El ¡®caso B¨¢rcenas¡¯ deriva en el ¡®caso PP¡¯
El esc¨¢ndalo del extesorero ha conmocionado al partido y amenaza su estabilidad pol¨ªtica Toda la c¨²pula sigue pendiente de los secretos del antiguo dirigente
El laberinto en el que Luis B¨¢rcenas ha sumido al Partido Popular puede estar a punto de estallar. La declaraci¨®n del extesorero, citado hoy por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, dos semanas despu¨¦s de su ingreso en prisi¨®n, ya ha cambiado radicalmente el escenario al que se enfrentan el partido mayoritario y el propio Mariano Rajoy.
Lo ha cambiado por la enorme preocupaci¨®n que, a pesar del mensaje oficial de tranquilidad, cunde en la c¨²pula y entre los principales dirigentes por los previsibles futuros ataques. Porque ha borrado la agenda del Ejecutivo. Y porque incluso en el PP son conscientes de que el esc¨¢ndalo, a estas alturas, va mucho m¨¢s all¨¢ que el caso G¨¹rtel y trasciende el caso B¨¢rcenas en s¨ª. Desde la publicaci¨®n en EL PA?S de la contabilidad manuscrita del antiguo responsable de finanzas, el pasado 31 de enero, esa informaci¨®n ha generado un problema creciente en el seno del partido. La investigaci¨®n apunta a una financiaci¨®n ilegal de la formaci¨®n, y en el PP hay quien teme que el extesorero, a la espera de que se resuelva el recurso de excarcelaci¨®n, guarde recibos de constructores y empresarios de donaciones opacas e incluso fotos y documentos de car¨¢cter personal de dirigentes, que podr¨ªa utilizar para defenderse de lo que considera un acoso judicial.
El caso B¨¢rcenas ha conmocionado al partido y sus finanzas y amenaza su estabilidad pol¨ªtica. Y ya ha derivado en un caso PP. Esta es la cima de un esc¨¢ndalo que empez¨® hace cinco meses y medio, cuando los apuntes del veterano dirigente popular eternamente apoyado por Rajoy destaparon una contabilidad b y pagos a varios miembros de la c¨²pula a lo largo de dos d¨¦cadas.
LOS APUNTES SECRETOS
El PP ante el laberinto
Dos semanas despu¨¦s del descubrimiento de una cuenta en Suiza con 22 millones de euros ¡ªm¨¢s tarde la investigaci¨®n acredit¨® que el extesorero lleg¨® a amasar hasta 47¡ª, los llamados papeles de B¨¢rcenas publicados por EL PA?S dieron un vuelco al escenario. Tras cuatro a?os de instrucci¨®n del caso G¨¹rtel, el PP se vio obligado a enfrentarse a su pasado. Un pasado que sumi¨® a la formaci¨®n en un laberinto.
La documentaci¨®n demuestra que ?lvaro Lapuerta y Luis B¨¢rcenas, tesoreros del PP entre 1990 y 2009, apuntaron en sus cuadernos decenas de donativos de empresarios por valor de 7,5 millones de euros, pagos peri¨®dicos a miembros de la c¨²pula y otros gastos relacionados con la estructura del partido. Esta contabilidad secreta refleja de forma minuciosa los ingresos realizados al PP y aporta los detalles de fecha, origen y cantidad, un registro que muestra pagos con el nombre del destinatario, la fecha del pago y la cantidad recibida, y otro con el saldo final de los movimientos de dinero. En 1997, seg¨²n la contabilidad de B¨¢rcenas, comenzaba un sistema de pagos peri¨®dicos en dinero negro, oculto al fisco, a todos los secretarios generales, n¨²meros dos del partido, y los vicesecretarios. Este mecanismo de entregas incluye, desde ese mismo a?o, a Rajoy y a miembros de la c¨²pula y despu¨¦s del Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, como Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja, Francisco ?lvarez-Cascos, ?ngel Acebes y Javier Arenas. Tambi¨¦n figura la actual secretaria general, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, a quien atribuye pagos en dos trimestres ¡ªjulio a septiembre y octubre a diciembre¡ª, a raz¨®n de 7.500 euros cada uno
El l¨ªder del PP aparece en las anotaciones, desde 1997, con pagos semestrales de 2.100.000 pesetas o trimestrales de 1.050.000 pesetas que a partir de 2002 pasan a ser de su equivalente en euros (12.600 euros semestrales o 6.300 euros trimestrales), siempre sin variar la cantidad anual de 25.200 euros.
