¡°A nosotros nos han utilizado para defraudar a Hacienda¡±
Los Rold¨¢n se sienten atrapados en una extra?a operaci¨®n
?ngela Rold¨¢n Ca?izares, de 37 a?os, viste un ch¨¢ndal negro, zapatillas deportivas y recoge su cabello con una coleta. Est¨¢ nerviosa y rompe a llorar en la puerta de su casa en Valenzuela de Calatrava, un pueblo manchego de 800 habitantes, situado a 20 kil¨®metros de Ciudad Real. ¡°?No ten¨ªa otro nombre que poner la se?ora infanta? Nos han utilizado para defraudar a Hacienda y lo han hecho con la gente m¨¢s pobre y humilde que han encontrado¡±, se lamenta en presencia de toda la familia: su hermana, su madre, su marido y sus dos hijos de 9 y 11 a?os que la observan con cara de resignaci¨®n.
La familia Rold¨¢n se enter¨® anteayer por EL PA?S de que sus propiedades ¡ªla casa en la que vive su madre y cuatro fincas r¨²sticas en los alrededores del pueblo¡ª, figuran en el informe que Hacienda ha remitido al juez Jos¨¦ Castro que investiga el caso N¨®os sobre las propiedades de la infanta Cristina. Seg¨²n este documento la hija del Rey vendi¨® entre 2005 y 2006 un total de 13 propiedades inmobiliarias que le reportaron 1,43 millones. Y entre ellas aparecen las de la familia Rold¨¢n.
¡°?C¨®mo va a vendernos la hija del Rey la casa de mi madre y nuestras cuatro fincas si ya eran nuestras? ?C¨®mo puede vender alguien algo que no es suyo?¡±, se pregunta ?ngela en voz alta delante de su familia. ¡°Est¨¢ todo muy claro. Han intentado defraudar a Hacienda y nos ha tocado a nosotros. Mala suerte¡±, le responde su marido Aurelio, de 43 a?os, un alba?il en paro.
Los Rold¨¢n guardan con celo las viejas escrituras notariales que acreditan que la casa de la madre, Mar¨ªa Angelines Ca?izares C¨®rdoba, viuda de 66 a?os, en el n¨²mero 3 de la calle de los Carros, y las cuatro fincas son de su propiedad y no han sido adquiridas a la infanta Cristina. Proceden de una vieja herencia y no sirvieron para paliar la desgracia de una familia marcada por la tragedia. El padre de ?ngela muri¨® con 32 a?os a causa de un accidente laboral cuando cavaba una zanja. Las ni?as ten¨ªan 10 y 5 a?os. ¡°Me qued¨¦ sola y con 26.000 pesetas¡±, se lamenta la madre entre l¨¢grimas.
La primera escritura de las tierras data de 1928 y figuran a nombre de Jos¨¦ Ruiz Vega, un t¨ªo de la madre de ?ngela. La primera las hered¨® en el a?o 1978 y el 16 de noviembre de 2005 decidi¨® acudir al notario para ponerlas a nombre de sus hijas, ?ngela y Aurelia. Esa misma fecha es la que figura en la informaci¨®n facilitada por Hacienda sobre la falsa venta. Aurelio, el marido de ?ngela, se hace muchas preguntas: ¡°?C¨®mo ten¨ªan acceso a esos documentos? Han utilizado la misma fecha para disfrazar el fraude¡±.
?ngela y Aurelio muestran sus tierras a 10 minutos en coche de su casa. El pueblo vive del campo, pero solo trabajan durante la cosecha y ¡°cuando nos saca el Ayuntamiento a limpiar las calles cada tres meses¡±. ¡°Esto es una estafa y me ha tocado a m¨ª¡±, repite ?ngela. ¡°Nosotros tenemos todo en orden. Si han estafado ellos no es nuestra culpa. Que paguen los culpables¡±, apostilla su marido.
De vuelta a casa, un amigo de la familia Rold¨¢n lanza en broma una propuesta: ¡°Yo conozco a un buen abogado. ?Qu¨¦ os parece si le sacamos los cuartos al Rey?¡±. ?ngela, m¨¢s tranquila, responde: ¡°Quiero seguir siendo pobre como antes. No deseo hacer da?o a nadie¡±. A mediod¨ªa, los Rold¨¢n se recogen en su casa y la calle de los Carros se queda vac¨ªa.
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