Ofrecer asilo a Snowden
Estados Unidos debe elegir entre ser un promotor de la democracia o un convalidador de los abusos justificados sobre la base de que otros tambi¨¦n incurren en ellos
El caso Edward Snowden ha revelado el desleal espionaje de Washington y su sat¨¦lite brit¨¢nico a las embajadas de 38 pa¨ªses aliados y a la Uni¨®n Europea en su sede de Bruselas y en sus oficinas en la capital federal y en la representaci¨®n ante Naciones Unidas en Nueva York. Pero, adem¨¢s, ha servido para demostrar c¨®mo los europeos empezamos a dominar el arte de estar orgullosos sin hacer m¨¦rito alguno para ello. Un arte que describe con precisi¨®n Adam Soboczynski en El libro de los vicios. Porque los detalles que van trascendiendo en el diario The Guardian y en semanario Der Spiegel desmontan la falacia argumental de la NSA y sus ac¨®litos, seg¨²n la cual no sabr¨ªamos apreciar el bien que se nos hace ni agradecer las muertes evitadas que habr¨ªan perpetrado los terroristas desalmados. Porque es descarado el empe?o que se observa por parte de algunos para descalificar la natural indignaci¨®n y reclamar indulgencia con apelaciones a la garant¨ªa que ofrecer¨ªan leyes secretas que han permitido acciones del todo escandalosas sin base real alguna.
Las filtraciones documentales de Snowden dan cuenta de graves violaciones del derecho a la reserva de las comunicaciones que garantizan todas las constituciones democr¨¢ticas y dejan al descubierto la utilizaci¨®n abyecta de argumentos que se presentan como inatacables. Es el mismo proceder de los torturadores que alegan las vidas puestas a salvo mediante esos procedimientos de todo punto inaceptables. El fin no justifica los medios ni ahora ni en tiempos de la Inquisici¨®n. Y, como en la novela de Jer?me Ferrari Donde dej¨¦ mi alma, estamos obligados a reconstruir la senda que permita registrar el momento en el que se produce ese viraje espantoso, absurdo y trivial del hombre hacia lo que este siempre ha deseado combatir.
Estamos ante un caso en el que no cabe mirar para otro lado, igual que cuando vemos aflorar los populismos
Interrogado por este asunto del ciberespionaje, el ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, recordaba ante el XXV Seminario Internacional de Toledo, el jueves d¨ªa 27, la afirmaci¨®n del presidente Franklin D. Roosevelt, para quien sin liderazgo moral ning¨²n otro es aceptable. Y ese principio sigue vigente, como esperamos que esclarezcan los abogados norteamericanos a los que confiar¨¢ su defensa Snowden. Mientras tanto, la lealtad entre aliados obliga a no disimular los abusos y reclamar la reparaci¨®n proporcional. Ni vista cansada, ni vista gorda. Conscientes de que estos procedimientos o se combaten o se contagian, m¨¢s a¨²n cuando su empleo corre por cuenta de quienes m¨¢s obligados est¨¢n por el liderazgo que se les atribuye.
Es desmoralizador escuchar al Secretario de Estado de EE UU, John Kerry, esquivar las explicaciones requeridas por los medios de comunicaci¨®n acerca del esc¨¢ndalo de la captaci¨®n de datos revelado por Edward Snowden. Sobre todo cuando busca amparo se?alando que, a su entender, la recopilaci¨®n de informaciones sobre otros pa¨ªses ¡°no es inusual¡± en muchos estados del mundo. Arg¨¹ir que todos los pa¨ªses con inter¨¦s en las relaciones internacionales efect¨²an numerosas actividades con el fin de proteger su seguridad nacional, entre ellas obtener toda clase de informaci¨®n que pueda contribuir a defenderla, equivale a declarar irresponsables a los que se abstienen de esas pr¨¢cticas deleznables.
Estados Unidos debe elegir entre ser un promotor de la democracia o un convalidador de los abusos justificados sobre la base de que otros tambi¨¦n incurren en ellos. Desde luego, poco cabe esperar del encuentro que el jefe de la diplomacia estadounidense ha tenido con la representante de la Uni¨®n Europea para la Pol¨ªtica Exterior, la brit¨¢nica Catherine Ashton, en el sultanato de Brunei. Es imaginable la falta de contundencia empleada por la se?ora Ashton al transmitir la indignaci¨®n de muchos pa¨ªses de la Uni¨®n ante el alcance del esc¨¢ndalo, sobre todo habida cuenta del comportamiento del Reino Unido en este asunto. Averg¨¹enzan las palabras de Kerry seg¨²n las cuales intentar¨¢ descubrir qu¨¦ ha pasado y comunicar¨¢ sus conclusiones. Parecen sacadas del guion del ministro Montoro en el caso de la Agencia Tributaria.
La raz¨®n que obligar¨ªa a las naciones que se enorgullec¨ªan de ser tierra de asilo para los defensores de los derechos y libertades perseguidos en sus pa¨ªses de origen, son las mismas que deber¨ªan llevarlas ahora a dar acogida a Edward Snowden. Hemos visto que China no ha querido comprometer sus relaciones con Washington y la Rusia de Putin tampoco est¨¢ por la labor. Que nuestro benefactor deba tener como horizonte improbable Ecuador o Venezuela deja en claro cu¨¢l es la gravedad de nuestra deserci¨®n. Pero estamos ante un caso en el que no cabe mirar para otro lado, igual que cuando vemos aflorar los populismos, siempre tiznados de xenofobia, en algunos de los Estados miembros de la Uni¨®n Europea. O salimos al paso o los emularemos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Edward Snowden
- Caso espionaje EE UU
- Asilo pol¨ªtico
- Ciberespionaje
- NSA
- Inglaterra
- Delitos inform¨¢ticos
- Servicios inteligencia
- Estados Unidos
- Reino Unido
- Conflictos pol¨ªticos
- Fuerzas seguridad
- Seguridad nacional
- Espa?a
- Norteam¨¦rica
- Europa occidental
- Partidos pol¨ªticos
- Internet
- Pol¨ªtica
- Am¨¦rica
- Europa
- Defensa
- Comunicaciones
- Justicia