Compradores de promociones fantasma recuperan el dinero por una ley de 1968
Los jueces culpan a la banca de incumplir la normativa, que les hace tambi¨¦n responsables El banco debe garantizar que las cantidades que recibe el promotor van a la construcci¨®n
Keith Rule recuerda que un amigo le pas¨® un anuncio que hab¨ªa visto en una revista de Easyjet sobre unas casas en Hell¨ªn (Albacete). Era 2006 y no hab¨ªa posibilidad de equivocarse al comprar casa en Espa?a. ¡°Lo vend¨ªan como ¡®la verdadera Espa?a¡¯. No era un resort en la costa, sino en el interior, en Albacete, en un sitio muy bonito¡±, recuerda hoy por tel¨¦fono desde Londres. ¡°Finca Parcs-Las Higuericas¡± se llamaba la promoci¨®n. Iban a ser 617 chal¨¦s con piscina en el campo. No era el destino habitual y a pesar de eso atrajo a unos 300 brit¨¢nicos e irlandeses que dieron un anticipo por la vivienda. Compraron sobre plano, cuando a¨²n no hab¨ªa nada. Keith, que tiene una lavander¨ªa, pensaba pasar temporadas en Espa?a.
Pero pronto vio que algo se hab¨ªa torcido. De arriba abajo, la explosi¨®n de la burbuja inmobiliaria lleg¨® inexorable a Hell¨ªn. Y la promotora, Cleyton Ges, se qued¨® sin dinero para las cinco fases. Era 2008 y Keith vio que los 53.434 euros que hab¨ªa dado como anticipo estaban en serio riesgo. Ni la CAM, la caja que hab¨ªa recogido todos los ingresos, pod¨ªa financiar la obra ni devolv¨ªa el dinero. Keith comenz¨® a consultar a abogados. ¡°Me dec¨ªan que demandara al promotor, pero sab¨ªa que as¨ª no recuperar¨ªa mi dinero. Busqu¨¦ en Internet con el poco espa?ol que sab¨ªa y vi que hab¨ªa una ley de 1968. La traduje con Google y le¨ª que el banco tambi¨¦n era responsable¡±.
La ley es la 57/1968 ¡°sobre percibo de cantidades anticipadas en la construcci¨®n y venta de viviendas¡±. Se trata de una concisa norma, dos folios y siete art¨ªculos, que da todo tipo de garant¨ªas al comprador de viviendas. La ley explica que surge por ¡°la justificada alarma que en la opini¨®n p¨²blica ha producido la reiterada comisi¨®n de abusos, que, de una parte, constituyen grave alteraci¨®n de la convivencia social y, de otra, evidentes hechos delictivos¡±.
La norma pretend¨ªa evitar casos como el de la sociedad Nueva Esperanza, que en los a?os sesenta se llev¨® el dinero de m¨¢s de 10.000 ahorradores sin levantar los pisos prometidos. ¡°Las medidas tomadas vienen a resolver un problema indignante, ya que gente que estaba ahorrando toda su vida para hacerse con un piso se ve¨ªa de la noche a la ma?ana con el dinero perdido y sin vivienda¡±, declar¨® entonces un portavoz del Ministerio de Vivienda, seg¨²n recogi¨® el diario Abc. La ley no solo exige al promotor la devoluci¨®n del dinero, sino que dice que el banco debe garantizar que las cantidades que este recibe deben ir a la construcci¨®n. El banco debe fiscalizar el destino del dinero y exigir un aval ¡°bajo su responsabilidad¡±. Esos derechos, seg¨²n la norma, son ¡°irrenunciables¡±.
Keith Rule consigui¨® que la CAM devolviera 1,5 millones a 47 brit¨¢nicos que compraron chal¨¦s sin acabar en Hell¨ªn
Con el desplome de la burbuja, el abogado Javier Dom¨ªnguez Romero comenz¨® a recibir consultas de gente que se hab¨ªa quedado pillada en promociones a medias y se estudi¨® la ley de 1968. ¡°La norma hab¨ªa dormido el sue?o de los justos durante los tiempos de bonanza econ¨®mica. Los abogados apenas recurr¨ªamos a ella¡±. Public¨® un libro sobre la ley y desde entonces ha perdido la cuenta del n¨²mero de ejecuciones de avales que ha llevado.
