La Infanta se muda a Suiza con sus hijos y Urdangarin se queda en Barcelona
La Caixa env¨ªa a do?a Cristina a Ginebra para gestionar proyectos con la ONU Su marido permanecer¨¢ en Barcelona siguiendo la instrucci¨®n del 'caso N¨®os'
Llevaban meses buscando un trabajo en el extranjero. Los duques de Palma no quer¨ªan que sus cuatro hijos empezasen otro curso m¨¢s en Espa?a y siguieran pagando las consecuencias de la imputaci¨®n de su padre en el caso N¨®os. Tras varios intentos frustrados para encontrar un empleo para I?aki Urdangarin ¡ªel ¨²ltimo, en Catar¡ª, ha sido La Caixa, para la que la Infanta trabaja desde 1993, quien ha ofrecido la soluci¨®n: un puesto en Suiza para que do?a Cristina gestione los programas que la fundaci¨®n de la entidad tiene con diversas agencias de la ONU con sede en Ginebra.
La Infanta se mudar¨¢ a final del verano a Suiza con sus cuatro hijos. Ya tienen casa y matr¨ªcula en un colegio. Pero su marido no les acompa?ar¨¢. Pese a que no est¨¢ sujeto a ninguna medida cautelar que restrinja su libertad de movimiento y no tiene que pedir permiso para salir de Espa?a, sino simplemente comunicar un cambio de domicilio, Urdangarin se quedar¨¢ en Barcelona para seguir la instrucci¨®n del caso en el que est¨¢ imputado. El yerno del Rey viajar¨¢ con frecuencia a Suiza para ver a su familia, pero de momento seguir¨¢ viviendo en Espa?a, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a los duques de Palma.
Hace cuatro meses, estuvieron a punto de irse juntos a Catar. El 8 de abril se hizo p¨²blico que Urdangarin hab¨ªa comunicado a la Casa del Rey que ten¨ªa una oferta de su amigo y exseleccionador de balonmano Valero Rivera, nuevo dirigente del equipo nacional catar¨ª, para que trabajara con ¨¦l. Cinco d¨ªas antes, el juez que instruye el caso N¨®os, Jos¨¦ Castro, hab¨ªa citado a declarar a la Infanta como imputada, algo que no lleg¨® a ocurrir porque, el 7 de mayo, la Audiencia de Palma de Mallorca dej¨® en suspenso su imputaci¨®n, por dos votos a uno, al considerar que no hab¨ªa indicios suficientes de la cooperaci¨®n de do?a Cristina con su marido en delitos fiscales, de fraude a la Administraci¨®n y malversaci¨®n a trav¨¦s del Instituto N¨®os.
Pero el duque de Palma carec¨ªa del t¨ªtulo de entrenador, a Rivera lo acompa?aban ya dos que s¨ª lo ten¨ªan, y Catar no quer¨ªa un relaciones p¨²blicas, de modo que el plan para poner tierra de por medio ¡ª7.100 kil¨®metros en concreto¡ª entre la Casa del Rey y su principal foco de problemas no sigui¨® adelante. Don Juan Carlos guarda unas excelentes relaciones con el emir catar¨ª, pero no quiso intervenir para facilitar la contrataci¨®n de su yerno, seg¨²n fuentes de La Zarzuela.
Preguntado en aquel momento por si Urdangarin ten¨ªa otras ofertas, su abogado, Mario Pascual Vives, admiti¨®: ¡°?l lo que quiere es trabajar. Donde fuere, donde pueda. No est¨¢ en condiciones de elegir¡±. No volvieron a surgir oportunidades de empleo.
Una vez instalada en Ginebra, la Infanta asumir¨¢, seg¨²n La Caixa, ¡°la misi¨®n¡± de coordinar los proyectos que la fundaci¨®n de la entidad tiene con agencias de la ONU con sede all¨ª, as¨ª como ¡°impulsar nuevos programas de colaboraci¨®n con las fundaciones de ¨¢mbito social y cultural del Aga Khan Development Network¡±. Esta ser¨¢ la tercera mudanza para do?a Cristina en los ¨²ltimos cuatro a?os.
