Los tres presuntos asesinos del inspector Puelles se niegan a declarar

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzga desde este martes por la ma?ana a los presuntos asesinos del inspector de la brigada policial de informaci¨®n Eduardo Puelles, muerto en junio de 2009 a causa de una bomba lapa colocada en la parte inferior de su veh¨ªculo en el municipio vizca¨ªno de Arrigoriaga. Los tres acusados se han negado a contestar las preguntas de la fiscal¨ªa y de la acusaci¨®n particular. Las abogadas de la defensa tampoco han hecho preguntas a los acusados ni a los testigos de la acusaci¨®n.

Se han sentado en el banquillo los etarras miembros del comando Otazua ??igo Zapira¨ªn, Beatriz Etxebarr¨ªa y Daniel Pastor como presuntos autores del asesinato. La fiscal¨ªa solicita una pena de 45 a?os de c¨¢rcel para cada uno, as¨ª como la prohibici¨®n de residir en Bilbao durante los diez a?os posteriores al cumplimiento de la condena. En su escrito, la fiscal Ana No¨¦ tambi¨¦n solicita una indemnizaci¨®n solidaria de 200.000 euros para la viuda de la v¨ªctima, as¨ª como una de 150.000 euros a cada uno de sus hijos. A las peticiones del ministerio p¨²blico se han sumado el Sindicato Unificado de Polic¨ªa y la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo como acusaci¨®n particular.

Nada m¨¢s empezar la vista, alrededor de las diez y media de la ma?ana, los acusados han mostrado una actitud desafiante desde el cub¨ªculo que los separaba de la sala."No reconozco la legitimidad de este tribunal y no voy a participar en el proceso", han afirmado los presuntos etarras. Los acusados han dejado claro que no contestar¨ªan a ninguna de las preguntas. Sus abogadas defensoras, por su parte, se han limitado a aportar las denuncias por torturas que presentaron los detenidos y tampoco han querido participar en el juicio.

Durante la primera fase del proceso han contestado a las preguntas de la acusaci¨®n el instructor as¨ª como el secretario policial que firmaron el atestado. Tambi¨¦n han comparecido hasta cinco polic¨ªas que estuvieron en el lugar del crimen, ratificando todos ellos los atestados presentados el d¨ªa del asesinato. Los agentes han descrito el cr¨¢ter que dej¨® la explosi¨®n y la situaci¨®n de los dem¨¢s veh¨ªculos que se encontraban situados en el aparcamiento donde se registro la detonaci¨®n.

A continuaci¨®n han contestado dos Guardias Civiles que participaron en la detenci¨®n, registro de domicilios e interrogatorios. Estos han insistido en que la declaraci¨®n de los encausados se hizo dentro de los par¨¢metros legales, con abogado de oficio y sin mediar coacciones de por medio. Hasta ese momento no ha intervenido la defensa, cuya estrategia se ha basado exclusivamente en tratar de deslegitimar las declaraciones que realizaron los detenidos por haber sido conseguidas, seg¨²n su criterio, bajo torturas. Los abogados de oficio que asistieron a ??igo Zapira¨ªn y Beatriz Etxebarr¨ªa, sin embargo, han negado en todo momento que los detenidos hubieran recibido coacciones o que firmaran sus declaraciones sin estar de acuerdo con ellas. Al abogado que asisti¨® al tercer detenido, Daniel Pastor, no se le ha citado.

Despu¨¦s de los agentes de la Guardia Civil ha llegado el turno de Mar¨ªa Francisca Hern¨¢ndez y Sotelo, viuda de Eduardo Puelles. Con voz consternada, Hern¨¢ndez ha recordado el d¨ªa en el que su vida cambi¨® completamente. "O¨ª la explosi¨®n debajo de casa y enseguida supe que era ¨¦l por el tiempo que hab¨ªa transcurrido desde que hab¨ªa salido de casa", ha explicado. La viuda ha descrito los momentos inmediatamente despu¨¦s de la explosi¨®n, citando a la gente que vio por el lugar, el fuego que envolv¨ªa el veh¨ªculo y c¨®mo se la llevaron de ah¨ª mientras el coche segu¨ªa en llamas. "Mi vida ya no es vida", se ha lamentado "aqu¨ª siempre se habla de derechos humanos [en referencia a la izquierda abertzale] pero lo que veo es que solo los tienen los asesinos".

Con este proceso se juzga el ¨²ltimo asesinato perpetrado por la banda en el Pa¨ªs Vasco antes de la tregua, aunque posteriormente a este atentado la banda mat¨® a dos Guardias Civiles en Mallorca en julio de 2009 y a un Gendarme en Francia en marzo de 2010. El juicio proseguir¨¢ ma?ana a partir de las diez.