Elogio y censura del juez Ruz
Prudente reconocido, se critica su dependencia de fiscales y el retraso en encarcelar a B¨¢rcenas
El hombre que ha metido en la c¨¢rcel a Luis B¨¢rcenas se llama Pablo Ruz. Durante un tiempo, el PSOE y el PP pensaron que era un juez c¨®modo y lento, en las ant¨ªpodas de los magistrados estrella que tantos disgustos causan. Ruz es un interino de 38 a?os, cat¨®lico, progresista y padre de cuatro hijos. Delgado, discreto y austero: apenas alterna dos colores (el rojo y el azul) en sus corbatas. Dentro de dos meses deber¨ªa regresar a la rutina de un juzgado en M¨®stoles. Pero no lo har¨¢. Y el Gobierno no podr¨¢ conseguir que se vaya.
Ruz est¨¢ blindado. Y el robusto B¨¢rcenas, a quien los millones se le multiplican en cuentas suizas sin que nadie sepa c¨®mo, es una parte de ese blindaje. Nadie se atrever¨¢ a intrigar contra Ruz e impedir que siga al frente del caso G¨¹rtel y el de los papeles de B¨¢rcenas. Lo reconocen jueces y fiscales: ¡°Vive un momento dulce¡±. Siendo un juez sustituto, no teniendo fama de valiente, osado, rebelde o caprichoso, se ha vuelto intocable. Y, adem¨¢s, tiene fama de buena persona.
Miguel Carmona ocupar¨¢ su puesto en septiembre y Ruz deber¨ªa irse. As¨ª son las reglas de la judicatura cuando se trata de titulares y suplentes. Carmona puede pedir un ayudante. O no. A dos a?os de jubilarse, nadie entender¨¢ que no lo pida. ¡°Podr¨ªa ser muy ¨²til la contribuci¨®n de un juez de apoyo, dado el n¨²mero y la entidad de las causas que instruye el Juzgado n¨²mero 5¡±, afirma desde Bolivia. ?Qui¨¦n le ayudar¨¢? ¡°En cuanto a la persona concreta, es una decisi¨®n que tendr¨ªa que tomar, en su caso, el nuevo Consejo¡±, explica Carmona. Y el nuevo Consejo del Poder Judicial estar¨¢ dominado por el PP. ?Elegir¨¢n a Ruz o a otro? Fiscales y jueces consultados dan por hecho que ser¨¢ Ruz: ¡°?Qui¨¦n es capaz ahora de no renovarle una comisi¨®n de servicio sin originar un esc¨¢ndalo may¨²sculo?¡±. He ah¨ª el ¨¦xito de este hombre discreto.
Ruz es trabajador, estudioso y prudente. Es afable y extremadamente reservado. Son condiciones necesarias pero no suficientes para ser un buen juez. Apenas se difunden tres detalles irrelevantes de su vida privada: que toca la guitarra, que lee novelas negras y que le gusta el f¨²tbol. Nada sobresaliente.
Su personalidad no parece haber cambiado desde que dejara los juzgados de Navalcarnero en 2006, donde trabaj¨® durante cinco a?os. All¨ª a¨²n le recuerda la procuradora Regina Morata: ¡°No es una plaza f¨¢cil, porque ah¨ª se llevan 23 pueblos. Es trabajador, inteligente y listo, muy listo¡±, dice casi con entusiasmo. ¡°Y, adem¨¢s, es muy buena persona¡±, a?ade. Otros procuradores prefieren el anonimato aunque abunden en los elogios: ¡°Era bastante competente comparado con la media. Tengo de ¨¦l un recuerdo de persona seria y competente, de un trato profesional agradable. Lo dice alguien que lleva 38 a?os en esto¡±, sostiene uno de ellos. Y un tercero a?ade: ¡°Mire, hay seis juzgados en Navalcarnero, algunos de ellos calamitosos. Tuve trato con ¨¦l. Discreto y asequible. Y ten¨ªa fama de buena persona¡±.
Con estos antecedentes, adem¨¢s de un paso durante a?o y medio por un juzgado de Bilbao (entre 2006 y 2007), el joven Ruz se presenta en la Audiencia Nacional como sustituto del juez Juan del Olmo, el titular del n¨²mero 6, un hombre agotado por la magnitud que hab¨ªa alcanzado el sumario de los atentados del 11-M. All¨ª da sus primeros pasos Ruz, que se estren¨® con dos decisiones que resultaron llamativas: pidi¨® c¨¢rcel a Juan Antonio Roca por el caso Saqueo (ya estaba imputado por la Operaci¨®n Malaya) y dijo no a la petici¨®n de la combativa AVT (Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo) de revisar los explosivos del 11-M para intentar por alg¨²n medio involucrar a ETA en el atentado.