Por esa ¨¦poca, Keith Rule comienza su lucha. Quiere ir m¨¢s all¨¢. Recuperar el dinero aunque el promotor ni hab¨ªa depositado los avales para 100 de los compradores. No llega a encontrar a Dom¨ªnguez. De hecho, le cost¨® dar con un abogado dispuesto a ir contra la CAM ¡ª¡°me llamaban loco¡±¡ª, hasta que con 46 compradores convenci¨® a Jaime de Castro, de un bufete de Algeciras especializado en clientes brit¨¢nicos. El juicio se celebr¨® en mayo de 2012 y fue un espect¨¢culo. La CAM pidi¨® que fueran todos los demandantes, con lo que 47 familias brit¨¢nicas e irlandesas se desplazaron hasta Hell¨ªn, aunque luego su representante no les hizo preguntas. El argumento de la caja era que no ten¨ªa ¡°ninguna relaci¨®n jur¨ªdica¡± con los brit¨¢nicos, que estos deb¨ªan reclamar al promotor, que no ten¨ªa los avales a los que le obligaba la ley por si no finalizaba las casas. Sin embargo, la juez consider¨® que el banco tambi¨¦n era responsable. Hace un a?o, les dio la raz¨®n y orden¨® a la CAM que devolviera 1.494.710 euros que los brit¨¢nicos hab¨ªan dado a la inmobiliaria. Argument¨® que ¡°la CAM conoc¨ªa que los anticipos ingresados en cuentas abiertas en sus sucursales se trataban de ingresos a cuenta de compradores de una promoci¨®n inmobiliaria e hicieron dejaci¨®n absoluta de sus obligaciones que como entidad financiera le impone la ley 57/68 incurriendo su conducta en una mala praxis bancaria¡±.
La Audiencia Provincial ratific¨® la sentencia hace un mes y los brit¨¢nicos ya est¨¢n cobrando, y con intereses y costas, lo pagado. La CAM, hoy parte del Sabadell, ni recurri¨® al Supremo, como confirma un portavoz. El banco considera este caso uno m¨¢s de la herencia envenenada que dej¨® la caja. La Embajada brit¨¢nica afirma en una carta que lo usar¨¢ como gu¨ªa para casos similares. Keith, que ahora colabora con el bufete que llev¨® el caso, sostiene que su sentencia da una nueva esperanza a quienes han enterrado dinero en la burbuja inmobiliaria: ¡°Esta ley es, 45 a?os despu¨¦s, m¨¢s necesaria que nunca¡±. Dom¨ªnguez sienta un precedente que, de generalizarse, dar¨ªa mucha m¨¢s protecci¨®n al consumidor, ya que el banco paga incluso si no hay aval. Y podr¨ªa abrir otra v¨ªa de agua en el sistema bancario.
Aunque los detalles cambian, hay muchos m¨¢s clientes que, contra pron¨®stico, est¨¢n recuperando el dinero que dieron para promociones fantasma. Alec John Edwards es un t¨¦cnico del servicio de bomberos de Liverpool que en 2009 dio 150.000 euros como anticipo por una casa en el Trampolin Hills, en un diminuto pueblo de Murcia: ¡°Como vimos que no se constru¨ªa pedimos ejecutar el aval, pero el banco se negaba¡±. Hace dos meses, tras un pleito, recobr¨® los 150.000 euros, y a¨²n no da cr¨¦dito. Su abogada, Guadalupe S¨¢nchez, opina que los brit¨¢nicos tienen m¨¢s costumbre de pleitear: ¡°A los espa?oles les cuesta m¨¢s ir contra la banca. Los anglosajones lo tienen m¨¢s interiorizado¡±. Antonio Flores, abogado de M¨¢laga especializado en atender a clientes extranjeros en temas inmobiliarios, coincide: ¡°Estos insistieron mucho m¨¢s y exigieron una respuesta del sistema¡±.
Los jueces empiezan a paliar la mala fama del urbanismo espa?ol en Europa. El Supremo exigi¨® en marzo pasado especial protecci¨®n para los extranjeros que compren una vivienda. Keith resume: ¡°Espa?a ha demostrado ser un pa¨ªs serio, en el que si perseveras, la justicia funciona¡±.
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