El PP recobra su ventaja electoral al pasar el ¡®caso B¨¢rcenas¡¯ a segundo plano

El PP tendr¨ªa su peor resultado de las ¨²ltimas seis generales y, aun as¨ª, est¨¢ en disposici¨®n de ganar en las urnas si se celebraran ahora elecciones. Es decir, por muy mal que est¨¦n los populares, por adversos que sean los datos econ¨®micos, por duros que sean recortes como el de las pensiones y el del sueldo de los funcionarios y por notables que sean los esc¨¢ndalos que le afectan, al PP siempre le quedar¨¢ que el PSOE de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba no logra remontar y recoger ese malestar ciudadano.

Seg¨²n el sondeo de Metroscopia para EL PA?S, el PP vuelve a tener una ventaja de casi cinco puntos. El margen de error de la encuesta, con una participaci¨®n estimada del 62%, hace que esa diferencia sea ajustada, pero en todo caso, demuestra, que los socialistas no logran rentabilizar la situaci¨®n de crisis y de rechazo por la corrupci¨®n. Hace un mes el PSOE estaba ligeramente por encima del PP, pero esa tendencia era coyuntural y marcada por el desgaste moment¨¢neo del caso B¨¢rcenas. No se ha consolidado y los socialistas han vuelto a bajar.

La mitad de la dura legislatura dejar¨ªa al PP con un notable desgaste cifrado en diez puntos menos que el hist¨®rico resultado que lograron en las generales del 20 de noviembre de 2011, con una estimaci¨®n de voto del 34,1%. Al PSOE, los casi dos a?os en la oposici¨®n le dejan pr¨¢cticamente atascado en el peor resultado electoral de su historia (el 28,7% de 2011), y con unos datos de valoraci¨®n muy negativos de su actual l¨ªder, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba.

El Gobierno lo ha apostado todo en el ¨²ltimo mes a una recuperaci¨®n econ¨®mica que los ciudadanos no perciben. Es m¨¢s: se mantiene entre los espa?oles la impresi¨®n de que, en el mejor de los casos, el camino ser¨¢ largo (el 57%) y que, incluso, seguir¨¢ empeorando la situaci¨®n econ¨®mica, seg¨²n el 34% de los encuestados. El desempleo seguir¨¢ igual o incluso ser¨¢ m¨¢s alto para el 74%. Y la imagen del Gobierno, de Rajoy y de todos sus ministros, es p¨¦sima. El ministro mejor valorado por los ciudadanos es el m¨¢s desconocido: el titular de Defensa, Pedro Moren¨¦s. Y entre los votantes del PP, la mejor valorada es la vicepresidenta Soraya Sa¨¦nz de Santamar¨ªa. Pero, de nuevo, el respiro para el Ejecutivo es que la valoraci¨®n del secretario general del PSOE es a¨²n peor que la de Rajoy, incluso entre sus votantes.

Rubalcaba ha logrado ganar casi un a?o de paz interna para rehacer el partido y su imagen y, entonces, decidir si se presenta a unas primarias. Sus potenciales rivales y aspirantes virtuales (Carme Chac¨®n, Eduardo Madina, Emiliano Garc¨ªa Page y Patxi L¨®pez, entre otros) esperan sin hacer movimiento p¨²blico alguno, como en las carreras de persecuci¨®n ciclista en pista en las que se aguarda agazapado hasta el momento del sprint para atacar. Pero, por el momento, el actual l¨ªder no logra apenas mejorar el resultado de las generales, aunque de manera coyuntural pueda ponerse por delante del PP, pero siempre m¨¢s por la ca¨ªda de los populares que por su ascenso.

Basta un mes sin noticias relevantes sobre B¨¢rcenas, aunque queden datos relevantes por aclarar, para que el PP frene su ca¨ªda, mientras el PSOE se mantiene estable en su extrema gravedad.

Dirigentes socialistas mantienen estos d¨ªas en privado lo que en p¨²blico apunt¨® esta semana la nueva presidenta de Andaluc¨ªa, Susana D¨ªaz: la posici¨®n del partido sobre Catalu?a le erosiona en el resto de Espa?a, porque se percibe como ambigua y sin que se entienda su trabajada propuesta de reforma federal. La complicada situaci¨®n del PSC, defendiendo el derecho a decidir aunque no la independencia, pone en aprietos a la direcci¨®n socialista e inquieta a los barones del partido.

