El Congreso corta la subvenci¨®n a las bebidas de alta graduaci¨®n en su bar
Posada tiene el apoyo de los grupos para que la contrata ponga precio libre a las consumiciones de alta graduaci¨®n. Se mantiene la ayuda al vino y la cerveza
Las bebidas alcoh¨®licas no tendr¨¢n subvenci¨®n en la cafeter¨ªa y restaurante del Congreso, por lo que quien las pida tendr¨¢ que pagar el precio que estime oportuno la empresa de restauraci¨®n que gane el concurso abierto por la C¨¢mara baja. As¨ª ha zanjado la pol¨¦mica el presidente del Congreso, Jes¨²s Posada, con el apoyo de todos los miembros de la Mesa, al trascender la lista de precios que el Congreso ofrece en el pliego de condiciones en los que figuraba un gin-tonic, por ejemplo, a 3,45 euros. Ya no ser¨¢ as¨ª.
Algunos grupos parlamentarios como ERC y UPyD pidieron de inmediato que se eliminara la subvenci¨®n a las bebidas alcoh¨®licas, como tambi¨¦n hizo dirigi¨¦ndose al presidente el diputado socialista Od¨®n Olorza, que, adem¨¢s, pidi¨® que se anularan las condiciones del concurso aprobadas por la Mesa con los votos del PSOE. Con esta decisi¨®n se trata de evitar ¡°la imagen fr¨ªvola¡± que se ha dado de los diputados, como ha se?alado el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso. As¨ª quien se haga cargo del servicio decidir¨¢ cu¨¢nto cuestan todas las bebidas alcoh¨®licas. Adem¨¢s del gin-tonic a 3,45 euros, un cubalibre con ron de siete a?os se ofertaba a 6,85 euros. La cantidad que el Congreso aporta como subvenci¨®n al servicio de restauraci¨®n para este a?o es de 892.500 euros.
Los portavoces sienten malestar y disgusto por la p¨¦sima imagen que se ha dado de ellos cuando el consumo de alcohol en general, y en particular por parte de los parlamentarios, no es en absoluto significativo en el Congreso. Los portavoces de cada grupo han mostrado su conformidad con la eliminaci¨®n de la subvenci¨®n de las bebidas de alta graduaci¨®n e incluso aseguran desconocer el precio de ese tipo de bebidas porque no las consumen. A la deteriorada imagen de los pol¨ªticos, seg¨²n reflejan todas las encuestas, se ha a?adido este episodio que no ha hecho m¨¢s que ahondar en el descr¨¦dito. Las redes sociales han mostrado una especial virulencia con el bajo precio de las bebidas alcoh¨®licas en el Congreso y, la respuesta airada ha ido a medias con la burla. Algunos parlamentarios comentaban con estupor haber le¨ªdo mensajes en los que se aseguraba que pod¨ªan votar desde la cafeter¨ªa.
Adem¨¢s de 350 diputados, el universo habitual del Congreso lo componen en torno a 400 funcionarios, 300 empleados eventuales y unos 150 periodistas, junto a polic¨ªas y visitantes. Todos ellos, en ocasiones m¨¢s de 1.300 personas, son potenciales consumidores de los nueve espacios habilitados en el Congreso para dar servicio de restauraci¨®n, durante muchas horas a la semana. Quien se hace cargo de la contrata tiene la obligaci¨®n de mantener los 60 puestos de trabajo; por eso el personal de cafeter¨ªa y restaurante acumula muchos a?os y sabe perfectamente cu¨¢les son los usos y costumbres de consumo. No es precisamente el alcohol lo que m¨¢s se demanda, sino caf¨¦s, cervezas, refrescos, desayunos y almuerzos, seg¨²n se?alan sin ofrecer m¨¢s datos en aras a la discreci¨®n que se espera de este servicio. No obstante, lo que se consume est¨¢ a la vista y, en efecto, resulta extraordinaria la imagen de un diputado con una bebida alcoh¨®lica en la barra de la cafeter¨ªa.
Pero los precios que ofrece el Congreso es lo que ha llamado a esc¨¢ndalo aunque el presidente de la C¨¢mara baja, defiende los precios para las consumiciones de las que se benefician principalmente los trabajadores de la C¨¢mara Baja, en todas sus categor¨ªas. La empresa que se haga cargo de este servicio, que desde 1985 lleva Arturo Fern¨¢ndez, presidente de la patronal madrile?a (CEIM), tiene que mantener unos precios similares a los actuales. Un men¨² con dos platos y postre, en r¨¦gimen de autoservicio, costar¨¢ nueve euros, lo que no supone un precio demasiado bajo, toda vez que los men¨²s del d¨ªa de casas de comida de la zona pueden costar uno o dos euros m¨¢s, pero es servido en mesa. Un caf¨¦, costar¨¢ 85 c¨¦ntimos.
Se van a mantener en la lista de precios subvencionados el vino y la cerveza. Una copa de cerveza estar¨¢ a 0,95 euros y la copa de vino de Rioja a 1,65, en tanto que una de Ribera del Duero asciende a 2,10. Las coca-colas estar¨¢n a un euro, el desayuno sencillo, de caf¨¦ y tostada o boller¨ªa costar¨¢ 1.05 euros. El presidente del Congreso ha defendido a capa y espada la subvenci¨®n de estas consumiciones cotidianas y ha estimado que quiz¨¢ ¡°no es l¨®gico¡± que en la lista entren las bebidas de alta graduaci¨®n. ¡°No es f¨¢cil encontrar a una empresa que se quiera hacer cargo de un servicio tan complejo como este, con muchas horas de servicio¡±. Si algo se ha hecho mal, ¡°se cambia¡±, ha tratado de zanjar Jes¨²s Posada.
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