?Qui¨¦n da la espalda a qui¨¦n?
Pese a la mala imagen de la UE, un 69% de los espa?oles siguen sinti¨¦ndose europeos
Vemos en la mayor¨ªa de las encuestas que se llevan a cabo en Europa que la ciudadan¨ªa est¨¢ dando progresivamente la espalda al proyecto europeo. Pero con esta encuesta de Metroscopia en la mano podemos permitirnos darle la vuelta a la pregunta y formularla en t¨¦rminos inversos. ?Qui¨¦n ha dado la espalda a qui¨¦n? ?La ciudadan¨ªa al proyecto europeo o el proyecto europeo a la ciudadan¨ªa?
Porque lo que se refleja en estos datos es la amplitud y solidez del europe¨ªsmo de los espa?oles. Pese a la mala imagen de la UE y a su pobre desempe?o pol¨ªtico y econ¨®mico durante esta crisis, un 69% de los espa?oles siguen sinti¨¦ndose europeos en alguna medida, un porcentaje todav¨ªa bastante elevado, que demuestra que en Espa?a la identidad nacional y la identidad europea siguen constituyendo dos caras de la misma moneda. Igual que en Alemania se dec¨ªa que "un buen alem¨¢n tiene que ser un buen europeo", en Espa?a el europe¨ªsmo se ha dado por hecho entre la ciudadan¨ªa. Y aunque esa fe est¨¦ siendo sometida a tensi¨®n, no parece que en lo esencial se haya visto debilitada.
Los datos reflejan la amplitud y solidez del europe¨ªsmo de los espa?oles
No se trata solo de ret¨®rica o de sentimientos vac¨ªos de contenido. Aunque Europa no est¨¢ funcionando bien, eso no quiere decir que los espa?oles quieran ir hacia atr¨¢s y deshacer lo andado hasta ahora. Al contrario, tres de cada cuatro espa?oles son partidarios de que la UE tenga un presidente de verdad, elegido en unas elecciones europeas donde los partidos se presenten con listas trasnacionales. Tambi¨¦n hay una amplia mayor¨ªa de personas a favor de que la UE tenga un Gobierno que merezca tal nombre, aunque suponga ceder soberan¨ªa. Y aunque la "uni¨®n pol¨ªtica" sea un concepto demasiado abstracto como para saber exactamente cu¨¢l ser¨ªa su contenido, casi un 60% est¨¢ a favor de ella. Por tanto, pese a la crisis, "m¨¢s y mejor Europa" sigue siendo la opci¨®n favorita de los espa?oles.
Esto nos distingue de otros pa¨ªses vecinos, donde las fuerzas pol¨ªticas euroesc¨¦pticas o directamente xen¨®fobas campan a sus anchas. Por el momento, en Espa?a no parece haber eurofobia, ni entre la ciudadan¨ªa ni entre las fuerzas pol¨ªticas. Los dos grandes partidos (PP y PSOE) siempre han sido parte del consenso europeo. Y lo mismo se puede decir de los nacionalistas catalanes y vascos; tanto CiU, ERC, PNV o UPyD, por diferentes razones y desde intereses y trayectorias distintas, son partidos federalistas que creen que la soluci¨®n al euro pasa por una mayor integraci¨®n. Incluso la propia Izquierda Unida, que en otros pa¨ªses de nuestro entorno, desde Grecia a Francia o Portugal, representar¨ªa una izquierda algo m¨¢s radical en temas europeos, nunca ha jugado ese papel euroesc¨¦ptico ni parece decidida a articular su mensaje electoral en clave antieuropea. Como tampoco tenemos en Espa?a partidos de extrema derecha, que combinando nacionalismo y xenofobia suelen nutrir el euroescepticismo en un gran n¨²mero de pa¨ªses de nuestro entorno (Reino Unido, Pa¨ªses Bajos, Dinamarca o Austria), nos encontramos con un panorama at¨ªpico en nuestro entorno. El resultado es que carecemos de movilizaci¨®n, ni a favor ni en contra de la UE.
La ausencia de escepticismo supone una debilidad pol¨ªtica adicional
Parad¨®jicamente, esta falta de conflictividad supone, en las circunstancias actuales, una debilidad pol¨ªtica adicional. En otros pa¨ªses de nuestro entorno (sea el Reino Unido, Francia, Italia, Grecia o incluso Alemania), los Gobiernos pueden utilizar una opini¨®n p¨²blica cr¨ªtica con Europa como baza negociadora a la hora de exigir cambios. "Yo estoy a favor, pero mi opini¨®n p¨²blica no lo aceptar¨ªa", se oye decir en Alemania. En Espa?a, sin embargo, tal afirmaci¨®n no ser¨ªa cre¨ªble. Esa aton¨ªa permite dudar de que el europe¨ªsmo de los espa?oles pueda o vaya a ser movilizado. Un porcentaje abrumador de los espa?oles, lo hemos visto en esta y en otras encuestas de Metroscopia, considera que las pol¨ªticas europeas est¨¢n equivocadas. Por la izquierda se rechaza la austeridad y por la derecha, aunque se comparte el objetivo de austeridad, se resiente la falta de pol¨ªticas orientadas al crecimiento. Pero un porcentaje muy significativo de espa?oles considera que las elecciones europeas no son el medio de obtener de esos cambios y que, como siempre, se decidir¨¢n sobre cuestiones fundamentalmente nacionales. La nota dominante, pues, parece ser el descreimiento y la ausencia de expectativas sobre la capacidad de la UE de reaccionar. La cifra es rotunda y el mensaje claro: un 86% de los espa?oles quiere que la UE emprenda pol¨ªticas orientadas al crecimiento. Dicen que los ciudadanos han abandonado el proyecto de integraci¨®n, pero lo que aqu¨ª vemos es que es m¨¢s bien la UE quien les ha abandonado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.