El Gobierno aprueba controles preventivos ante la ciberguerra

En la Estrategia de Seguridad Nacional, que ayer aprob¨® el Gobierno con el consenso del PSOE, tan importante es lo que se dice como lo que se calla. Y en sus 83 p¨¢ginas no hay una sola alusi¨®n, ni siquiera velada, al separatismo o al soberanismo. Es decir: la deriva independentista del nacionalismo catal¨¢n no afecta a la Seguridad Nacional que, seg¨²n la definici¨®n contenida en el documento, es ¡°la acci¨®n del Estado dirigida a proteger la libertad y el bienestar de sus ciudadanos, a garantizar la defensa de Espa?a y sus principios y valores constitucionales, as¨ª como a contribuir junto a nuestros socios y aliados a la seguridad internacional en el cumplimiento de los compromisos asumidos¡±. Aunque parezca un puro ejercicio acad¨¦mico, definir este concepto tiene gran trascendencia: permite saber de qu¨¦ se habla cuando se invoca para recortar derechos y aclara que la seguridad nacional no es lo mismo que la seguridad del Estado.

En un momento en que la Sanidad o la Educaci¨®n se privatizan, la Seguridad Nacional se considera un ¡°servicio p¨²blico¡±, al que deben contribuir no solo la Administraci¨®n central, sino tambi¨¦n autonom¨ªas y ayuntamientos, ¡°con esp¨ªritu de solidaridad y lealtad constitucional¡±, as¨ª como el conjunto de los ciudadanos.

La nueva estrategia ¡ªque sustituye la que coordin¨® Javier Solana y aprob¨® en 2011 el Gobierno Zapatero¡ª tampoco menciona la Alianza de Civilizaciones, a la que su antecesora dedicaba un apartado, pero s¨ª muchos otros temas. Estos son los m¨¢s relevantes:

Final de ETA. ¡°La madurez de la sociedad espa?ola, con las v¨ªctimas como referencia ¨¦tica; la unidad de los partidos pol¨ªticos, la actuaci¨®n de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los Servicios de Inteligencia, el trabajo de los jueces y fiscales, as¨ª como la cooperaci¨®n internacional, han logrado imponerse a la amenaza de la banda terrorista. La fortaleza del Estado de derecho, la solidez de sus instituciones y la eficacia de las acciones implementadas han derrotado a ETA sin que esta haya conseguido sus objetivos¡±.

Terrorismo yihadista. ¡°Espa?a es tambi¨¦n objetivo del terrorismo yihadista y, en especial, de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico¡±. Y ello debido a su ¡°relativa cercan¨ªa a regiones inestables como el Sahel; la posible radicalizaci¨®n de inmigrantes tanto de primera como de segunda generaci¨®n [...], la insistencia de los grupos fundamentalistas isl¨¢micos en presentar a Espa?a como parte del imaginario del Islam, as¨ª como nuestra implicaci¨®n decidida en la lucha contraterrorista¡±, dentro y fuera del pa¨ªs.

Marruecos y el S¨¢hara. No menciona a Marruecos y solo habla gen¨¦ricamente del Magreb. Advierte del riesgo de inestabilidad derivado de la primavera ¨¢rabe, pero reconoce que su ¡°principal consecuencia hasta ahora es la elecci¨®n democr¨¢tica de gobiernos responsables ante los ciudadanos¡±. Respecto al S¨¢hara, repite la doctrina oficial: respaldo a una ¡°soluci¨®n pol¨ªtica justa, duradera y mutuamente aceptable para las partes¡±. Da por hecho que ¡°el programa nuclear iran¨ª no corresponde a un desarrollo exclusivamente civil¡±, sino militar.

Ceuta, Melilla y Gibraltar. Cita a Ceuta y Melilla al definir a Espa?a como ¡°un Estado que comprende territorio peninsular, los archipi¨¦lagos balear y canario y las dos ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla¡±. Y recuerda que es ¡°prioridad estrat¨¦gica [de Espa?a] mantener la preparaci¨®n y capacidad para abordar aquella amenazas a las que tenga que hacer frente de forma aut¨®noma¡±. Es decir, la defensa de las dos ciudades norteafricanas, no cubiertas por el paraguas de la OTAN. M¨¢s contundente se muestra con la colonia brit¨¢nica de Gibraltar, que califica de ¡°anomal¨ªa¡± y ¡°disfunci¨®n¡± y ¡°plantea a Espa?a y Europa problemas de seguridad¡±.

Riesgos y amenazas. La nueva estrategia es continuista con la de Solana. A los nueve riesgos y amenazas que inclu¨ªa dicho documento a?ade el espionaje y la vulnerabilidad del espacio mar¨ªtimo. Desaparece uno de los potenciadores de riesgo: las ¡°disfunciones de la globalizaci¨®n¡±.

Ciberseguridad. ¡°El ciberespacio conlleva serios riesgos y amenazas¡±. Los ciberataques se han convertido en un potente instrumento de agresi¨®n contra particulares e instituciones p¨²blicas y privadas. Estos ataques il¨ªcitos proceden ¡°de grupos terroristas, redes de crimen organizado, empresas, Estados o individuos aislados¡±. La principal novedad es que las ciberamenazas ya no constituyen solo un apartado espec¨ªfico, sino un nuevo territorio en el que se materializan todas las dem¨¢s. Por ejemplo, Internet puede emplearse para el proselitismo o la propaganda terrorista, para lanzar ataques contra infraestructuras cr¨ªticas o transferir tecnolog¨ªa de armas de destrucci¨®n masiva, por lo que propone la adopci¨®n de ¡°medidas preventivas de vigilancia del uso de la red¡±.

Inmigraci¨®n irregular. La estrategia constata ¡°la escasez de las llegadas¡± de inmigrantes, lo que ¡°reduce los riesgos en el control fronterizo y los aumenta para la seguridad en el interior¡±. ?Cu¨¢les son esos riesgos? El incremento de la conflictividad social o la radicalizaci¨®n de los inmigrantes, pero tambi¨¦n ¡°una percepci¨®n negativa¡± de los mismos por el resto de la sociedad. Es decir, la xenofobia. Parad¨®jicamente, alerta de que ¡°la falta de acceso [de los inmigrantes] a servicios¡± sociales (lo que ha hecho el PP al negar la atenci¨®n sanitaria a los irregulares) puede agravar el problema.

La crisis econ¨®mica. ¡°La crisis financiera y econ¨®mica¡± que sufre Espa?a, ¡°representa uno de los mayores retos para la Seguridad Nacional¡±, constata el documento. Tras asegurar que su origen est¨¢ en ¡°desequilibrios econ¨®micos o de los mercados, actuaciones ilegales o deficiente funcionamiento de los ¨®rganos supervisores¡±, subraya que los para¨ªsos fiscales son ¡°un factor desestabilizador¡± y propone algunas medidas que suscribir¨ªan los sindicatos: ¡°Establecimiento de un marco socio-laboral basado en el di¨¢logo social¡±.