Interior investiga las im¨¢genes captadas al extesorero preso

Bronceado, m¨¢s delgado, esmeradamente afeitado y con gesto adusto pero sereno, Luis B¨¢rcenas juega a las cartas con una cuadrilla de compa?eros de m¨®dulo en la sala de televisi¨®n. Participa, cabizbajo, en un oficio evang¨¦lico en el que la concurrencia alaba a Dios a voces. Conversa con otro recluso en un banco del patio. Se fuma un puro. Y hace uso de una de las dos cabinas telef¨®nicas a disposici¨®n de los internos del m¨®dulo 4 de la c¨¢rcel de Soto del Real (Madrid).

La difusi¨®n, este martes en La Sexta, de estas estampas recogidas en cinco v¨ªdeos grabados con tel¨¦fono m¨®vil en el interior de la c¨¢rcel sorprendi¨® a los responsables de Instituciones Penitenciarias. Hasta las 7 de la tarde, Interior no difundi¨® una nota en la que anunci¨® la apertura de una investigaci¨®n para aclarar la autor¨ªa de estas im¨¢genes del extesorero preso desde el pasado de junio, dado que el uso de m¨®viles y dispositivos capaces de grabar imagen o sonido est¨¢ prohibido en prisi¨®n. Instituciones Penitenciarias rechaza estas pr¨¢cticas ¡°ilegales¡± y asegura que ¡°lucha activa y tenazmente contra ellas¡± para ¡°preservar la intimidad de los reclusos, derecho fundamental del que no est¨¢n excluidas las personas privadas de libertad¡±.

El abogado de? B¨¢rcenas, Javier G¨®mez Lia?o, que este martes acudi¨® a Soto a verse con su defendido y recibi¨® explicaciones del director del penal, culp¨® de este incidente que tild¨® de ¡°macabro y siniestro¡± al ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez, y el titular de Instituciones Penitenciarias, ?ngel Yuste.

Las im¨¢genes fueron grabadas en el m¨®dulo 4, donde permanece B¨¢rcenas, y que, junto al 1, es el destinado a acoger a los preventivos menos peligrosos con delitos menos graves. A las visitas, se les hace pasar por un arco detector de metales y, solo en caso de que salte la alarma del aparato, se procede a su cacheo y a un registro m¨¢s minucioso de sus pertenencias. A¨²n as¨ª, admiten los funcionarios, cada vez que se lleva a cabo un registro de celdas, ¡°aparecen m¨®viles¡±. ¡°Los nuevos modelos de tel¨¦fonos port¨¢tiles, o no pitan, o les quitan la bater¨ªa y luego los reclusos los hacen funcionar con pilas que fabrican ellos mismos¡±, dice un vigilante.

La escasez de personal en las c¨¢rceles, denunciada por los sindicatos CSIF, UGT y CCOO, ha podido favorecer ¡°este y otros incidentes de seguridad¡±, seg¨²n ?ngel Moreno, de Comisiones Obreras.

El recluso B¨¢rcenas se muestra sociable con sus vecinos de m¨®dulo, del que apenas ha salido desde que ingres¨®. A pesar de que los mejores equipamientos ¡ªpolideportivo, canchas de tenis, y la sala para la misa de los domingos¡ª est¨¢n fuera, parece remiso a pedir la preceptiva autorizaci¨®n para usarlos. Quiz¨¢ por eso cubre sus necesidades espirituales en los improvisados cultos evang¨¦licos en la biblioteca de su ¨¢rea.