Un ¡®voyeur¡¯ alarma a Zaragoza
Un joven que se infiltr¨® en cientos de ordenadores pose¨ªa miles de fotos ¨ªntimas de sus vecinos La polic¨ªa no ha logrado identificar a las v¨ªctimas
La polic¨ªa de Zaragoza tiene un problema. Hay cientos de vecinos de la ciudad cuya intimidad ha sido violada. Sus im¨¢genes, desnudos o en actos sexuales, estaban en el disco duro de los ordenadores de un hombre de 34 a?os que fue detenido hace seis meses. Y durante todo este tiempo han estado en manos de la polic¨ªa. ?Qui¨¦n, c¨®mo y de qu¨¦ manera identifica a ese vecino/a desnudo sin que su intimidad sea divulgada? S¨ª, es un problema.
Algunas personas que viv¨ªan cerca del detenido han llamado estos d¨ªas, alarmadas por los medios de comunicaci¨®n, a la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Zaragoza para preguntar si est¨¢n entre los espiados. Y no han obtenido respuesta, porque la polic¨ªa no la tiene seis meses despu¨¦s.
Un portavoz policial asegura que el hombre no utilizaba esas im¨¢genes para uso lucrativo, sino solo para ¡°autoconsumo¡±. Algunos expertos en la materia contradicen este argumento policial. Para mayor complejidad, EL PA?S ha verificado que no se ha producido ninguna nueva actuaci¨®n en el sumario del caso, a pesar de que la polic¨ªa insiste en que sigue investigando. Sin novedades en la investigaci¨®n, sin posibilidad de identificar a las v¨ªctimas, sin conclusiones y con miles de im¨¢genes de vecinos archivadas, ?qu¨¦ pasa con el fisg¨®n de Zaragoza?
La polic¨ªa cree que no ha hecho negocio con las im¨¢genes
El fisg¨®n de Zaragoza viv¨ªa en la tercera planta de un inmueble de clase media en el barrio zaragozano de San Jos¨¦, uno de los m¨¢s poblados de la capital aragonesa. Ten¨ªa un trabajo estable relativamente bien remunerado y poca vida social, seg¨²n la polic¨ªa, aunque hablaba mucho en las reuniones de comunidad. Alto y de apariencia normal. Un buen d¨ªa del mes de noviembre de 2012, tres agentes de polic¨ªa llamaron a la puerta de su domicilio para un registro. Le acusaban de compartir archivos ped¨®filos con otros usuarios por internet. Fue detenido y puesto en libertad con cargos. Desde noviembre su vida no se ha alterado demasiado: mantiene su empleo y no tiene una familia a la que dar explicaciones por lo sucedido.
Lo m¨¢s sobresaliente que ocultaban los discos duros de sus dos ordenadores, el fijo y el port¨¢til, no eran los 555 archivos ped¨®filos que provocaron su detenci¨®n, sino miles de im¨¢genes privadas de habitantes de su ciudad. No se puede afirmar, seg¨²n la polic¨ªa, que esos archivos correspondan exclusivamente a los vecinos de su bloque. ¡°Utilizaba herramientas muy sofisticadas¡±, afirma el responsable de la investigaci¨®n, ¡°m¨¢s propias de servicios muy especializados, que no est¨¢n al alcance siquiera de los friquis inform¨¢ticos¡±.
¡°El imputado utilizaba herramientas propias de servicios muy especializados¡±, explica el responsable de la investigaci¨®n
El detenido se infiltraba en ordenadores ajenos a trav¨¦s de las redes wifi, utilizaba troyanos y pod¨ªa sustraer tanto los archivos personales de sus v¨ªctimas (entre ellos, material gr¨¢fico) como activar la c¨¢mara web de su ordenador para obtener im¨¢genes sin que el propietario se percatara de ello.
