Yak-42: negligencia sin responsable
Las familias de las v¨ªctimas acudir¨¢n a Estrasburgo para pedir un juicio El Constitucional rechaz¨® reabrir el caso por las irregularidades del vuelo
El 26 de mayo de 2003, un avi¨®n Yak-42 en el que 62 militares espa?oles regresaban de cumplir su misi¨®n en Afganist¨¢n se estrell¨® contra una monta?a cerca de la ciudad turca de Trebisonda. Jos¨¦ Manuel Sencianes, sargento primero del Ej¨¦rcito del Aire, era uno de ellos. Hoy tendr¨ªa 40 a?os y, probablemente, ser¨ªa brigada como sus compa?eros de promoci¨®n. Su hermano, Miguel ?ngel Sencianes, presidente ahora de la Asociaci¨®n de Familias del Yak-42, se lamenta: ¡°Ninguno de los responsables ha pagado por la cat¨¢strofe y nadie nos ha pedido perd¨®n¡±.
Diez a?os son muchos. Los ni?os de entonces se han hecho adolescentes y los adolescentes, adultos; varios de ellos visten incluso uniforme militar. Algunas viudas, pocas, han rehecho su vida. Muchos padres han muerto sin saber por qu¨¦ tuvieron que asistir al funeral de sus hijos. El tiempo pasa, pero la panoplia de procesos judiciales apenas ha logrado desenmara?ar la madeja de mentiras y complicidades.
El Tribunal Constitucional acord¨®, el pasado 13 de febrero, desestimar el recurso de las familias contra el sobreseimiento de la causa abierta por las irregularidades que rodearon la contrataci¨®n del vuelo. Le bast¨® un p¨¢rrafo para, alegando la ¡°manifiesta inexistencia de violaci¨®n de un derecho fundamental¡±, dar carpetazo a la investigaci¨®n, a pesar de que la fiscal¨ªa consider¨® que el accidente fue ¡°previsible¡±, fruto de una ¡°imprudencia grave¡± y una ¡°absoluta falta de diligencia¡± y de que seis mandos ¡ªincluidos el ex jefe de la c¨²pula militar, el almirante Antonio Moreno Barber¨¢, y el exjefe del Estado Mayor Conjunto, el teniente general Juan Luis Ibarreta¡ª llegaron a estar imputados. Los peritos concluyeron que el siniestro fue fruto de un error fatal de los pilotos, una maniobra temeraria e inexplicable. O quiz¨¢ no tanto, porque tambi¨¦n constataron la falta de preparaci¨®n y el exceso de fatiga de los tripulantes.
Ni el indicador de combustible ni el sistema de grabaci¨®n de conversaciones en cabina funcionaban. Estas aver¨ªas no provocaron el accidente del Yak-42 pero, seg¨²n la reglamentaci¨®n aeron¨¢utica, eran suficientes para prohibirle despegar.
Tres procesos
El Constitucional ha inadmitido el recurso de las familias contra el archivo de la causa para investigar las irregularidades que rodearon la contrataci¨®n del Yak-42
De los tres condenados por la falsa identificaci¨®n de los cad¨¢veres, el general Vicente Navarro muri¨® antes de ingresar en prisi¨®n y los dos comandantes forenses fueron indultados.
La condena de 6,1 millones impuesta en septiembre pasado a Chapman Freeborn y UM Air a¨²n no se ha ejecutado. La primera tiene sede en Alemania y la otra podr¨ªa ser insolvente.
El archivo de la causa ha impedido saber por qu¨¦ se confi¨® a una compa?¨ªa ucraniana ¡ªincluida m¨¢s tarde en la lista negra de la Aviaci¨®n Civil¡ª el traslado de las tropas y, sobre todo, a d¨®nde fueron a parar los 110.558 euros de diferencia entre lo que pag¨® Defensa (149.000) y lo que recibi¨® UM Air (38.442), operador final del vuelo. Si solo hubo desidia y falta de control o algo m¨¢s.