En aquel auto, Ruz calific¨® de ¡°manifiestamente impertinentes¡± las peticiones de nuevas pruebas, que calific¨® tambi¨¦n como ¡°in¨²tiles¡±, ¡°dilatorias¡± y ¡°perjudiciales para los fines de la instrucci¨®n¡±. A pesar de estos dos episodios, Ruz acab¨® su tarea y, transcurridos los plazos, volvi¨® a un lugar secundario: el juzgado de primera instancia n¨²mero 5 de Collado Villalba (Madrid). All¨ª, o en M¨®stoles, deber¨ªa haber continuado su carrera.
Forofo del f¨²tbol (posiblemente, madridista, seg¨²n algunas fuentes) habr¨¢ entendido que trabajar en la Audiencia Nacional es como jugar en la Champions, as¨ª que present¨® su candidatura junto a otros 14 jueces para sustituir nada menos que al sancionado Baltasar Garz¨®n en el m¨ªtico n¨²mero cinco. Reducidos los candidatos a una terna, Ruz gan¨® por unanimidad. Algunos atribuyeron este ¨¦xito a su fama como juez discreto y trabajador. Otros a su car¨¢cter lento y acomodaticio.
?D¨®nde est¨¢ la diferencia entre ser prudente y ser lento?, ?d¨®nde la distancia entre ser discreto o ser c¨®modo con el poder? Ese es el debate que se cierne en torno a Ruz, quien acaba de obtener su minuto de oro entregando la cabeza de B¨¢rcenas a la c¨¢rcel de Soto del Real. No tiene enemigos, o tiene pocos, pero el estrellato le ha sobrevenido en un mes: el PP que hace un tiempo alab¨® su actuaci¨®n en el caso Fais¨¢n (imput¨® a tres altos cargos policiales del Gobierno socialista por un chivatazo a ETA), le ha criticado por hacer del caso B¨¢rcenas una suerte de causa general contra el partido. El PSOE, que le atribuy¨® trabajar al servicio del PP, le defiende ahora de sus ataques.
El tiempo dir¨¢ si hay un antes y un despu¨¦s de Ruz tras la decisi¨®n de encarcelar a B¨¢rcenas, que ha llegado tres meses despu¨¦s de que se produjera una sonada batalla con el juez Javier G¨®mez Berm¨²dez (una estrella en toda regla) por la competencia del caso. Berm¨²dez quer¨ªa el caso para acelerarlo y Ruz se defendi¨® apoyado por los fiscales. La Sala de lo Penal desempat¨® a favor de Ruz y algunos leyeron en esa decisi¨®n que el caso B¨¢rcenas llevar¨ªa un ritmo lento y cansino, a gusto del Gobierno.
Los fiscales est¨¢n de su parte. ¡°Tiene un criterio propio¡±, dice uno de ellos. ¡°Es un hombre que todav¨ªa estudia mucho porque hay jueces que no han le¨ªdo una l¨ªnea de jurisprudencia hace a?os y luego no tienen que defender sus investigaciones en un juicio¡±, a?ade un segundo fiscal. Para un tercero, ¡°su decidido apoyo a los fiscales le ha dado buenos resultados en las comisiones rogatorias¡±. Un cuarto desliza una cr¨ªtica: ¡°No es un investigador, no lleva la iniciativa, pero no va a organizar un cisco¡±.
Entre los jueces y abogados, las opiniones cambian. Ya se sabe c¨®mo es el ambiente en la Audiencia Nacional, un lugar donde se dice que no se dictan autos o sentencias, sino que se ajustan cuentas. Un juez afirma que ¡°argumenta bien, pero ser lento y precavido no est¨¢ claro que sea bueno para un juez. No ser muy proactivo no es bueno para liderar una investigaci¨®n. Se ha tardado en llegar a resultados contundentes¡±. ¡°Lo principal es que un caso no sufra y en el asunto B¨¢rcenas se ha perdido mucho tiempo y muchas posibilidades de seguir la pista del dinero¡±, dice un segundo juez. ¡°Por la calidad de su trabajo parece una persona mayor, pero a veces le falta originalidad¡±, sostiene un abogado de mucho pleito en la Audiencia. No se puede olvidar que G¨¹rtel signific¨® en el fondo la ca¨ªda de Garz¨®n.
Ruz es ahora el juez del momento. Empieza a ser controvertido y eso le otorga un punto de estrellato, muy a su pesar. Durante este ¨²ltimo trimestre tiene 35 presos preventivos en la c¨¢rcel. Ni mucho, ni poco. No ser¨¢ un juez estrella pero ya tiene un preso estrella. Ese es Luis B¨¢rcenas.
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