El Gobierno evita alegrarse en p¨²blico pero admite en privado su satisfacci¨®n

El Gobierno de Mariano Rajoy ha optado hace meses por la prudencia en la crisis independentista catalana. Tanto el presidente como su portavoz, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, y los ministros se han conjurado para no echar le?a al fuego. Todo se hace en privado, como le gusta a Rajoy, con conversaciones secretas entre ¨¦l y Mas y tambi¨¦n en los siguientes niveles. Por eso, y a pesar de que el Gobierno vio claramente como una buena noticia el giro estrat¨¦gico de Mas, que parece renunciar al refer¨¦ndum en 2014, el Ejecutivo evit¨® comentar sus palabras, ni siquiera para felicitarse.

El silencio y la paciencia parecen una vez m¨¢s la receta de Rajoy para resolver esta crisis, desde el punto de vista pol¨ªtico la m¨¢s importante que tiene que afrontar despu¨¦s del esc¨¢ndalo del caso B¨¢rcenas. Y de momento, seg¨²n fuentes del Ejecutivo, parece dar buen resultado. Despu¨¦s de la tensi¨®n de 2012, este a?o Rajoy y Mas se han visto en secreto para acercar posiciones. Aunque el Gobierno segu¨ªa con medidas agresivas, como recurrir ante el Constitucional cada movimiento de Mas, y el catal¨¢n manten¨ªa su amenaza de refer¨¦ndum, por debajo hab¨ªa muchas conversaciones para buscar una salida.

En p¨²blico, el Gobierno no quiso decir nada. Las fuentes oficiales de viaje en San Petersburgo para el G-20 rechazaban cualquier comentario incluso sin micr¨®fono. La ¨²nica que habl¨®, la ministra de Fomento, Ana Pastor, ayer en Granada pero que el d¨ªa anterior vio a Mas en Barcelona, se limit¨® a decir que ¡°hay que buscar acuerdos de entendimiento en el marco de la convivencia¡±.

El Ejecutivo, seg¨²n varios de sus miembros, ve este giro de renunciar al refer¨¦ndum ilegal y no adelantar las elecciones auton¨®micas como una buena salida para la situaci¨®n pol¨ªtica delicada a la que se enfrenta Mas, presionado por un lado para que se radicalice por sus aliados de ERC y por otro para que se modere por sus socios de Uni¨®. De esta forma, se?alaban en el Ejecutivo, Mas puede decir que lo ha intentado pero no se salta la Constituci¨®n. Eso s¨ª, la satisfacci¨®n no era completa porque el problema de fondo, la crisis independentista, se traslada a 2016, no se resuelve. El problema sigue encima de la mesa de Rajoy, aunque con m¨¢s tiempo para buscar una soluci¨®n.