Para aclararlo habr¨ªa sido necesario investigar la cadena de subcontrataciones, media docena en total. El actual jefe del CNI, el general F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, encarg¨® una aut¨¦ntica tarea detectivesca para recuperar los contratos; pero varios ten¨ªan tachado el importe. Tampoco aparecieron nunca, aunque el juez los pidi¨®, los expedientes de los 41 vuelos anteriores, cuyo importe total super¨® los 8,8 millones de euros.
Defensa intent¨® descargar toda la responsabilidad en la agencia NAMSA de la OTAN, que gestionaba el flete de los aviones, pero ¨¦sta aleg¨® que se limitaba a verificar la documentaci¨®n, no el estado de los aparatos. Ni una cosa ni otra. El Yak-42 carec¨ªa incluso del seguro previsto en el contrato y Defensa tuvo que abonar 75.000 euros por fallecido (4,6 millones en total). El dinero sali¨® de las arcas p¨²blicas y el Estado nunca lo reclam¨®.
Agotada la v¨ªa judicial en Espa?a, las familias no se dan por vencidas: han decidido llevar su batalla a Europa y reclamar al Tribunal de Estrasburgo el juicio que aqu¨ª se les niega.
Es cierto que han ganado tres juicios: uno en Madrid y dos en Zaragoza, donde hubo que repetir el proceso civil. El 19 de mayo de 2009 pareci¨® que se har¨ªa justicia. La Audiencia Nacional conden¨® a tres a?os de c¨¢rcel al general Vicente Navarro y a 18 meses a los comandantes Jos¨¦ Ram¨®n Ram¨ªrez y Miguel ?ngel S¨¢ez por la falsa identificaci¨®n de 30 de los 62 cad¨¢veres. Navarro y sus ayudantes no se equivocaron sino que atribuyeron aleatoriamente las identidades, que resultaron ser falsas, ¡°con conocimiento y voluntad de faltar a la verdad¡±, seg¨²n la sentencia, ratificada por el Tribunal Supremo.
Navarro nunca ingres¨® en prisi¨®n, pues falleci¨® de enfermedad en junio de 2010, mientras que los comandantes ni siquiera fueron expulsados del Ej¨¦rcito, como exig¨ªa su condena. En abril del a?o pasado, solo cuatro meses despu¨¦s de llegar al poder, el Gobierno del PP los indult¨®. El entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, quien orden¨® a Navarro que repatriara los cad¨¢veres ¡°cuanto antes¡±, pues se preparaba un funeral de Estado en Torrej¨®n, fue premiado con el cargo de embajador en Londres por su car¨¢cter ¡°extraordinario¡±, en palabras del titular de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo.
Hasta ahora ni siquiera han pagado su culpa las dos empresas responsables del vuelo: el br¨®ker Chapman Freeborn y la compa?¨ªa de ch¨¢rter UM Air. El Supremo ratific¨®, en septiembre pasado, la sentencia que las condena a indemnizar solidariamente a las familias de las v¨ªctimas con 6.125.000 euros. Pero todav¨ªa no han soltado un c¨¦ntimo. Chapman tiene su sede en Alemania, por lo que la ejecuci¨®n de la sentencia depende de la cooperaci¨®n judicial germana. Respecto a UM Air, Leopoldo Gay, abogado de la asociaci¨®n de v¨ªctimas, tuerce el gesto cuando se le pregunta por qu¨¦ no reclama tambi¨¦n en Ucrania: la solvencia de esa l¨ªnea a¨¦rea ¡ªa cuyo nombre ni siquiera estaba el avi¨®n¡ª es m¨¢s que dudosa.
Diez a?os despu¨¦s, se vuelve a la casilla de salida. Concluido el proceso penal y el civil, se ha reactivado la reclamaci¨®n patrimonial que se present¨® en 2003 y entonces qued¨® en suspenso. Las familias ya fueron indemnizadas ¡ªcomo los descendientes de cualquier militar muerto en misi¨®n en el exterior¡ª, pero quieren que el Estado reconozca que envi¨® a sus militares a una zona de conflicto sin preocuparse de su seguridad. Porque si el Estado no es responsable ?qui¨¦n lo es?
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