Ese intrusismo en las vidas ajenas no se limit¨® a un bloque de vecinos, pero la polic¨ªa dice no tener informaci¨®n de las zonas de Zaragoza donde el fisg¨®n pudo violar la intimidad ajena. La polic¨ªa asegura con rotundidad que el hombre no estableci¨® contacto con sus v¨ªctimas, no extorsion¨® a nadie. Tampoco hizo dinero con esas im¨¢genes. Era un voyeur, seg¨²n la polic¨ªa. ¡°Hab¨ªa rebasado los l¨ªmites morales. Hab¨ªa interiorizado todo lo que hac¨ªa, pero se consideraba a salvo¡±, explica el polic¨ªa. Dicho as¨ª, cualquier vecino de Zaragoza puede encontrarse entre sus damnificados.
Este caso no ha pasado desapercibido en la red y ha provocado muchos comentarios. Los expertos consultados estiman que la polic¨ªa exagera, que las herramientas no son tan sofisticadas, que espiar al vecino es m¨¢s com¨²n de lo que parece y que lo m¨¢s probable es que esas im¨¢genes de Zaragoza en actos ¨ªntimos hayan sido vendidas o compartidas. Chema Alonso, un reconocido experto en la materia, autor del blog Un inform¨¢tico en el lado del mal, ya advirti¨® de este problema a trav¨¦s de un art¨ªculo suyo titulado: ¡°Ponte sexy para salir en v¨ªdeo o tapa la webcam¡±.
La polic¨ªa de Zaragoza se encuentra ahora en una dif¨ªcil tesitura: seis meses de investigaci¨®n no han dado fruto. El sumario no se ha movido. El detenido ha hecho su vida normal. Hay supuestamente numerosas v¨ªctimas, pero ninguna est¨¢ identificada. ?Y c¨®mo lo hacen? ?A qui¨¦n le ense?an la foto de un vecino desnudo para que la identifique? S¨ª, la polic¨ªa de Zaragoza tiene un problema.
Noticia con seis meses de retraso
El caso del voyeur inform¨¢tico de Zaragoza salt¨® a la luz p¨²blica el pasado 2 de mayo. Fue ese d¨ªa cuando se difundi¨® una nota policial que destacaba que, en el marco de una operaci¨®n contra la pederastia por internet, se hab¨ªa descubierto a un hombre que ten¨ªa una gran cantidad de archivos de vecinos de Zaragoza dado que se hab¨ªa infiltrado en sus ordenadores a trav¨¦s de redes wifi. Ese era el resumen de la nota, pero hab¨ªa un detalle que no dec¨ªa: la operaci¨®n no se hab¨ªa llevado a cabo en esas fechas, ni siquiera unos d¨ªas atr¨¢s, la operaci¨®n y detenci¨®n del citado sujeto se llev¨® a cabo nada menos que el 7 de noviembre pasado, es decir, casi medio a?o atr¨¢s. ?Ten¨ªa alg¨²n sentido este retraso o presunto embargo de esta operaci¨®n policial? La respuesta obtenida es que no. "Probablemente se difundi¨® cuando la Brigada Central de Delitos Tecnol¨®gicos dio por terminada una operaci¨®n en toda Espa?a", explic¨® un portavoz.
Sea como fuere, la noticia lleg¨® con seis meses de retraso a los medios informativos, algunos de los cuales, c¨¢mara al hombro, asaltaron el inmueble donde viv¨ªa el detenido y comenzaron a interrogar a sus vecinos, los cuales supieron as¨ª que pod¨ªan haber sido presuntamente espiados hace unos meses. Como suele ocurrir en estos casos, los entrevistados no salieron de su asombro: nadie hab¨ªa dudado hasta ahora del vecino, nadie hab¨ªa sospechado un comportamiento extra?o en ¨¦l, nadie pod¨ªa imaginarse que dedicara su tiempo libre a espiarles.
El revuelo informativo provoc¨® la alarma entre el vecindario y en el propio detenido, que se vio en los papeles seis meses despu¨¦s sin saber qu¨¦ es lo que hab¨ªa pasado. De la misma manera sorprendi¨® a su abogada, e incluso a la jueza de un caso que no hab¨ªa registrado movimientos en tantos meses. Nadie entend¨ªa qu¨¦ hab¨ªa pasado. Un detalle m¨¢s de un caso que es dif¨ªcil determinar c¨®mo llegar¨¢ a una conclusi¨®n.
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