El gris¨² ataca a traici¨®n
Los seis mineros fueron fulminados por el gas en un accidente que pocos se explican La explotaci¨®n permanecer¨¢ cerrada hasta que acabe la investigaci¨®n
Los mineros saben que cuando el gris¨² ataca pueden ocurrir dos cosas: o que estalle o que asfixie en pocos segundos. A traici¨®n. En el pozo Emilio del Valle, la mina de Hullera Vasco-Leonesa donde el lunes murieron seis personas, ocurri¨® probablemente lo segundo, seg¨²n lo apuntado por el informe del Instituto de Medicina Forense de Le¨®n. La comisi¨®n estatal de Seguridad Minera, dependiente de Industria, ha abierto una investigaci¨®n, pero poco se podr¨¢ saber hasta que la mina no se libere del metano que este martes segu¨ªa devorando el ox¨ªgeno hasta dejarlo en una concentraci¨®n del 1%, cuando los humanos necesitan el 21% para respirar.
Tras el suceso, tanto mineros como responsables pol¨ªticos y sindicales han pedido ¡°tranquilidad¡±, para evitar conclusiones precipitadas. Aunque algunas personas, como el alcalde de Vegacervera, Luis Rodr¨ªguez, que trabaj¨® en la mina, sospecha de alg¨²n fallo. ¡°No s¨¦ si t¨¦cnico o humano. El escape fue un derrabe (vertido) de carb¨®n que ha empujado el gas. Habr¨ªa que haberlo evitado¡±, se lamenta. Tambi¨¦n comparten su teor¨ªa mineros como Eric Rodr¨ªguez, que trabajaba el lunes en una zona cercana a la del accidente.
El metano es un gas t¨®xico hermano inseparable del carb¨®n: ¡°Se dispone en mol¨¦culas intercaladas entre el propio carb¨®n y a veces crea capas de metano, lo que se llama gris¨². El gas crepita en el carb¨®n constantemente y su liberaci¨®n en grandes cantidades puede provocar asfixia o una deflagraci¨®n en contacto con una fuente de calor¡±, explica Rafael Varea, ge¨®logo del Colegio de Minas de Madrid. Para combatirlo, en las minas se utilizan sistemas de ventilaci¨®n que van liberando el metano en peque?as concentraciones y se controla la atm¨®sfera con detectores llamados gris¨®metros.
Los mineros llevan a su vez equipos de salvamento y peri¨®dicamente se hacen desgasificaciones, perforaciones para liberar el gas. ¡°Si se hubiera desgasificado previamente es previsible que no se hubiera producido el accidente. Es un escape fortuito, es muy dif¨ªcil que las mol¨¦culas de gas generen atm¨®sferas crecientes, las mal llamadas bolsas de gas comprimido que se rompen¡±, reflexiona Varea. En la mina se realizaban estas labores cada s¨¢bado.
Si el gris¨² aparece, los mineros pueden actuar. Cada operario lleva el ¡°rescatador¡± en su equipo de trabajo. Consta de una m¨¢scara unida a una botella de ox¨ªgeno que permite respirar entre 25 y 30 minutos cuando se detecta una fuga. Lo suficiente para salir de la mina y salvar la vida. Un operario tarda en pon¨¦rsela unos segundos. En el pozo de Emilio del Valle no les dio tiempo a nada porque la fuga fue tan violenta como letal. Ni siquiera se sabe si funcionaron los gris¨®metros, que emiten se?ales ac¨²sticas y luminosas en concentraciones de 1% o 1,2% de gas y paralizan toda actividad mec¨¢nica para que no se produzca una explosi¨®n. ¡°Si los fallecidos estaban donde se produjo la fuga, puede haber salido suficiente gas para afectarlos a todos de manera inmediata¡±, asegura Varea.
Juan Jos¨¦ Fern¨¢ndez, extrabajador de mina en Asturias y miembro del Colegio de Ingenieros de Minas de esa comunidad, reconoce que en la profesi¨®n ¡°no se puede controlar todo¡± pero cree que este accidente es, como m¨ªnimo, extra?o. Comparte su opini¨®n el secretario general de CC OO de Castilla y Le¨®n, ?ngel Hern¨¢ndez. ¡°Hay fuertes medidas de seguridad. Es muy raro¡±, insiste.
En la empresa propietaria, Hullera Vasco Leonesa, no saben a¨²n qu¨¦ fall¨®. ¡°Una parte intr¨ªnseca de la plantilla se dedica a seguridad¡±, dicen. Seg¨²n admiten, esta mina es propensa a tener capas de gas gris¨². Pero hasta el momento del accidente, ¡°ninguna auditor¨ªa hab¨ªa detectado fallos¡±, analiza un portavoz del grupo, que el a?o pasado perdi¨® 11,6 millones de euros. No especifican, sin embargo, si han ca¨ªdo las inversiones en seguridad.
El juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Le¨®n, que investiga el caso, no ha pedido todav¨ªa documentaci¨®n a la empresa. ¡°No tenemos nada que ocultar¡±, afirman fuentes de la compa?¨ªa, que aseguran que trabajar¨¢n con la Junta de Castilla y Le¨®n para esclarecer el accidente. Su prioridad, insisten, son las v¨ªctimas y los heridos: ¡°No van a quedar desasistidos¡±, dicen. Mientras se despeje el camino de la investigaci¨®n, la mina seguir¨¢ cerrada.
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