El pol¨ªtico imprevisible
Gri?¨¢n se ha distanciado de los m¨¢s veteranos del PSOE desde que es presidente
?C¨®mo explicar c¨®mo es Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n? Si se revisa con atenci¨®n la hemeroteca del ¨²ltimo mes se tendr¨¢n bastantes claves para saberlo y llegar a una clara conclusi¨®n: es imprevisible. Es un rasgo que marca su trayectoria pol¨ªtica y personal, que desconcierta a propios y extra?os. Los adeptos interpretan muchas de sus sorprendentes decisiones como una muestra de su rapidez mental e inteligencia, de su capacidad de adaptaci¨®n a los tiempos y de lectura de la pol¨ªtica. Otros, los cr¨ªticos, lo ven m¨¢s como una se?al de un car¨¢cter voluble, orgulloso y soberbio. Probablemente sea una mezcla de todo, sin que estas pinceladas sean incompatibles entre s¨ª.
Gri?¨¢n, inspector de Trabajo, se considera sobre todo un servidor p¨²blico. Su carrera pol¨ªtica empez¨® en la Junta de Andaluc¨ªa, continu¨® con los ¨²ltimos Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez (fue ministro de Salud y de Trabajo) y va a dejar la primera l¨ªnea donde la empez¨®. En los ¨²ltimos meses ha llegado a la conclusi¨®n de que su tiempo se acab¨®, que su generaci¨®n pol¨ªtica tiene que dar un paso atr¨¢s y dejar paso a dirigentes m¨¢s j¨®venes.
Ha llegado a esta convicci¨®n tras conservar contra pron¨®stico el Gobierno de Andaluc¨ªa. El a?o pasado resisti¨® la oleada popular que dirig¨ªa Javier Arenas y retuvo para el PSOE lo que hoy por hoy es la mayor fortaleza pol¨ªtica de los socialistas: Andaluc¨ªa. Para ello tuvo que pactar con Izquierda Unida, una formaci¨®n de la que le separan ideol¨®gicamente muchas cosas, pero con la que se ha entendido sin excesivos problemas.
Ahora bien, no se siente c¨®modo con los nuevos dirigentes de la formaci¨®n de izquierdas en Andaluc¨ªa. Los ve demasiado radicales. Y cree que la experiencia de coalici¨®n PSOE-IU no es exportable al resto de Espa?a.
Desde que fue designado presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, en 2009, Gri?¨¢n se ha distanciado de forma cada vez m¨¢s evidente de los dirigentes del PSOE de su generaci¨®n. El contacto con Manuel Chaves, que fue quien le propuso tomar el relevo en la Junta y con quien le un¨ªa una amistad de m¨¢s de 30 a?os, ha desaparecido. Se limita a lo imprescindible.
Para llegar a este punto de ruptura entre los dos ha habido conflictos personales y pol¨ªticos. Gri?¨¢n entend¨ªa que cuando se hizo con la presidencia de la Junta, Chaves pretend¨ªa tutelarle desde la secretar¨ªa general del PSOE andaluz. Forz¨® la convocatoria de un congreso extraordinario para hacerse con las riendas de la federaci¨®n m¨¢s importante del PSOE.
Se vio solo, sin el apoyo de los dirigentes que hab¨ªan marcado el rumbo de Andaluc¨ªa durante dos d¨¦cadas y sin conocer a fondo las entra?as del PSOE. Le irrita que se le recuerde esta circunstancia, pero lo cierto es que Gri?¨¢n ha tenido siempre una vida org¨¢nica limitada. El suyo siempre ha sido un perfil m¨¢s institucional.
Para contrarrestar este desconocimiento del partido, se rode¨® de j¨®venes cachorros criados y curtidos en las Juventudes Socialistas, una cantera con mucho peso en el PSOE de Andaluc¨ªa y donde dicen que se aprende lo mejor y lo peor de la pol¨ªtica.
Entre la nueva c¨²pula que ¨¦l construy¨® destac¨® pronto Susana D¨ªaz, la que va a ser su sucesora en la Junta de Andaluc¨ªa.
En este proceso de distanciamiento de la vieja guardia del PSOE tambi¨¦n se encuentran hist¨®ricos como Felipe Gonz¨¢lez y el expresidente andaluz Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. En los ¨²ltimos d¨ªas, tanto Gonz¨¢lez como Borbolla han sido cr¨ªticos con el proceso de primarias expr¨¦s puesto en marcha por Gri?¨¢n, lo que ha irritado y dolido al todav¨ªa presidente de la Junta de Andaluc¨ªa.
Sus relaciones con el l¨ªder del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, han estado repletas de altibajos. Gri?¨¢n repite por activa y por pasiva que es lo mejor que ahora tiene el PSOE, pero tambi¨¦n est¨¢ convencido de que Rubalcaba no es una opci¨®n de futuro.
En el congreso federal del PSOE del pasado a?o, que se celebr¨® en Sevilla, Gri?¨¢n proclam¨® que iba a jugar a la ¡°neutralidad activa¡± ante las candidaturas de Rubalcaba y Carme Chac¨®n. Era una ficci¨®n, porque las preferencias del l¨ªder del PSOE andaluz se inclinaban claramente por Chac¨®n. ?l no lo dijo p¨²blicamente, pero su entorno m¨¢s cercano, con Susana D¨ªaz a la cabeza, fue pronunci¨¢ndose en los d¨ªas previos al c¨®nclave a favor de la diputada catalana.
De ese congreso, que se celebr¨® un mes antes de las elecciones auton¨®micas del 25 de marzo del a?o pasado, Gri?¨¢n sali¨® tocado. Era el gran perdedor junto a Chac¨®n, pero por aquello de coser las costuras rotas, fue designado presidente federal del PSOE.
Era un pol¨ªtico herido de muerte, que resucit¨® al resistir el empuje del PP en los comicios auton¨®micos y, de pronto, se convirti¨® en el principal referente del PSOE en toda Espa?a.
Dicen quienes le rodean que desde ese momento ¨¦l ten¨ªa claro que deb¨ªa irse. El caso de los ERE fraudulentos, adem¨¢s, le ha ido minando personal y pol¨ªticamente al verse se?alado. El fondo de los ERE se cre¨® cuando ¨¦l no estaba en la pol¨ªtica auton¨®mica y considera que es una herencia envenenada que recibi¨®, aunque tambi¨¦n es cierto que la Intervenci¨®n general de la Junta de Andaluc¨ªa envi¨® informes al departamento que dirig¨ªa (la Consejer¨ªa de Hacienda) en los que advert¨ªa de las irregularidades en el procedimiento administrativo.
A sus 67 a?os, cree que este es un bald¨®n que no se merece despu¨¦s de m¨¢s de tres d¨¦cadas dedicadas a la pol¨ªtica. No querr¨ªa salir por la puerta de atr¨¢s, pero en las manos de la juez Mercedes Alaya est¨¢ el futuro procesal de quien siempre se ha considerado un servidor p¨²blico.
En este momento, lo que pase con ¨¦l en los pr¨®ximos meses est¨¢ marcado por ese rasgo de tan distintivo de su car¨¢cter: es imprevisible.
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