Seg¨²n la contabilidad del partido, adem¨¢s, Rajoy y Cascos ingresaron cantidades mensuales fijas por ¡°trabajos extraordinarios¡± ya entre 1990 y 1993.
"?NICA Y TRANSPARENTE¡±
El mantra de la negaci¨®n
Esta informaci¨®n provoc¨® en el partido mayoritario una reacci¨®n de negaci¨®n total. A pesar de que algunos dirigentes populares ¡ªcomo el actual presidente del Senado, P¨ªo Garc¨ªa-Escudero¡ª avalaron los registros que les afectaban, la direcci¨®n del PP se cerr¨® en banda y acu?¨® desde el primer d¨ªa el que se convertir¨ªa durante meses en el mantra oficial: ¡°La contabilidad del PP es ¨²nica, transparente, limpia y ha sido sometida todos los a?os a la auditor¨ªa del Tribunal de Cuentas¡±. El propio B¨¢rcenas niega a trav¨¦s de un comunicado ser el autor de los papeles que ahora ha asumido.
¡°Todo es falso, yo no estoy en pol¨ªtica por dinero¡±, asegura Rajoy ante la plana mayor la formaci¨®n, reunida en el Comit¨¦ Ejecutivo Nacional dos d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n de los papeles. ¡°Nunca he recibido ni he repartido dinero negro; es falso¡±, insiste el presidente del Gobierno, que anuncia adem¨¢s la difusi¨®n de su declaraci¨®n de la renta y patrimonio.
Los sectores auton¨®micos del partido empiezan, no obstante, a reclamar m¨¢s explicaciones y generan las primeras tensiones internas. Alberto N¨²?ez Feij¨®o, Juan Vicente Herrera, Antonio Basagoiti, deseaban una respuesta contundente y pidieron a Rajoy alg¨²n gesto, acelerar la investigaci¨®n interna, que finalmente descart¨® irregularidades ¡ªla auditor¨ªa externa anunciada nunca se lleg¨® a realizar¡ª, y que tomara las riendas de la gesti¨®n del esc¨¢ndalo.
Mientras el jefe del Ejecutivo buscaba un plan con los suyos, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afianzaba su propia estrategia en este caso. Esto es, rechazo absoluto de las conductas impropias, cr¨ªticas soterradas y a veces expl¨ªcitas a la c¨²pula, exigencias de un mayor esfuerzo de comunicaci¨®n. Una t¨¢ctica que, seg¨²n algunos sectores del PP, ha servido a la dirigente popular para desviar la atenci¨®n de la trama madrile?a del caso G¨¹rtel.
DONACIONES IRREGULARES
Fraccionar para ingresar
La c¨²pula de la formaci¨®n se centr¨® desde el principio en negar retribuciones irregulares. No obstante, los papeles de B¨¢rcenas reflejan que una parte importante de los ingresos registrados en su contabilidad manuscrita, m¨¢s de dos tercios, vulneraban la ley de financiaci¨®n de partidos pol¨ªticos. Se trataba de supuestos donativos irregulares por dos razones. En algunos casos, porque superaban el l¨ªmite legal establecido en La Ley Org¨¢nica sobre Financiaci¨®n de los Partidos Pol¨ªticos que estuvo vigente entre 1987 y julio de 2007. Seg¨²n esta norma, ¡°los partidos no podr¨¢n recibir, directa o indirectamente, aportaciones procedentes de una misma persona f¨ªsica o jur¨ªdica superiores a la cantidad de 10.000.000 de pesetas al a?o¡±. Tambi¨¦n pod¨ªa tratarse de donativos irregulares porque la ley prohib¨ªa los ingresos procedentes de ¡°empresas que, mediante contrato vigente, presten servicios o realicen obras o suministros para alguna Administraci¨®n P¨²blica¡±.
?C¨®mo pudo saltarse la ley? Una vez judicializado el caso, el an¨¢lisis de la contabilidad oficial del PP aportada a la Audiencia Nacional demuestra c¨®mo B¨¢rcenas disfrazaba esas donaciones ilegales fraccionando los ingresos en cantidades menores en el Banco de Vitoria bajo el concepto de ¡°donaciones an¨®nimas¡±. Esta era la treta del extesorero para sortear la ley y evitar que el Tribunal de Cuentas pudiera detectar irregularidades. El car¨¢cter an¨®nimo de esas aportaciones imped¨ªa, adem¨¢s, que el ¨®rgano fiscalizador identificara a los empresarios que contrataban con Administraciones p¨²blicas.
