Rajoy prepara el modelo de financiaci¨®n para frenar la tensi¨®n con Mas

El Gobierno mide mucho cualquier paso con Catalu?a. Ahora prefiere no moverse para esperar a que baje la tensi¨®n tras la Diada, pero sabe que no puede quedarse totalmente de brazos cruzados. Descartada la posibilidad de aceptar una consulta soberanista, sea del tipo que sea, o una reforma constitucional, el Ejecutivo trabaja ya para dise?ar el nuevo modelo de financiaci¨®n, el elemento central con el que Mariano Rajoy quiere intentar negociar con Artur Mas para bajar la tensi¨®n independentista. Aunque ser¨¢ un proceso lento ¡ªdurar¨¢ un a?o¡ª ya se est¨¢n estudiando modelos y en la Comisi¨®n Delegada para Asuntos Econ¨®micos se han hecho debates para analizar c¨®mo ha funcionado el fondo de rescate auton¨®mico (FLA), del que Catalu?a es el principal beneficiario, y qu¨¦ habr¨ªa que hacer para mejorar la financiaci¨®n con los escasos recursos de los que dispone este momento el Ejecutivo.

El equipo econ¨®mico se centrar¨¢ en ese objetivo tras presentar los Presupuestos Generales del Estado, esta misma semana, el 27 de septiembre. Ese d¨ªa se mejorar¨¢n un poco las previsiones econ¨®micas sobre las desastrosas cifras anunciadas en abril y se dar¨¢ el pistoletazo de salida a lo que en el PP definen como ¡°nuevos tiempos¡±. Catalu?a es la gran preocupaci¨®n del Gobierno en este momento, aunque habr¨¢ pocos movimientos. ¡°Lo primero es bajar la temperatura. Y despu¨¦s, estabilizar¡±, se?ala un ministro comparando la crisis catalana con un enfermo hospitalizado.

Se trata de desarrollar el camino marcado por el presidente, que esta semana, en su primera intervenci¨®n p¨²blica tras la Diada, suaviz¨® el tono y redujo la presi¨®n sobre CiU para facilitar el di¨¢logo con Mas. Pero cuando pase un tiempo, el Gobierno quiere abrir una etapa de negociaci¨®n, que incluye una cuidada visita de Rajoy a Catalu?a ¡ªque no es inminente pero s¨ª segura¡ª para empezar a hablar de financiaci¨®n y tratar de sacar el foco de la independencia y el refer¨¦ndum.

La crisis soberanista es tambi¨¦n una de las cuestiones que m¨¢s preocupan a la direcci¨®n nacional del PP y con ese inter¨¦s se trat¨® en la reuni¨®n que el presidente mantuvo en La Moncloa con la c¨²pula popular el pasado lunes. Dirigentes del partido admiten que no es un tema del que se hable abiertamente por su delicadeza y por la repercusi¨®n en los equilibrios pol¨ªticos. En G¨¦nova, 13 saben que, aun sin instrucciones directas, deben medir todo lo que se dice sobre Catalu?a y atenerse a la carta que el presidente del Gobierno envi¨® a Artur Mas. El propio n¨²mero tres de los populares, Carlos Floriano, se limit¨® ayer a apuntar que el Gobierno de la Generalitat ¡°deber¨ªa dedicarse a trabajar por los catalanes en lugar de emprender viajes a ninguna parte¡±. La orden es extremar la cautela. Aunque algunos van por libre, y Jaime Mayor Oreja, presente en la cita en La Moncloa ¡ªpertenece a la c¨²pula como portavoz en el Parlamento Europeo¡ª compar¨® poco despu¨¦s de ver a Rajoy la hoja de ruta de la Generalitat con la de ETA.

En este contexto, y ante el ascenso de Ciutadans, la direcci¨®n del PP pretende reforzar el partido en Catalu?a, con Alicia S¨¢nchez-Camacho a la cabeza. La formaci¨®n ha perdido peso en un momento en que la independencia arrolla todo el debate pol¨ªtico en Catalu?a. La presidenta del PP catal¨¢n ya adquiri¨® en los ¨²ltimos meses mayor presencia como portavoz nacional del partido. CiU y ERC tratan de ningunear al PP catal¨¢n y solo quieren hablar con La Moncloa. El PP quiere evitar esa imagen y por eso trata de reforzar a S¨¢nchez-Camacho, aunque varios dirigentes nacionales, al igual que ministros y personas cercanas a Rajoy, mantienen contactos discretos con representantes pol¨ªticos y empresarios, tanto en Catalu?a como en Madrid.

¡°Lo primero es bajar la temperatura. Y despu¨¦s, estabilizar¡±, se?ala un ministro

El momento clave de ese proceso de di¨¢logo y del impulso al partido ser¨¢ la visita de Rajoy a Catalu?a, una cita todav¨ªa sin cerrar, que depende de la agenda y de la estrategia pol¨ªtica y que podr¨ªa coincidir con una interparlamentaria del PP en esa comunidad la primera quincena de noviembre, aunque la direcci¨®n baraja tambi¨¦n otras posibilidades. El presidente ya aprovech¨® un c¨®nclave popular celebrado en Barcelona el pasado oto?o para proclamar que ¡°Catalu?a es Espa?a y Espa?a es tambi¨¦n de los catalanes¡±. Un mensaje distinto al de Esperanza Aguirre, quien esta semana volvi¨® a reclamar una revisi¨®n del modelo auton¨®mico y propuso ¡°catalanizar Espa?a¡±, eso s¨ª con un discurso dur¨ªsimo contra el nacionalismo catal¨¢n.

La estrategia de Rajoy con Mas y CiU arroja tambi¨¦n una idea de sus planes para la direcci¨®n del PP, sobre todo despu¨¦s de un verano repleto de especulaciones sobre la continuidad de la secretaria general, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, y otros miembros de la c¨²pula. Lo que ha hecho el presidente al convocar al comit¨¦ de direcci¨®n en La Moncloa ¡ªuna reuni¨®n que pretende celebrar con una frecuencia mensual, en funci¨®n de su agenda; hoy se reunir¨¢ en G¨¦nova¡ª ha sido tomar las riendas del partido, acorralado por el caso B¨¢rcenas, debilitado por la gesti¨®n del esc¨¢ndalo y sin la fuerza pol¨ªtica que necesita una formaci¨®n que cuenta con amplia mayor¨ªa parlamentaria y sustenta al Gobierno. Esta maniobra se interpreta internamente de dos maneras diametralmente opuestas: esto es, como un espaldarazo a la n¨²mero dos, ya que de momento deja claro que no habr¨¢ cambios y, o como una desautoriza al evidenciar que el partido atraviesa una etapa de debilidad sin precedentes y est¨¢ hundido en la mayor¨ªa de las encuestas.

El objetivo, con vistas a las elecciones europeas de la pr¨®xima primavera, en las que se teme un p¨¦simo resultado, consiste ahora en remontar en popularidad al ritmo de la econom¨ªa tras nueve meses de bloqueo por el caso del extesorero y casi dos a?os de recortes. Varios dirigentes son conscientes de que ha llegado el momento de empezar a tomar decisiones, no solo relacionadas con las listas. Y tambi¨¦n preocupan los comicios municipales y auton¨®micos de 2015, que podr¨ªan suponer una debacle absoluta si el PP pierde la Comunidad Valenciana y Madrid.