Los chantajistas no disparan, ?o s¨ª?

?El martes pasado, d¨ªa 13 de agosto, la agenda de la instrucci¨®n de los papeles de B¨¢rcenas en el Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional preve¨ªa una declaraci¨®n a la que, medi¨¢ticamente hablando, le hac¨ªan sombra tres testimonios estelares.

El ex gerente Crist¨®bal P¨¢ez era poca cosa, si acaso un episodio rutinario, en comparaci¨®n con los ex secretarios generales del Partido Popular, Francisco ?lvarez- Cascos y Javier Arenas, y la secretaria general desde junio de 2008, Mar¨ªa Dolores de Cospedal.

Y, sin embargo, P¨¢ez iba autentificar un par de renglones, seg¨²n los cuales hab¨ªa cobrado 12.000 euros en negro, de ese "papel arrugado", como ha bautizado el presidente del Gobierno Mariano Rajoy el 1 de agosto de 2013, en el Parlamento, la contabilidad manuscrita de Luis B¨¢rcenas y ?lvaro Lapuerta.

El "papel arrugado" sustitu¨ªa a la "fotocopia", una palabra acu?ada durante la campa?a de seis meses contra las fotocopias fidedignas publicadas por ¨¦ste peri¨®dico el 31 de enero de 2013. Pero la declaraci¨®n del testigo P¨¢ez dar¨ªa mucho m¨¢s de s¨ª.

Luis B¨¢rcenas le llama para ser su adjunto en 2005. Cuando Rajoy asciende a B¨¢rcenas al puesto de tesorero nacional, en junio de 2008, P¨¢ez pasa a ser gerente.

P¨¢ez era, pues, un testigo de cargo sobre algunos entresijos del PP durante el periodo posterior al estallido del caso G¨¹rtel, en febrero de 2009. Sobre ese lapso de tiempo en el que, seg¨²n Rajoy explic¨® a los diputados, "el se?or B¨¢rcenas ya no ten¨ªa responsabilidades" en el partido.

Pero, antes, P¨¢ez tambi¨¦n ofrece alguna pista sobre el papel de B¨¢rcenas en la campa?a electoral de 2008 y, por esta v¨ªa, de la relaci¨®n entre el entonces gerente y Rajoy.

"Yo fui administrador general de esa campa?a porque B¨¢rcenas era candidato [a senador por Cantabr¨ªa], pero quien continuaba llevando todo era B¨¢rcenas. Creo que siempre lo fue". Y Rajoy coordin¨® la mayor¨ªa de las campa?as electorales.

El viaje al interior del cuartel de la madrile?a calle de G¨¦nova con P¨¢ez como gu¨ªa es un periplo a la dualidad de poder que se cierne sobre la tesorer¨ªa del partido, entre julio de 2009 y abril de 2010, como m¨ªnimo, a la lucha entre Cospedal y B¨¢rcenas.

Cuando aflora la instrucci¨®n de G¨¹rtel por el juez Garz¨®n, B¨¢rcenas, por temor a un registro de la sede del PP, le conf¨ªa una carpeta con papeles. Seg¨²n declar¨® B¨¢rcenas el 15 de julio pasado, era la contabilidad B, sus papeles manuscritos.

P¨¢ez testific¨® que B¨¢rcenas le dio una documentaci¨®n que le ¡°quemaba¡±

P¨¢ez, que mantiene buenas relaciones con su jefe, no tiene problema en guardarlos. Dice en su declaraci¨®n que no los ha visto, pero al tiempo declara que esa documentaci¨®n le "quemaba". No es la contabilidad B manuscrita de B¨¢rcenas lo que cree haber guardado.

Lo que el vio eran "facturas de diversas empresas" y "hojas de c¨¢lculo". Cuando se le exhiben, durante su declaraci¨®n, unas hojas en formatos Excel, contesta: "No s¨¦ si son esas u otras las que me dejo B¨¢rcenas en custodia. Pueden ser"

Su descripci¨®n de la situaci¨®n que se abre tras la renuncia "transitoria" de B¨¢rcenas al cargo de tesorero, en julio de 2009 es ilustrativa. Las relaciones entre P¨¢ez y B¨¢rcenas se deterioran. B¨¢rcenas recela de P¨¢ez porque se re¨²ne con Cospedal y a su vez la secretaria general le recrimina que siga despachando con B¨¢rcenas. El hombre est¨¢ en el medio.

"Cospedal asume la firma pero B¨¢rcenas segu¨ªa estando ah¨ª con funciones de tesorero. La gerencia le respond¨ªa a B¨¢rcenas. ?l me amenaz¨®. Me llam¨® a su despacho y dijo que me iba a arrancar la cabeza y que yo estaba acabado", explica P¨¢ez. "B¨¢rcenas se pone muy violento".

Este hombre que puede medir alrededor de 1,90 metros de altura no cree que es broma. "Yo me tom¨¦ en serio las amenazas. El contexto era una guerra entre Cospedal y B¨¢rcenas".

Esa guerra es tan evidente que P¨¢ez habla con Rajoy, quien le sugiere que despache con Cospedal. El presidente del PP tambi¨¦n le dice m¨¢s tarde, cuando P¨¢ez le refiere el conflicto, que ya se solucionar¨¢. Pero, Cospedal, ante la salida "definitiva" de B¨¢rcenas, en abril de 2010, le anuncia que ¨¦l, P¨¢ez, tambi¨¦n dejar¨¢ el partido por decisi¨®n del presidente. Y Cospedal negocia con ¨¦l una indemnizaci¨®n de 560.000 euros.

