Monago fija en Extremadura por ley la primera limitaci¨®n de mandatos
Los juristas discrepan sobre que los presidentes solo puedan gobernar ocho a?os
El presidente de Extremadura, Jos¨¦ Antonio Monago (PP), vuelve a ser un tipo inc¨®modo para su partido al abrazar una bandera que la izquierda suele reivindicar. El Parlamento extreme?o ser¨¢ el primero en limitar los mandatos en la presidencia de la Junta a ocho a?os. ¡°Es necesario renovar. La ¨¦poca de la pol¨ªtica como un medio de vida pertenece al pasado¡±, ha asegurado este lunes Monago. La limitaci¨®n solo se extiende a quien ocupe el cargo durante dos mandatos sucesivos, por lo que un presidente que haya dejado de serlo podr¨ªa, en el futuro, volver a presentarse sin incumplir la ley.
El PSOE sospecha que se trata de un brindis al sol, porque cualquier otro Gobierno podr¨ªa modificar la norma. Incluso levanta ampollas dentro de la formaci¨®n conservadora. ¡°Es otra ocurrencia. Las reglas de la democracia representativa dicen que los mandatos dependen de la voluntad de los votantes¡±, asegura un alto cargo del PP de otra comunidad. A Guillermo Fern¨¢ndez Vara, l¨ªder socialista extreme?o, le preocupa que se trate de ¡°fuegos de artificio¡± del PP para esconder las abultadas cifras del paro de la regi¨®n.
Su encaje jur¨ªdico tambi¨¦n plantea un debate, aunque la Junta asegura que el proyecto de ley se aprobar¨¢ este mismo martes con el aval del Consejo Consultivo y del Consejo Social (CES).
El Estatuto de Altos Cargos que recoger¨¢ este precepto incluye novedades, como la prohibici¨®n de crear m¨¢s categor¨ªas de cargos pol¨ªticos o la obligaci¨®n de publicar las declaraciones de bienes y rentas de todos ellos, incluidos los jefes de gabinete y personal directivo de empresas p¨²blicas. Un desnudo integral que incluir¨¢ los rendimientos del trabajo, bienes muebles e inmuebles; valores mobiliarios; actividades empresariales, becas o indemnizaciones.
La norma se remitir¨¢ posteriormente a la Asamblea, donde PSOE, IU y los regionalistas Prex-Crex se han mostrado abiertos a estudiar el texto a la espera de conocer la letra peque?a.
Entre los juristas consultados hay divisi¨®n entre los que creen que no tiene un encaje jur¨ªdico claro y los que no ven ning¨²n problema. ¡°Exigir¨ªa una reforma de la Constituci¨®n. La limitaci¨®n de mandatos es m¨¢s propia de sistemas presidencialistas, como hace EE UU o como ocurre en pa¨ªses de Latinoam¨¦rica. En mi opini¨®n, no es descabellado por razones de renovaci¨®n de las ¨¦lites, pero no se podr¨ªa aplicar a los altos cargos¡±, reflexiona Roberto Blanco Vald¨¦s, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago.
En la misma l¨ªnea se manifiesta Javier P¨¦rez Royo desde la Universidad de Sevilla: considera necesaria una reforma de, al menos, ¡°el correspondiente estatuto de autonom¨ªa¡±. Introducir una limitaci¨®n as¨ª por ley es discutible porque la elegibilidad de una persona forma parte de ¡°la tradici¨®n democr¨¢tica¡±, dice, aunque, matiza, ¡°no se trata de una cuesti¨®n de blanco o negro¡±.
No ve ning¨²n problema Mar¨ªa Antonia Trujillo, exministra socialista, exconsejera extreme?a y profesora de Derecho Constitucional. ¡°Lo que quiere hacer Monago va a cubrir un d¨¦ficit en la legislaci¨®n auton¨®mica y avanza en la regeneraci¨®n democr¨¢tica¡±. Para Emilio Pajares, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III, solo el Estatuto de Catalu?a recoge hasta ahora la opci¨®n de que la ley pueda regular los mandatos presidenciales, pero no se ha desarrollado. Algunos pol¨ªticos de otras comunidades lo han anunciado de forma m¨¢s publicitaria que real, como el de La Rioja, Pedro Sanz (PP), que propuso limitar los mandatos a dos legislaturas cambiando su Estatuto de Autonom¨ªa cuando ¨¦l lleva cuatro legislaturas en el poder.
La opci¨®n de norma regional elegida por Monago, que solo precisa mayor¨ªa simple, resulta ¡°poco relevante¡± para otro jurista, Juan Antonio Doncel, de la Universidad de Extremadura: ¡°Bastar¨ªa con cumplirlo. Monago se presenta como un renovador de la pol¨ªtica, pero sus medidas son muy t¨ªmidas¡±.
¡°Habr¨ªa que preguntarse la raz¨®n de ser de esa limitaci¨®n, si es leg¨ªtima o no¡±, razona Mar¨ªa Luisa Balaguer, catedr¨¢tica de Derecho de la Universidad de M¨¢laga. Y pone como ejemplo la ley socialista de paridad en las listas electorales, que fue avalada por el Constitucional.
Ese no fue el ¨²nico anuncio de Monago, que quiso seguir marcando el paso con otro mensaje a Madrid: volvi¨® a considerar ¡°imprescindible¡± una reforma electoral para introducir listas abiertas.
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