En septiembre de 2009, durante la instrucci¨®n del caso Palma Arena ¡ªdel que el caso N¨®os es una pieza separada¡ª, los duques de Palma se trasladaron con sus hijos a vivir a Washington, donde el yerno del Rey prest¨® servicios para Telef¨®nica Internacional, empresa de la que era entonces consejero. Dos a?os antes, un emisario del Monarca, su asesor legal, Jos¨¦ Manuel Romero, conde de Fontao, hab¨ªa pedido a Urdangarin que buscara trabajo en el extranjero. Para entonces, La Zarzuela ya era consciente de sus actividades ¡°inadecuadas¡± en el Instituto N¨®os, tal y como declar¨® el propio conde de Fontao ante el juez del caso N¨®os cuando fue citado a declarar como testigo.
Fue desde Washington desde donde Urdangarin pidi¨® perd¨®n p¨²blicamente en diciembre de 2011, poco antes de su imputaci¨®n, a trav¨¦s de un comunicado: ¡°Lamento profundamente el grave perjuicio a la imagen de mi familia y de la Casa del Rey, que nada tienen que ver con mis actividades privadas¡±. En agosto de 2012, anunciaron su regreso a Barcelona y en noviembre de ese a?o Urdangarin dimiti¨® de su cargo de consejero de Telef¨®nica Internacional.
Desde que estall¨® el caso N¨®os, la Infanta ha apoyado siempre a su marido. Fue ella quien, en noviembre del a?o pasado, comunic¨® al Rey que ir¨ªan juntos a visitarle al hospital donde don Juan Carlos acababa de ser operado de la cadera. La Zarzuela llevaba m¨¢s de un a?o evitando esa coincidencia e insisti¨® en aquel momento en que la visita de Urdangarin, apartado de la vida oficial de la familia real desde diciembre de 2011, no cambiaba nada. Ahora, la Casa del Rey no quiere comentar oficialmente el traslado de la Infanta a Suiza, pero fuentes pr¨®ximas a la familia real aseguran que el hecho de que vayan a vivir en pa¨ªses diferentes tampoco cambia nada y que la decisi¨®n de do?a Cristina es profesional, no personal.
Aislamiento total
Desde que estall¨® el caso N¨®os y el prestigio de la Monarqu¨ªa empez¨® a caer en las encuestas, La Zarzuela ha aumentado progresivamente la distancia con el marido de la infanta Cristina, s¨¦ptima en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono. En diciembre de 2011, poco antes de la imputaci¨®n de Urdangarin, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, calific¨® su comportamiento de "no ejemplar" y, en su discurso de Nochebuena de ese a?o, don Juan Carlos se refiri¨® claramente, aunque sin citarlo, al da?o que su yerno estaba haciendo a la Monarqu¨ªa. El Rey admiti¨® estar "enormemente preocupado" por la p¨¦rdida de prestigio de algunas instituciones y advirti¨®: "Cualquier actuaci¨®n censurable deber¨¢ ser juzgada. La justicia es igual para todos".
Desde entonces, todos los cortafuegos que La Zarzuela ha colocado entre Urdangarin y la instituci¨®n se quedaron cortos. Le apartaron de la vida oficial de la familia real, pero superado el baj¨®n de popularidad provocado por la inoportuna cacer¨ªa del Rey en Botsuana, las encuestas privadas encargadas por la Casa del Rey segu¨ªan marcando la erosi¨®n del caso N¨®os. Por eso el pasado enero borraron todo rastro de Urdangarin de la web oficial.
Cuando, el pasado 3 de abril, el juez Castro imput¨® a la Infanta, La Zarzuela reaccion¨® de manera muy distinta a la que tuvo cuando el imputado fue Urdangarin. Entonces ¡ªdiciembre de 2011¡ª la Casa del Rey no hizo comentarios. Cuando el juez cit¨® a la Infanta s¨ª se permiti¨® mostrar su ¡°sorpresa¡± y su apoyo al fiscal, que iba a recurrir la imputaci¨®n. La Zarzuela dej¨® a Urdangarin elegir a su abogado, un amigo suyo, pero fue la Casa del Rey quien encarg¨® a Miquel Roca, uno de los padres de la Constituci¨®n, la defensa de do?a Cristina.
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