Lo que vio eran ¡°facturas¡± de empresas y ¡°hojas de c¨¢lculo¡±

Javier G¨®mez de Lia?o, ?qu¨¦ papel interpreta en las declaraciones?

En el caso de P¨¢ez, al letrado le interesa subrayar, la "custodia" de los documentos, la proximidad y deterioro posterior de la relaci¨®n entre P¨¢ez y su cliente, y una pregunta. ?Sab¨ªa P¨¢ez que Luis B¨¢rcenas le inform¨® a Rajoy que le hab¨ªa dejado los documentos en custodia?

Pero tanto con Arenas como con Cospedal, el letrado de B¨¢rcenas parece m¨¢s interesado en lanzar mensajes con la intenci¨®n de que sean objeto de reflexi¨®n posterior.

Es el caso de la ya c¨¦lebre comida en el restaurante Oriza de Sevilla en la que seg¨²n B¨¢rcenas ¨¦ste le anticipa el contenido de la primera comisi¨®n rogatoria de Suiza, la de los 22 millones de euros. G¨®mez de Lia?o le refresca la memoria a Arenas.

Primero, le habla de que posee los billetes del AVE que B¨¢rcenas cogi¨® la ma?ana del 14 de diciembre de 2013. Era viernes. "Porque usted no pod¨ªa el mi¨¦rcoles [d¨ªa 12 de diciembre]". Arenas no recuerda. Y el letrado aprieta: tambi¨¦n hay un soporte documental. Bingo. Pero Arenas sigue. Dice no tener ning¨²n soporte documental de ninguna comida.

G¨®mez de Lia?o lanz¨® a Arenas y Cascos mensajes para la reflexi¨®n

La declaraci¨®n como dep¨®sito de mensajes prosigue al d¨ªa siguiente, durante la declaraci¨®n de Mar¨ªa Dolores de Cospedal. La secretaria general ha dado, b¨¢sicamente, la misma versi¨®n sobre el pacto por el cual B¨¢rcenas deja en abril de 2010 la tesorer¨ªa de manera "definitiva".

Es una negociaci¨®n que desarrollan el "presidente de mi partido y el se?or Arenas" con B¨¢rcenas. Los puntos son: el uso puntual del coche, la secretaria, una salita para que deje sus cajas, el pago de los gastos de su defensa y la indemnizaci¨®n [255.600 euros al a?o en 14 pagas abonadas como n¨®mina, desde el 16 fe abril de 2010]. Ella es informada tiempo m¨¢s tarde. ?Qui¨¦n se lo dice? El presidente del partido. Es decir: Rajoy.

Y G¨®mez de Lia?o, ?cu¨¢l es su inter¨¦s? Quiere que precise desde cuando ya no tiene relaci¨®n con B¨¢rcenas. Abril, mayo o junio de 2009. Afirma que su relaci¨®n con B¨¢rcenas "es inexistente". Pregunta por los ingresos de B¨¢rcenas que paga mensualmente el PP. Cospedal responde que eso es lo que se pact¨®. Le pregunta por los apuntes contables seg¨²n los cuales ella cobr¨® dinero negro en 2008 ("Dietas Cospedal"). Si los apuntes de P¨¢ez son ciertos, ?los suyos son falsos? Ella responde que s¨ª, que son absolutamente falsos.

Y, entonces, llega el mensaje. ?Conoce a Antonio Villela? Se trata del apoderado de Constructora Rubau, que ha dado un donativo de 63.000 euros al PP. Un hombre que, seg¨²n P¨¢ez, iba por la sede de G¨¦nova. Cospedal dice que le conoce poco. Que cuando era consejera de Transportes en la Comunidad de Madrid, Villela fue a presentarle la empresa que ten¨ªa entonces. G¨®mez de Lia?o pregunta si tiene alguna relaci¨®n con ¨¦l. La testigo se?ala que tiene una relaci¨®n de car¨¢cter familiar.

El abogado del extesorero dio un aviso a Cospedal en su declaraci¨®n

?Fin de la cita? En el juzgado s¨ª. Antonio Vilella tiene amistad y mantuvo una relaci¨®n de negocios con Ignacio L¨®pez del Hierro, esposo de Cospedal.

Cuando Vilella se hizo cargo de la gesti¨®n de la empresa de la ONCE, llamada Construcciones y Gestiones de Servicios, a finales de los a?os noventa, L¨®pez del Hierro fue contratado para hacer gestiones por las que l¨®gicamente cobraba religiosamente.

Por tanto, G¨®mez de Lia?o avisa. El que avisa, parece decir, no es traidor.

En su primer cuento corto, el escritor brit¨¢nico Raymond Chandler, Los chantajistas no disparan hac¨ªa decir a un capit¨¢n de detectives de Los Angeles, California: "Un chantaje f¨¢cil y agradable, el chantaje. No tendr¨ªa por qu¨¦ convertirse en algo turbulento".

En el cuento, en cierto momento, un mat¨®n dice:

-Los chantajistas no disparan -mu?eco -. ?O s¨ª?