¡°El l¨ªder de un pa¨ªs no genera confianza cuando est¨¢ preso de las sospechas¡±

Nacido en Madrid en 1964, es licenciado en Derecho y, tras ser magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona, fue nombrado director de la Oficina Antifraude de Catalu?a el 21 de julio de 2011. Esta instituci¨®n, dependiente del Parlamento auton¨®mico, tiene la misi¨®n de velar para que la actuaci¨®n de los poderes p¨²blicos sea transparente y honrada. Desde este puesto, Daniel de Alfonso goza de una privilegiada atalaya sobre la corrupci¨®n que emponzo?a la vida pol¨ªtica espa?ola. "La sociedad ha dejado de ser tolerante con la corrupci¨®n y eso casi seguro que se har¨¢ notar en las pr¨®ximas elecciones", dice.

Pregunta. A la vista de la situaci¨®n, ?es Espa?a el para¨ªso de los corruptos?

Respuesta. La corrupci¨®n es inmensa, pero no m¨¢s que en otros pa¨ªses. Lo bueno es que en Espa?a se ha destapado y que hay mecanismos para prevenir estos hechos. Y otra cosa: los casos que hay ahora, no son de ahora. Hoy los hemos conocido, pero ocurrieron hace 20 a?os. Basta ver los apuntes contables de Luis B¨¢rcenas, ex tesorero del PP. La sociedad espa?ola ha dejado de ser tolerante con la corrupci¨®n.

P. La sociedad ha dejado de ser tolerante con la corrupci¨®n, seg¨²n afirma usted. Sin embargo, la sociedad todav¨ªa no ha castigado electoralmente a los corruptos, que en muchos casos siguen en el poder...

R. Es probable que se note en las pr¨®ximas elecciones. Se va a pasar del bipartidismo a una multitud de partidos. Los ciudadanos van a pasar factura en las urnas a los grandes partidos. Tienen que ser los partidos quienes ejerzan el control contra la corrupci¨®n. Y cuando hay bipartidismo, eso es dif¨ªcil.

P. ?Pero no ha sido la sociedad demasiado tolerante hasta ahora con la corrupci¨®n?

R. Era tolerante. Mire usted, el corrupto es un mentiroso. Esa mentira es el traje que viste a la corrupci¨®n. La sociedad, hasta ahora, solo se hab¨ªa fijado en ese traje, que reflejaba el triunfo y el poder.

Yo propongo la inclusi¨®n del delito de aumento injustificado del patrimonio. As¨ª ir¨ªa a prisi¨®n gente que hoy campa por la calle

P. Ya que habla de trajes, en Valencia no se ha reflejado hasta ahora el reproche social hacia los corruptos...

R. Seguro que eso variar¨¢.

P. ?Y qu¨¦ me dice de Catalu?a? Ah¨ª tambi¨¦n hay una ristra de casos de corrupci¨®n.

R. Catalu?a no se escapa del sentimiento que hay en el pa¨ªs, no hay distingos. Yo instru¨ª en su d¨ªa, como juez, el caso Pallerols. Lo bueno de Catalu?a es que se ha dotado de una Oficina Antifraude que inyecta confianza a los ciudadanos. Y le aseguro una cosa: la oficina no recibe ninguna presi¨®n de nadie. De nadie. Los casos de Catalu?a tambi¨¦n son antiguos. En la actualidad, hay much¨ªsimos menos.

P. ?Hace falta que los Gobiernos y las instituciones act¨²en de forma m¨¢s decidida?

R. Har¨ªa falta un l¨ªder que estuviera tranquilo porque no tiene miedo de nada. En la lucha contra la corrupci¨®n, yo le dar¨ªa un 7 a Catalu?a y un 4,5 al Gobierno central.

P. ?Se refiere al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando habla de ese l¨ªder que estuviera tranquilo? ?C¨®mo habr¨ªa actuado usted si fuera Rajoy?

R. Habr¨ªa puesto la contabilidad del partido a disposici¨®n de la sociedad para que esta viera si hubo sobresueldos o no. Ante las sospechas, habr¨ªa dicho: aqu¨ª est¨¢n las cuentas. As¨ª habr¨ªa disipado las dudas en 10 d¨ªas. No se puede gobernar con esa espada de Damocles encima. El l¨ªder de un pa¨ªs no puede generar confianza cuando est¨¢ preso de las sospechas.

P. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede hacer a trav¨¦s de la ley en contra de los corruptos?

