Abogados del diablo
Los casos de corrupci¨®n aumentan el n¨²mero de letrados que dejan la defensa de sus clientes Impagos, diferencias econ¨®micas y desacuerdos en la estrategia son las causas m¨¢s comunes
Muchos (presuntos) corruptos son p¨¦simos clientes para los abogados. Bien por tener sus bienes embargados, bien por racaner¨ªa, suelen ser malos pagadores. Refractarios a la disciplina ajena, quieren ir por libre y creen saber m¨¢s que su letrado. Habituados a ejercer el poder en su entorno pol¨ªtico o econ¨®mico, consideran los juzgados una prolongaci¨®n de su despacho y pretenden aplicar sus c¨®digos donde rige el C¨®digo Penal. Estiran la cuerda hasta que se rompe. El caso de Miguel Bajo y Alfonso Trallero, que han renunciado a la defensa de Luis B¨¢rcenas despu¨¦s de cuatro a?os, alegando ¡°p¨¦rdida de confianza¡± en su patrocinado tras sus declaraciones el pasado d¨ªa 7 apuntado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no es aislado. La proliferaci¨®n de causas de corrupci¨®n ha aumentado los episodios de abogados que abandonan a sus clientes en pleno proceso. Una decisi¨®n dif¨ªcil, sostienen, para quienes se dedican a defender al pr¨®jimo. El ¨²ltimo recurso, se justifican, antes de que su patrocinado comprometa su ¨¦tica profesional o les arruine.
La noche del 12 de febrero de 2011, el veterano abogado mallorqu¨ªn Rafael Perera dio ¡°un brinco¡± en el sill¨®n. En la tele, Jaume Matas, expresidente popular de Baleares, le contaba al periodista Jordi ?vole c¨®mo adjudic¨® contratos p¨²blicos al duque de Palma ¡°por ser el duque de Palma¡±. El letrado no ten¨ªa ni idea de la entrevista. Fue una de las ¨²ltimas gotas que colmaron su paciencia. El 11 de abril, Perera comunicaba a Matas, su ¡°cliente y amigo de d¨¦cadas¡±, su renuncia a seguir ejerciendo su defensa en el caso Palma Arena. ¡°Secreto profesional¡±, esgrimi¨® entonces para justificar su decisi¨®n. Ya retirado, hoy es m¨¢s expl¨ªcito.
¡°Los que han estado en la c¨²spide del poder no conciben que alguien les mande. Y ¨¦l quer¨ªa dirigir su defensa a¨²n a costa de perjudicarse a s¨ª mismo¡±. Matas le mangoneaba, admite. Le impuso un colaborador, que result¨® ser ¡°un excelente profesional¡±, y despu¨¦s lo vet¨®. Quer¨ªa ir a declarar, o recurrir, o llamar a tal o cual testigo, o presentar querellas o recursos cuando Perera lo desaconsejaba, y viceversa. Le volvi¨® loco. Hasta que el abogado dijo basta. ¡°Yo necesito dirigir el proceso. El cliente tiene que ser disciplinado y sincero, la relaci¨®n de confianza es b¨¢sica, y, si no se da, no puedo trabajar. Matas, a quien sigo apreciando y ayudando, no es el ¨²nico. Ahora, no quisiera ser su m¨¦dico, porque te dicen hasta de qu¨¦ le tienes que operar¡±, bromea.
Perera es demasiado exquisito para hablar de dinero, pero los motivos econ¨®micos tambi¨¦n pesaron en su decisi¨®n. Manuel Oll¨¦, el abogado que llevaba las causas de Matas en Madrid, ya le hab¨ªa dejado. Y, en febrero de este a?o, Oll¨¦, prestigioso letrado volcado en causas de cr¨ªmenes de lesa humanidad, renunci¨® a la defensa de Gerardo D¨ªaz-Ferr¨¢n, expresidente de la CEOE, en el caso Marsans, ¡°por motivos que no vienen al caso¡±, seg¨²n dijo entonces, pero que, seg¨²n fuentes cercanas, ten¨ªan que ver con dificultades a la hora de cobrar su minuta.
¡°El 90% de las renuncias de abogados son por motivos econ¨®micos¡±, asegura un letrado madrile?o. Por mucho dinero que hayan amasado, los corruptos pagan tarde, mal y nunca. Algunos tienen sus empresas en concurso de acreedores. Sus bienes, embargados. Pero tampoco suelen ser especialmente rumbosos. ¡°Son lo peor. Creen que les timas. Te regatean. Por algo son ricos. Te ven como un subalterno. Creen que te est¨¢n haciendo un favor contrat¨¢ndote¡±, se desahoga otro abogado balear que renunci¨® a la defensa de varios imputados en un caso de corrupci¨®n urban¨ªstica harto de esperar sus honorarios, que recaud¨® in extremis. ¡°Tengo u?as, las saqu¨¦, y cobr¨¦. No siempre ocurre¡±.