Se agrava la situaci¨®n con el hecho de que, dos a?os despu¨¦s, Rubalcaba no ha conseguido liberar al partido y a s¨ª mismo del enorme lastre de la gesti¨®n que hizo Zapatero de la crisis, hasta el punto de que el socialista es el l¨ªder de los cuatro principales partidos peor valorado entre los suyos. Un 74% de los votantes del PSOE desaprueba su gesti¨®n como l¨ªder de la oposici¨®n y un 83% de ellos no conf¨ªa en ¨¦l. La combinaci¨®n de los dos datos muestra que no es percibido por sus potenciales votantes como un l¨ªder s¨®lido. Ni Rajoy tiene datos tan negativos entre los suyos. Un 41% de los votantes del PP desaprueba a Rajoy; el 36% de los de IU no comparte la gesti¨®n de Cayo Lara y el 31% de los de UPyD, el porcentaje m¨¢s bajo de los cuatro, es cr¨ªtico con Rosa D¨ªez.

Adem¨¢s, todav¨ªa un 70% de los ciudadanos y un 47% de los votantes del PSOE siguen culpando en mayor o menor medida a Zapatero de la p¨¦sima situaci¨®n econ¨®mica. Es decir, hay m¨¢s espa?oles que ven todav¨ªa el nombre del anterior presidente entre las causas de la crisis.

El ¨²nico alivio para los socialistas es que, obviamente, el paso del tiempo difumina esas huellas de la herencia del pasado, aunque sea mucho m¨¢s lentamente de lo que querr¨ªan. As¨ª, en junio de 2012 ¨²nicamente el 9% culpaba solo a Rajoy, mientras que ahora ese porcentaje ha subido al 25%. Un 14% de votantes del PP responsabiliza ya al actual Ejecutivo.

Otro dato negativo para Rubalcaba es que solo el 15% de los ciudadanos considera que Espa?a estar¨ªa mejor con el l¨ªder socialista al frente. Este porcentaje no ha evolucionado apenas en el ¨²ltimo a?o. Todo se agrava porque los votantes del PSOE son tan esc¨¦pticos con su l¨ªder como que un 52% asegura que todo estar¨ªa igual si ¨¦l fuera el presidente. Por contra, el 61% de los votantes del PP piensan que con un Gobierno socialista todo estar¨ªa peor, es decir, los electores populares siguen viendo a Rajoy, pese a todo, como mejor (o menos malo) que su oponente.

Rubalcaba ha luchado en los dos ¨²ltimos a?os contra la idea de que socialistas y populares son lo mismo, que ofrecen las mismas soluciones a la crisis y que dan las mismas respuestas a los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Dos a?os despu¨¦s, no se ha disuelto esa idea y a¨²n el 50% de los espa?oles preguntados por Metroscopia asegura que todo estar¨ªa igual si al frente de Espa?a estuviera el PSOE.

Con esa ventaja y la posibilidad de que algunos datos vayan mejorando en los pr¨®ximos meses, el PP ha lanzado a los suyos el mensaje de volcarse para movilizar a sus electores de cara a las europeas de 2014, una especie de macroencuesta que medir¨¢ el ¨¢nimo de los espa?oles. Conf¨ªan en que 2014 llegue una cierta recuperaci¨®n y, como ha anunciado Rajoy, que en 2015, en coincidencia con las municipales y auton¨®micas y en v¨ªsperas de las generales, pueda verse una reducci¨®n de impuestos. A eso lo f¨ªa todo.

Pero el fundado pesimismo ciudadano no se alivia con el mensaje de optimismo con el que el Gobierno ha pretendido envolver los Presupuestos para 2014. No solo no es percibido as¨ª, sino que el 51% asegura que esas cuentas van a hacer que empeore a¨²n m¨¢s la situaci¨®n de Espa?a. Solo el 21% se cree la etiqueta de ¡°los Presupuestos de la recuperaci¨®n¡± con la que ha machacado el Ejecutivo. Entre los votantes del PP, un 42% ¡°compra¡± esa idea fuerza que vende insistentemente el Ejecutivo.

En la agenda de la direcci¨®n del PSOE figura primero la conferencia pol¨ªtica que se celebrar¨¢ a principios de noviembre, con la idea de presentar un proyecto que relance el partido. Luego, un buen resultado en las europeas de mayo de 2014 podr¨ªa servirle como revulsivo que mejore su estado de ¨¢nimo. Para eso las plantear¨¢ como la ocasi¨®n perfecta para castigar al Gobierno de Rajoy. Y buscar¨¢ un candidato fuerte y, a falta a¨²n de muchos meses, se baraja ya alg¨²n nombre como el de Ram¨®n J¨¢uregui, coordinador de la doctrina program¨¢tica que saldr¨¢ de la citada convenci¨®n.

Parece consolidado por la reiteraci¨®n de las encuestas que IU y UPyD son los beneficiarios de los p¨¦simos datos de socialistas y populares. La suma de los dos grandes partidos ha bajado m¨¢s de 10 puntos que se reparten Cayo Lara y Rosa D¨ªez.

IU se mantiene en una estimaci¨®n de voto del 11,5%, frente al 6,9% de las ¨²ltimas generales. Y UPyD sigue en el 9,1, algo menos del doble de su ¨²ltimo resultado.