R. Yo le he propuesto al presidente de la Generalitat la inclusi¨®n del delito de aumento injustificado del patrimonio. Ser¨ªa algo as¨ª como decirle a un se?or: usted cobra del dinero p¨²blico, usted ha aumentado su patrimonio injustificadamente, y usted debe demostrarme c¨®mo ha ganado ese dinero. Esa es una modificaci¨®n legal que deber¨ªa hacer el Parlamento espa?ol. Si esto se castigara, entrar¨ªa en prisi¨®n la gente que ahora campa por la calle. As¨ª se har¨ªa un juicio r¨¢pido.

P. Esa medida ser¨ªa similar a como ahora se act¨²a ya con los narcotraficantes: que se les incautan los bienes y deben ser ellos quienes prueben luego que los obtuvieron de forma l¨ªcita.

R. S¨ª, algo as¨ª. Eso permitir¨ªa recuperar el dinero sustra¨ªdo. Las denuncias recibidas en la Oficina Antifraude, por ejemplo, dan pie a investigaciones por un montante total de 85 millones de euros en el primer semestre de 2013.

P. ?Hacen falta m¨¢s reformas legislativas en la lucha contra la corrupci¨®n?

R. Yo abogo por una reforma procesal para crear la figura del wistleblower (denunciante), de forma que a este se le ofreciera una recompensa por denunciar a los corruptos, que se le diera un porcentaje del dinero que se consiguiera recuperar. La corrupci¨®n tiene que destaparse desde dentro.

P. ?Hay que endurecer la ley para castigar m¨¢s severamente a los pol¨ªticos sin escr¨²pulos?

R. No es necesario endurecer la ley. Pero, por ejemplo, a nivel educativo se podr¨ªa poner una asignatura de ¨¦tica y moral. Una asignatura seria, no una mar¨ªa. Creo que es necesario que pase una generaci¨®n, unos 20 a?os, para que los j¨®venes de hoy tengan una clara ¨¦tica de lo p¨²blico.

P. ?Se puede hacer algo m¨¢s?

R. Puede que fuera una buena idea crear un impuesto a la repatriaci¨®n de capitales. A los que tienen dinero en el extranjero, les dar¨ªa un plazo y si no lo traen a tiempo, se les pondr¨ªa un impuesto elevad¨ªsimo.

P. ?Est¨¢ relacionada la gran corrupci¨®n pol¨ªtica con la burbuja inmobiliaria?

R. Sin duda. Por la recalificaci¨®n de terrenos, la construcci¨®n...

P. ?Y no son sospechosas las donaciones de este tipo de empresas al PP u otros partidos?

La infanta Cristina podr¨ªa ser responsable civil a t¨ªtulo lucrativo de los delitos de corrupci¨®n que se le imputan a su marido

R. No creo que esas donaciones sean gratis, ni que sean a cambio de nada. Y si hay un pol¨ªtico que lo crea, es que es tonto o se lo hace.

P. El PP se queja de la lentitud de la justicia en la instrucci¨®n de los casos de corrupci¨®n. ?C¨®mo se podr¨ªan acelerar?

R. La rapidez no es cosa de los juzgados, sino del Parlamento, que es el que hace las leyes. No se puede culpar a los jueces.

P. ?Lo est¨¢ haciendo bien el juez Jos¨¦ Castro en el caso Urdangar¨ªn?

R. El juez Castro lo est¨¢ haciendo bien. Es verdad que la Infanta pudiera no ser autora de nada, pero s¨ª podr¨ªa ser responsable civil a t¨ªtulo lucrativo de los delitos de corrupci¨®n que se le imputan a su marido.

P. ?Qu¨¦ sabe del espionaje que dice haber sufrido la l¨ªder del PP en Catalu?a, Alicia S¨¢nchez-Camacho?

R. Eso est¨¢ bajo secreto sumarial. Pero estoy seguro de que hay m¨¢s de lo que parece. No es solo la grabaci¨®n de una conversaci¨®n entre dos mujeres.

P. Hay otro asunto que la ciudadan¨ªa no acaba de entender: los indultos a banqueros, a pol¨ªticos condenados, a evasores, etc¨¦tera. ?No deber¨ªa el Gobierno explicar las razones que le llevan a perdonar a estas personas?

R. Por supuesto. La ley obliga a los jueces a dictar sentencias fundamentadas. ?Por qu¨¦ no ocurre lo mismo con los indultos? Despu¨¦s del trabajo que supone para jueces, fiscales y abogados hacer la instrucci¨®n y juzgar a una persona, hay indultos que suponen un fraude a la Administraci¨®n de Justicia. La ley del indulto necesita una reforma urgente.