid) ¡°porque hab¨ªa ido mucha gente china a abrir cuentas¡±, despu¨¦s de haber cancelado otras cuentas masivamente en otra entidad. En la conversaci¨®n, la mujer le advierte a Feng de que ¡°no abran cuentas todos juntos¡± para no llamar la atenci¨®n.
Adem¨¢s de las transferencias electr¨®nicas a trav¨¦s de locutorios y entidades financieras, el grupo tambi¨¦n transportaba el dinero f¨ªsicamente por carretera. A dos miembros de la organizaci¨®n se les intervino 1,3 millones de euros en efectivo ocultos en un hueco del dep¨®sito de gasolina de su coche.
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