El que no tuvo esa suerte fue Jos¨¦ An¨ªbal ?lvarez, abogado de Juan Antonio Roca, exgerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, en el caso Malaya y en otras 32 causas que ten¨ªa abiertas. Hasta que ¡°con mucho pesar¡± dej¨® de serlo en 2010. ?lvarez adelant¨® decenas de miles de euros esperando cobrar su minuta. En cuatro a?os hizo 200 viajes en avi¨®n y 200.000 kil¨®metros en coche a los juzgados de Marbella y las prisiones de Alhaur¨ªn de la Torre y Albolote, donde penaba su cliente. Destac¨® a una abogada durante 26 meses en M¨¢laga. Interpuso recursos y querellas. Hasta que se hart¨®. ¡°El juez nombr¨® un administrador de los bienes de Roca, que s¨ª cobr¨®, pero yo, pese a que le ped¨ª que liberara fondos, no vi un euro. T¨² no puedes financiar un procedimiento adelantando eternamente tus gastos y tu minuta. Son miles de horas de trabajo que te impide llevar otros asuntos. Un caso as¨ª te hunde el despacho¡±.
Entonces, ?por qu¨¦ se aceptan? ?lvarez admite que, adem¨¢s de la expectativa econ¨®mica, el inter¨¦s medi¨¢tico de estos procesos, y su complejidad, son atractivos para un letrado ambicioso. ¡°Son casos bonitos, un reto profesional. Crees que el cliente estar¨¢ poco en prisi¨®n y que, cuando salga, pagar¨¢. Es como la zanahoria que te ponen delante, pero nunca llega. Abandonar es muy dif¨ªcil. El d¨ªa que tuve que decirle a Jos¨¦ Antonio que dejaba su caso fue como traicionar a un amigo. Al margen de sus actos, es de los clientes m¨¢s correctos e inteligentes que he tenido¡±.
Otros (presuntos) corruptos no son tan educados. ¡°Te crees que a¨²n eres presidente y eres un puto imputado¡±, tuvo que espetarle un abogado a su exilustr¨ªsismo cliente, que ¡°se cre¨ªa catedr¨¢tico de Derecho Penal¡±. Los abogados consultados coinciden en que establecen una relaci¨®n personal con el defendido. Sobre todo, cuando est¨¢n en la c¨¢rcel. ¡°Te conviertes en su confesor, su hermano mayor, su psic¨®logo¡±. Eso, dicen, adem¨¢s de la ¨¦tica profesional, tambi¨¦n les dificulta dejarles en la estacada por muy justificada que estimen su renuncia.
Jos¨¦ Andr¨¦s D¨ªaz aleg¨® ¡°motivos personales¡± para abandonar en 2008 la defensa de Gin¨¦s Jim¨¦nez, jefe de la Polic¨ªa Municipal de Coslada (Madrid), imputado entonces en el caso Bloque. D¨ªaz, que sigue asesorando informalmente a Jim¨¦nez, acept¨® un caso medi¨¢tico por excelencia. El del llamado sheriff de Coslada. Pero entonces ten¨ªa una hija de tres a?os y se hart¨®, precisamente, de tener a los periodistas apostados en su casa. ¡°Sobre los abogados estrella, unos tienen la fama y otros cardan la lana. Pero en algunos casos medi¨¢ticos, lo ¨²nico que logras es que te den hostias por todas partes¡±, dice.
No ser¨ªa la primera vez que a Fernando de Pablo, letrado de Javier Guerrero, el exdirector de Trabajo de la Junta de Andaluc¨ªa procesado por el caso de los ERE, le llaman chorizo por la calle. De Pablo dej¨® y volvi¨® a retomar la defensa de Guerrero por desacuerdos con su cliente la primavera pasada. Guerrero ¡°se emperr¨®¡± en declarar ante la jueza Alaya pese a su negativa y De Pablo dijo hasta aqu¨ª. Pero volvi¨® al redil. ¡°S¨ª, se cree m¨¢s abogado que yo, y esto no est¨¢ pagado para el trabajo que lleva. Pero le he cogido cari?o, y, chica, se ve que nos va la marcha¡±, arguye.
Cuando se ven sin defensa, los (presuntos) corruptos corren a buscarla. Es lo que ha hecho B¨¢rcenas estos d¨ªas. Adem¨¢s de Miguel Dur¨¢n, otros fueron tocados. Alguno, escaldado por alg¨²n episodio anterior, confiesa que sali¨® corriendo antes de exponerse nuevamente al impago y el mangoneo. Al final, Javier G¨®mez de Lia?o acept¨® el guante. ¡°Quien manda ahora soy yo¡±, ha dicho. Veremos hasta cu¨¢ndo.
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