El Poder Judicial sancionar¨¢ al juez Guevara por falta grave
La comisi¨®n ve una desconsideraci¨®n decir a un acusado: "Si llevara arma, le dar¨ªa un culatazo"
La comisi¨®n disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha devuelto al instructor del expediente abierto al magistrado de la Audiencia Nacional Alfonso Guevara porque la clasificaci¨®n del hecho era de falta leve cuando la comisi¨®n disciplinaria considera que se trata de una falta grave de desconsideraci¨®n hacia un acusado.
El fiscal pidi¨® al CGPJ que sancionase por estos hechos al magistrado con una multa de 3.000 euros al entender que cometi¨® una falta grave por tratar de forma desconsiderada al acusado. El instructor del expediente, el magistrado del Supremo Jordi Agust¨ª, propuso sin embargo una sanci¨®n de advertencia y multa de 300 euros por falta leve.
Los hechos, adelantados por este peri¨®dico, se remontan a un juicio que se celebr¨® el 19 de junio de 2012. ¡°?Usted se calla!¡±, le espet¨® el juez Guevara al acusado de narcotr¨¢fico Mohamed Ajnan. ¡°Porque, si yo soy mi escolta, ayer¡ el culatazo que se lleva por el esc¨¢ndalo que estaba armando all¨ª¡ hoy tiene la cabeza ?vend¨¢! Pero claro, como aqu¨ª nos la cogemos con papel de fumar antes de tocar a nadie¡ ?Vamos!, si yo llevo ayer arma, ?un culatazo!¡±.
Guevara, presidente de la secci¨®n tercera de la Audiencia Nacional, es un magistrado conocido por algunos de sus exabruptos a los testigos y a las partes durante las vistas. El letrado de Ajnan, que fue enjuiciado en la Audiencia Nacional, present¨® una queja ante el Poder Judicial por el trato recibido por Guevara y tambi¨¦n un recurso de casaci¨®n ante el Tribunal Supremo, bas¨¢ndose en que su defendido no hab¨ªa tenido un juez imparcial. Explicaba en el recurso que las frases del juez evidenciaban ¡°sin g¨¦nero de dudas, una falta de neutralidad o imparcialidad¡±.
El alto tribunal, en una sentencia de 11 de febrero de 2013, no dio la raz¨®n a Ajnan. Consider¨® que lo dicho por el juez no pon¨ªa de relieve ¡°ninguna predisposici¨®n en cuanto a las decisiones jurisdiccionales de quien la profiri¨® ni, en modo alguno del resto del tribunal¡± y sostuvo que tampoco la sentencia dictada ¡ªde la que fue ponente otra magistrada¡ª confirmaba ¡°dicha predisposici¨®n¡±. El Supremo afirm¨® en la resoluci¨®n que las frases de Guevara se circunscrib¨ªan ¡°al ¨¢mbito de la polic¨ªa de estrados¡±.
Pero los magistrados del alto tribunal tambi¨¦n se?alaron que esas expresiones, ¡°de haberse producido en los t¨¦rminos¡± que dec¨ªa Ajnan, ¡°demostrar¨ªan, desde luego, la comisi¨®n de un hecho obviamente susceptible de ser examinado en v¨ªa disciplinaria¡±, examen que correspond¨ªa al Consejo General del Poder Judicial. La queja previa del abogado, en todo caso, ya hab¨ªa puesto en marcha la maquinaria del Consejo. Las pol¨¦micas frases no se han puesto en duda ¡ªlas ha reconocido el propio magistrado¡ª, pero ahora habr¨¢ de decidirse si son o no constitutivas de una falta disciplinaria.
Considerado buen jurista, muchos de sus colegas aseguran que Guevara, fuera de la sala, es una persona muy afable. Pero sus frases cuando act¨²a como magistrado le han dado notoriedad y causado problemas casi desde el inicio de su carrera. Ya en 1986 el Poder Judicial propuso que fuera castigado por falta disciplinaria grave cuando era titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 22 de Madrid por ¡°exceso o abuso de autoridad respecto a los secretarios, oficiales, auxiliares y agentes de juzgados y tribunales y miembros del Ministerio Fiscal, abogados, procuradores o particulares¡±.
Durante el juicio por el atentado de la T-4 del aeropuerto de Barajas las acusaciones criticaron la ¡°falta de sensibilidad¡± del juez. Cuando el due?o de la furgoneta con que se perpetr¨® el crimen, visiblemente nervioso, tute¨® al fiscal, Guevara le interrumpi¨® para pedirle ¡°m¨¢s respeto a las partes del proceso¡± a pesar de que nada hab¨ªa dicho el representante del ministerio p¨²blico. Ante la vacilaci¨®n de la madre de Diego Armando Estacio, una de las dos v¨ªctimas mortales de ese atentado, cuando el fiscal le pregunt¨® si depend¨ªa econ¨®micamente de su hijo, le pregunt¨® de manera abrupta: ¡°?S¨ª y no, o no? ?Su hijo le mandaba dinero desde Espa?a? Eso es lo que le est¨¢ preguntando el fiscal. Vamos, m¨¢s sencillo, agua. Si necesitaba a su hijo es lo que le pregunta el Ministerio P¨²blico¡±. A uno de los testigos le solt¨®: ¡°?M¨ªreme a m¨ª, que soy la presidencia! Esta es la cara que tienen que ver, no tengo otra¡±.
En otra ocasi¨®n, expuls¨® a un abogado de la sala por no llevar corbata, algo que interpret¨® como una falta de respeto al tribunal. Su ¨²ltima actuaci¨®n, el pasado mi¨¦rcoles, en la vista que deb¨ªa decidir si la investigaci¨®n de los papeles de B¨¢rcenas deb¨ªa quedar en manos del juez Pablo Ruz o en las del magistrado Javier G¨®mez Berm¨²dez, tambi¨¦n despert¨® comentarios. Guevara reprendi¨® a varios de los abogados de los querellantes. A uno de ellos lo rega?¨® por tratarle solo de ¡°usted¡± a pesar de la consideraci¨®n debida a sus pu?etas. ¡°Disculpe, excelent¨ªsimo se?or¡±, respondi¨® entonces el letrado. ¡°Tampoco se pase¡±, dijo Guevara. ¡°Basta con ilustr¨ªsima¡±.
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