La Moncloa viola el pacto habitual de las preguntas al presidente

No era una rueda de prensa cualquiera. Se esperaba con gran expectaci¨®n no solo por el d¨ªa sino porque era la primera reacci¨®n oficial de Mariano Rajoy a las ¨²ltimas revelaciones de su extesorero, en especial los SMS privados entre ellos. Como convidado de piedra estaba Donald Tusk, el primer ministro polaco. Rajoy se niega a hacer ruedas de prensa que no sean las obligadas, y esta lo era porque hab¨ªa cumbre bitaleral con Polonia. As¨ª que ante la expectaci¨®n, los periodistas hicieron como siempre.

La Moncloa limita much¨ªsimo las preguntas y solo permite dos de periodistas espa?oles y dos del pa¨ªs visitante. As¨ª que los informadores se ven obligados a pactar entre ellos ¡ªsin participaci¨®n alguna del Gobierno¡ª qui¨¦n pregunta y qu¨¦ pregunta. Se debate entre todos e incluso se hace una redacci¨®n com¨²n. Es la ¨²nica manera posible dadas las limitaciones. Se hace en Espa?a y otros pa¨ªses. Nadie levanta la mano y un funcionario da el micr¨®fono a los periodistas previamente estipulados.

Pero La Moncloa se salt¨® el pacto. Se acord¨® que preguntaran El Mundo y la Agencia Efe. Y Rajoy, sin previo aviso, dio la palabra a Abc, que levant¨® la mano sin respetar ese pacto. Rajoy empez¨® a leer su respuesta nada m¨¢s terminar la pregunta, de forma poco natural. Ante la indignaci¨®n de la prensa, Moncloa apel¨® a un ¡°malentendido¡± y plante¨® sus excusas. Era la primera vez que suced¨ªa, y no precisamente en un d¨ªa cualquiera.