El 15-M de los intelectuales indignados

Viene a ser una especie de 15-M de los intelectuales, entendido como la movilizaci¨®n de la sociedad civil para cambiar la agenda de los partidos pol¨ªticos e incluir en ella reformas de regeneraci¨®n de la democracia.

Obviamente, no salen a la calle para protestar y su movilizaci¨®n se produce en forma de manifiestos, iniciativas legislativas, foros de debate y recogidas de firmas. Difiere tambi¨¦n del 15-M en el fondo porque a diferencia de aquel movimiento que naci¨® hace dos a?os, no cuestiona el sistema ni busca sustituirlo, sino que lo que pretende es modificarlo y reformarlo para conservarlo. Especialmente, su objetivo es el funcionamiento interno de los partidos, porque entienden que de ah¨ª procede la corrupci¨®n y la falta de decisiones frente a la crisis. Por eso, el bucle en el que entran estos movimientos es que, precisamente, que son los propios partidos los que tendr¨ªan que tomar las medidas que les afectan y que limitan su margen de maniobra.

Del 15-M y de movimientos similares como el de resistencia a los desahucios pretenden imitar la capacidad de situar en la agenda pol¨ªtica asuntos que, inicialmente, no estaban entre los manejados por los principales partidos. Por ejemplo, esos movimientos lograron mover al Gobierno del PP de su posici¨®n inicial y terminar por cambiar la ley hipotecaria, de forma limitada, pero al fin y al cabo con cambios desde la inicia posici¨®n de un c¨®digo de conducta de libre adhesi¨®n para los bancos.

Sevilla: ¡°Aqu¨ª no hay movimientos populistas sino de m¨¢s democracia¡±

Difiere tambi¨¦n en que tiene caras reconocibles que lideran y dan visibilidad a las iniciativas que han proliferado en los ¨²ltimos meses. Tambi¨¦n en que la voluntad de la mayor¨ªa de estas iniciativas es terminar concret¨¢ndose en textos articulados o proyectos de ley, siempre dentro del sistema. Solo en el caso de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) el proceso termin¨® con una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que, despu¨¦s de aceptarse a tr¨¢mite, fue diluida en el Congreso.

Se enfrentan a la dificultad de que la Constituci¨®n impide ejercer la ILP para asuntos que afectan a leyes org¨¢nicas, es decir, a derechos fundamentales. Por eso, buscan otras v¨ªas como el derecho constitucional de petici¨®n.

Tiene en com¨²n con aquella protesta que es transversal porque participan personas de ideolog¨ªa heterog¨¦nea, con vocaci¨®n transversal. Por ejemplo, uno de los promotores y agitadores de Foro m¨¢s democracia es Jordi Sevilla, pero junto ¨¦l y otros muchos hay exministros del PP, intelectuales sin adscripci¨®n pol¨ªtica y hasta el presidente de Coca Cola en Espa?a, Marcos de Quinto. En este caso, el objetivo es tambi¨¦n la reforma de la ley de partidos, pero como foro de debate para hacer una propuesta concreta. ¡°Los partidos son necesarios, pero no con este funcionamiento y algo hay que hacer para cambiarlo¡±, asegura Sevilla.

Seg¨²n el exministro de Administraciones P¨²blicas en la etapa de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ¡°si en la dictadura luchamos, ?por qu¨¦ en la democracia no lo vamos a hacer para mejorar la democracia?¡±.

Sevilla explica que ¡°a diferencia de otros pa¨ªses como Italia o Grecia, en Espa?a no nacen propuestas populistas como la de Grillo o neofascistas, sino de mejora de la democracia¡±.

C¨¦sar Molinas, economista y promotor del manifiesto Por una nueva ley de partidos asegura que ¡°ante la falta de diagnostico de los grupos pol¨ªticos, la sociedad civil se mueve. El 15-M era antisistema y nosotros regeneracionistas del sistema para conservarlo¡±. Su reproche hacia los intelectuales es que hasta ahora no se hayan movilizado, como se hizo en la transici¨®n.

Todos estos movimientos se apoyan tambi¨¦n en nuevas tecnolog¨ªas, sin discutir la democracia representativa, pero en lo que la abogada del Estado Elisa Nuez califica como la ¡°nueva democracia¡±, que permite la participaci¨®n en foros de debate, en recogidas de firma y en altavoz de las propuestas. Por ejemplo, la plataforma www.change.org que sirve de veh¨ªculo a iniciativas como la que se impuls¨® contra las tasas judiciales. Hace un a?o se cre¨® tambi¨¦n la Plataforma Ciudadana por una Justicia de Todos.