Urdangarin, sin secretos
El ¡®caso N¨®os¡¯ mantiene una pieza separada por supuesta intromisi¨®n del CNI
Urdangarin enviaba todo tipo de mensajes al Rey, a la Reina y a su esposa, la infanta Cristina. Algunos pod¨ªan ser comprometedores. Otros, tal vez inc¨®modos, como comentarios jocosos, montajes fotogr¨¢ficos o chistes sobre Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Sus correos se han convertido en una fuente hasta ahora inagotable de informaci¨®n para la causa judicial. Sin embargo, hay indicios de que la informaci¨®n contenida en los discos duros de la empresa para la que trabajaba (N¨®os) ha sido manejada por los servicios de inteligencia, por el CNI en concreto, antes y durante el proceso. Una pieza del sumario sigue todav¨ªa secreta y est¨¢ dedicada a la intromisi¨®n del CNI en el caso Urdangarin.
Una de las pruebas la ofreci¨® el propio Urdangarin el 17 de julio, durante una vista previa en un juzgado de Barcelona, como consecuencia de una demanda en defensa de su intimidad. Manuel Gonz¨¢lez Peeters, el abogado de Diego Torres, le hizo una pregunta expresa al duque de Palma: ¡°?Es cierto que en una periodicidad m¨¢s o menos mensual lo que se llamaban servicios de inteligencia pasaban por el instituto y obten¨ªan una copia de los archivos? ¡°Se hac¨ªa un backup [copia de seguridad] del servidor semanal¡±. El abogado le pregunt¨® si, ¡°aparte de los servicios de inteligencia¡±, alguien m¨¢s hac¨ªa esa actividad, y citaba expresamente a dos personas que trabajaban en N¨®os. Urdangar¨ªn se limit¨® a decir que esas dos personas ¡°no eran las que ten¨ªan que hacer ese tipo de actividad¡±. En una pregunta posterior, qued¨® de manifiesto que dichos servicios revisaban tambi¨¦n los tel¨¦fonos y las comunicaciones de N¨®os.
Estas operaciones eran conocidas por el socio de I?aki Urdangarin, Diego Torres, pero no, en apariencia, por una buena parte de los trabajadores de N¨®os con quienes este peri¨®dico ha contactado. La decena de trabajadores entrevistados desconoc¨ªan estas actividades o se niegan a hacer cualquier tipo de comentario al respecto. ¡°No puedo decir nada, ni s¨¦ nada¡±, manifiesta uno de los exempleados, precisamente quien se encargaba de borrar todos los ficheros de los ordenadores de Urdangarin cuando este cambiaba de terminal.
Los exempleados de
Fuentes del CNI niegan ¡°rotundamente¡± que hayan tenido nada que ver en el caso o que haya existido una tutela sobre las actividades de Urdangarin en N¨®os. Respecto al interrogatorio en el que Urdangar¨ªn habla de que se realizaban copias de seguridad de los discos de la empresa, dichas fuentes aluden a que el abogado se refiri¨® en su pregunta a los ¡°servicios de seguridad del Estado¡± y no los de ¡°inteligencia¡±. Este peri¨®dico ha podido comprobar en la transcripci¨®n de ese interrogatorio que el abogado cita en varias ocasiones el t¨¦rmino ¡°servicios de inteligencia¡±.
Desde hace nueve meses sigue secreta una pieza separada del sumario del caso N¨®os, que nace cuando el fiscal anticorrupci¨®n de Barcelona, Fernando Bermejo, llama a su colega Pedro Horrach, de Mallorca, para comentarle el hallazgo de material relacionado con Urdangarin en el despacho de Mat¨ªas Bevilacqua, un hacker que dec¨ªa trabajar para el CNI, durante una investigaci¨®n relacionada con una red corrupta de agencias de detectives (Operaci¨®n Pitiusa). Desde ese momento, se abre esa pieza que est¨¢ dedicada a la interferencia de los servicios secretos.
Bevilacqua ten¨ªa un disco duro, cinco pen drive y un disco del servidor de N¨®os. El disco duro era de una capacidad excepcional y estaba encriptado, era inaccesible para operadores no especializados en cifrado y seguridad inform¨¢tica. Bevilacqua asegur¨® que conten¨ªa archivos y software sobre esquemas y operaciones de alta seguridad y antiterrorismo internacional. Manifest¨® que lo ten¨ªa por encargo del CNI para el que dec¨ªa trabajar en el montaje del nuevo Centro de Ciberseguridad Nacional. Sus dos abogados intentaron recuperar ese disco con la excusa de la seguridad nacional, pero el fiscal se neg¨®. Bevilacqua se resisti¨® inicialmente a teclear los 20 d¨ªgitos de la clave que daba acceso al disco. El fiscal intent¨® por dos veces obtener confirmaci¨®n de que segu¨ªa trabajando para el CNI.
¡°Se hac¨ªa un ¡®backup¡¯ del servidor semanal¡±, afirm¨® el duque ante la juez
De hecho, F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, el actual director del CNI, declar¨® ante la comisi¨®n de secretos oficiales del Parlamento que Bevilacqua hab¨ªa colaborado entre 2000 y 2009 en asuntos relacionados con material inform¨¢tico. Sin embargo, el fiscal Horrach solicit¨® un informe de movimientos de las cuentas corrientes de CF Labs, la empresa de Bevilacqua, y consta la recepci¨®n de numerosos pagos hasta 2010, m¨¢s 140.000 euros sin justificar que Bevilacqua explicaba que se trataba de cobros de fondos reservados. Meses despu¨¦s, fue hallado un cheque de Pascual Vives de 6.900 euros para justificar que hab¨ªa estado trabajando para su bufete en una tarea tan simple como ordenar 20.000 correos de N¨®os. ¡°Era como contratar a un mec¨¢nico de F¨®rmula 1 para cambiar el aceite de un utilitario¡±, dicen en la fiscal¨ªa.
Finalmente, est¨¢ la creencia de que los correos solo los tiene Torres, creencia que rechazan varias fuentes: ¡°Diego no es el ¨²nico que dispone de correos. Hay m¨¢s personas que saben el contenido total de los mensajes de Urdangarin y, por tanto, hasta d¨®nde puede llegar el caso. Por eso, hay presiones. Presiona, quien conoce¡±.
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