FINIQUITO EN DIFERIDO
Las primeras verdades
Hay un episodio del caso B¨¢rcenas que ilustra a la perfecci¨®n la fortaleza de relaci¨®n que el antiguo responsable de finanzas mantuvo con el partido desde que entr¨® a trabajar en la Alianza Popular de Manuel Fraga, en 1982.
Tras forzar su dimisi¨®n a ra¨ªz de su imputaci¨®n en el caso G¨¹rtel, en julio de 2009, la c¨²pula, con Mariano Rajoy a la cabeza, defendi¨® a ultranza su inocencia al menos hasta 2010. Despu¨¦s, cuando las evidencias judiciales hicieron insostenible esa defensa, todos se emplearon en recordar que el extesorero ya no era nadie dentro del partido. El presidente del Gobierno solemniz¨® este mensaje en el debate sobre el estado de la naci¨®n celebrado el pasado febrero. ¡°No voy a citar a nadie; no lo hice ayer y no lo voy a hacer hoy. Pero las personas que ha citado usted hace ya a?os que no asumen ning¨²n tipo de responsabilidad en mi partido¡±, asegur¨®.
En realidad, B¨¢rcenas conserv¨® un despacho en G¨¦nova, 13 hasta el pasado enero. Y el partido le despidi¨® el pasado 31 de enero, el mismo d¨ªa en que EL PA?S public¨® los papeles de su contabilidad secreta. Seg¨²n el informe de vida laboral remitido al juez del caso, el PP le hab¨ªa dado de alta el 16 de abril de 2010, tras cesar como senador, y mantuvo su cotizaci¨®n justo hasta el ¨²ltimo d¨ªa del pasado mes de enero. Tambi¨¦n le abon¨® los costes de su defensa al menos hasta febrero de 2010.
La n¨²mero dos de la formaci¨®n, la secretaria general, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, justific¨® p¨²blicamente esa relaci¨®n laboral con figuras jur¨ªdicas ins¨®litas como ¡°indemnizaci¨®n en diferido¡± desde el momento en que manten¨ªan haberle despedido, o ¡°contrato en forma de simulaci¨®n¡±. Fue el 25 de febrero. Tras esa comparecencia, la dirigente popular suspendi¨® las ruedas de prensa en la sede nacional del partido durante m¨¢s de un mes. El extesorero logr¨® enmudecer al PP. Ningune¨® una vez m¨¢s a la formaci¨®n donde, a lo largo de 20 a?os al frente de las finanzas, hab¨ªa alcanzado un poder casi absoluto pese a su inexistente relevancia pol¨ªtica. Empez¨® entonces la batalla de las querellas.
LAS QUERELLAS
Un pacto de m¨ªnimos
Mientras la divisi¨®n interna en el Partido Popular crec¨ªa d¨ªa tras d¨ªa, el caso B¨¢rcenas se hizo poco a poco incontrolable. La direcci¨®n nacional hac¨ªa hincapi¨¦ en el ¡°incomparable¡± ejercicio de transparencia, public¨® las cuentas ya fiscalizadas de 2008 a 2011, pero la realidad es que la madeja generada por el extesorero sum¨ªa al partido en el desconcierto. El 6 de marzo fue uno de los d¨ªas clave y m¨¢s rocambolescos.
Fue entonces cuando la direcci¨®n trat¨® de cerrar la crisis interna con un acuerdo de m¨ªnimos. Primero, el extesorero denunci¨® por tercera vez en una semana al partido por ¡°maltrato laboral¡± despu¨¦s de hacerlo por despido improcedente y por el ¡°robo¡± de dos ordenadores. Empezaba as¨ª el ataque de B¨¢rcenas. Conscientes de que ya nada les vinculaba a ese dirigente, aunque preocupados por sus posibles reacciones, los populares anunciaron la presentaci¨®n de una demanda contra el ¡°autor¡± de los papeles de B¨¢rcenas y contra la empresa editora de EL PA?S. Esa decisi¨®n tiene una explicaci¨®n interna. Se tom¨® para cerrar una crisis entre los dirigentes que quer¨ªan ir directamente contra B¨¢rcenas y quienes prefer¨ªan no hacerlo.
Ya hab¨ªa desvanecido entre la mayor¨ªa de los dirigentes populares ese clima apoyo demostrado oficialmente hacia el extesorero. Algunos, como el portavoz parlamentario, Alfonso Alonso, lamentaban abiertamente la relaci¨®n mantenida con ¨¦l, pero nadie se atrev¨ªa a¨²n a llamarle ¡°delincuente¡±.
EL CASO, EN LOS TRIBUNALES
Hacia el delito contable
La investigaci¨®n de los papeles de B¨¢rcenas buce¨® desde el pasado febrero en la documentaci¨®n que el PP pudo aportar. La actual tesorera, Carmen Navarro, ya advirti¨® en el informe de gesti¨®n de la investigaci¨®n interna que la informaci¨®n en poder del partido solo se remontaba hasta 1995. No obstante, la instrucci¨®n del caso considera que tanto ?lvaro Lapuerta como Luis B¨¢rcenas pudieron cometer un delito contable del art¨ªculo 310 del C¨®digo Penal, castigado con penas de entre cinco y siete meses de c¨¢rcel, al llevar una contabilidad distinta a la oficial y opaca al fisco. Con B¨¢rcenas en la c¨¢rcel y tras el accidente sufrido por Lapuerta, esta investigaci¨®n demuestra que la gesti¨®n de ambos al frente de de las finanzas del PP constituye un caso que afecta a la estructura entera y al funcionamiento del partido.
Los investigadores consideran acreditado que el PP dispuso de una doble contabilidad y una caja b entre 1990 y 2008. Y para ello se basan en el cotejo de las anotaciones que reflejan los papeles que public¨® EL PA?S con la contabilidad oficial del PP, con los testimonios que ya han prestado algunos de los empresarios espa?oles que figuran en ellos como donantes, y con las manifestaciones de altos cargos del PP que admiten haber recibido sobresueldos. Entre otros, el exdiputado navarro Jaime Ignacio del Burgo, que ha reconocido ser perceptor de 26.429 euros destinados a dos afiliados; o Santiago Abascal, que tambi¨¦n admiti¨® ante el juez Pablo Ruz haber recibido 12.000 euros.
LOS MENSAJES
El peor escenario
El ingreso de B¨¢rcenas en prisi¨®n, el pasado 27 de junio, dividi¨® una vez m¨¢s al PP. El ¨²ltimo cap¨ªtulo del caso demostr¨® que existen dos PP, dos generaciones de dirigentes y dos planteamientos distintos. Ese d¨ªa, una parte del partido respir¨® aliviado. Otra no pod¨ªa ocultar su inquietud creciente. Los secretos de B¨¢rcenas amenazaban peligrosamente a la c¨²pula.
Dos semanas despu¨¦s, el goteo de ataques y las amenazas se materializaron en unos SMS publicados ayer por El Mundo. Unos mensajes de texto, reconocidos por La Moncloa, que reflejan contactos entre el presidente del Gobierno y B¨¢rcenas al menos hasta el pasado 6 de marzo. Uno de los mensajes enviados al extesorero deja en evidencia a Rajoy, quien el pasado 25 de enero asegur¨® que no recordaba cu¨¢ndo hab¨ªa hablado por ¨²ltima vez con su antiguo hombre de confianza. Seg¨²n estos comunicaciones, hab¨ªa ocurrido tan solo una semana antes, el 18 de enero. Seg¨²n el diario, B¨¢rcenas quiso expresamente que se publicaran los SMS. Por su parte, el nuevo abogado del exdirigente popular, Javier G¨®mez de Lia?o, se mostr¨® convencido de que B¨¢rcenas ¡°no sab¨ªa nada¡± de su publicaci¨®n.
Las amenazas de B¨¢rcenas primero ningunearon al PP y a sus responsables. Despu¨¦s, enmudecieron a la direcci¨®n del partido. Y hoy, con vistas a la declaraci¨®n del extesorero en la Audiencia Nacional, ante el juez Pablo Ruz, podr¨ªan convertirse en la bomba que haga estallar el laberinto al que lleva condenando a la c¨²pula desde que asumi¨® el control de sus finanzas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.