El pasado sigue en el Poder Judicial
La reforma del consejo no ha alterado el esquema b¨¢sico de reparto de poder entre los partidos Las grandes formaciones huyen de vocales d¨ªscolos
![El presidente del Senado, Pío García Escudero (i) y el portavoz del grupo socialista, Marcelino Iglesias, durante la comparecencia de los candidatos para ser vocales del Consejo General del Poder Judicial.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2XDFAOG267CBAMJHXBHRWUH6QE.jpg?auth=cfd592b6618e78fbab280f9845c30aa4c8583e706f0329a9c0b574004e0778a6&width=414)
Entre los 20 flamantes vocales del Poder Judicial que jurar¨¢n sus cargos el pr¨®ximo d¨ªa 4 ante el Rey, hay de todo: esposas y esposos de¡, amigos y apadrinados de¡, militantes de¡, ex pol¨ªticos y hasta pol¨ªticos. La sensaci¨®n gatopardista de que el ministro Alberto Ruiz-Gallard¨®n ha tirado del BOEpara que todo siga igual, pero con la apariencia de que todo se ha cambiado, est¨¢ instalada en amplios sectores de la judicatura; convencidos de que PP y PSOE pod¨ªan haber conformado un Consejo similar al actual con la anterior normativa reguladora de la elecci¨®n de vocales y funcionamiento del ¨®rgano de gobierno de los 5.000 jueces espa?oles. E incluso se ha dado entrada a jueces no asociados (cinco), tradicionalmente proscritos pese a representar a m¨¢s de la mitad de la carrera. Pero todos ellos son de contrastada afinidad ideol¨®gica con quienes les nombran.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7RZAAJQC3FGXQTFBOLNVSPH4ZI.jpg?auth=9fe284f8702156924e42ede588cba8ad8eb8d38d18fb179eb9aa0b21ef870176&width=414)
?Y es que la esencia del sistema se mantiene: es decir, como siempre, PP y PSOE se han repartido las vocal¨ªas del Consejo en lo que podr¨ªa catalogarse de extrapolaci¨®n de sus cuotas de poder parlamentarias. Si el PP tiene mayor¨ªa absoluta en el Parlamento, tambi¨¦n la tendr¨¢ en el Poder Judicial, donde se ha reservado diez vocal¨ªas. Y se ha pactado pese a que en la misma ley, que aparentemente todo lo cambia, el PP introdujo una cl¨¢usula que, en esta legislatura y con mayor¨ªa cualificada en el Senado, le habr¨ªa permitido renovar el Poder Judicial y garantizarse la mayor¨ªa absoluta aunque el PSOE hubiese bloqueado la negociaci¨®n en el Congreso. Si el PP se ha reservado diez hombres en el Consejo, el PSOE se ha conformado con siete (no anda sobrado de cargos p¨²blicos y hab¨ªa muchas bocas deseosas de acceder a un cargo con unos 6.000 euros netos de sueldo). A IU le han dejado poner a una consejera (la secretaria judicial Concepci¨®n S¨¢enz) y dos a los nacionalistas de CiU (su diputada Merc¨¨ Pigem) y PNV (el abogado Enrique Lucas). PP y PSOE han meditado mucho sus listas antes de cerrarlas. Huyen de experiencias anteriores de vocales d¨ªscolos.
En el anterior Consejo hab¨ªa dos fiscales (en este ninguno, lo que ha disgustado al ministerio p¨²blico), y solo una juez del Supremo (en este hay tres, que ser¨¢n cuatro cuando se sume y sea votado el presidente, que lo propone el PP).
Desde el Supremo, cuya sede est¨¢ enfrente de la del Consejo, a veces se ha visto con cierto desd¨¦n algunas decisiones del Poder Judicial. No por la instituci¨®n en s¨ª, sino por sus integrantes, normalmente, de inferior categor¨ªa en la carrera judicial. Pero, aunque les tumbaban decisiones, la realidad, el poder, se impon¨ªa: y es que, por ejemplo, para ser magistrado del Supremo hay que pasar por la criba del Consejo.
Acabar con esa percepci¨®n de que mayoritariamente el Consejo lo integraban jueces de la escala b¨¢sica o intermedia, unido al esc¨¢ndalo de los viajes caribe?os del expresidente del Consejo y del Supremo Carlos D¨ªvar ¡ªque tuvo que dimitir¡ª, fue uno de los elementos que influyeron en Ruiz-Gallard¨®n para poner patas arriba la forma de elecci¨®n de los vocales. Y, de camino, restar el tradicional poder de las asociaciones hermanas de los grandes partidos (la conservadora APM y la progresista JpD) en la designaci¨®n de sus miembros. Tres huelgas de jueces le cost¨® al ministro el cambio normativo, que se vendi¨® como un arma para aumentar la calidad del Consejo, la de sus integrantes y, en consecuencia, su independencia del poder pol¨ªtico. Pero eso es solo sobre el papel. Y, como ejemplo, el hecho de que la aspirante que dispuso de m¨¢s avales de sus compa?eros, la juez Roc¨ªo P¨¦rez-Puig, ni siquiera ha estado en las listas que se han intercambiado PP y PSOE.
Un consejero recusado por el PSOE
El nombramiento como vocal del Poder Judicial del magistrado Gerardo Mart¨ªnez Trist¨¢n ha sido la causa de la dimisi¨®n como senador del secretario general de los socialistas madrile?o Tom¨¢s G¨®mez. Opina que el PSOE debi¨® vetarle como consejero. Desde 2006, Mart¨ªnez Trist¨¢n es presidente de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Madrid. Tambi¨¦n es marido de una consejera de la Junta de Castilla-La Mancha que preside la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. Trist¨¢n est¨¢ recusado como juez por el PSOE por haber abocado a los 50 jueces de su Sala para unificar criterios sobre los recursos que penden del proceso de privatizaci¨®n de hospitales de Madrid. Dado que hab¨ªa resoluciones dispares, Mart¨ªnez Trist¨¢n convoc¨® a toda la Sala a un pleno a finales de octubre. No logr¨® su objetivo: por 13 votos a favor de su tesis y 33 en contra, los jueces optaron por no unificar ning¨²n criterio y que cada secci¨®n resuelva como mejor entienda. G¨®mez vio en esa jugada un intento de Trist¨¢n de que la justicia no obstaculice el proceso. Al estar recusado por el PSOE, el Tribunal Superior de Madrid ha tenido que constituir una sala especial para decidir si procede o no la recusaci¨®n. El presidente de la Sala de lo Penal del TSJ, Francisco Vieira, preside tambi¨¦n esta sala especial, y coincide que ha pedido una de las dos plazas que han quedado vacantes en la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (la de los magistrados Perfecto Andr¨¦s y Carlos Granados).
Seg¨²n fuentes judiciales, en este nuevo Consejo, como ocurri¨® en los anteriores, ha primado la afinidad ideol¨®gica o el amiguismo. Tambi¨¦n, y en no pocos casos, la solvencia profesional. Entre los elegidos por el PSOE se halla la magistrada del Supremo Clara Mart¨ªnez, esposa del exfiscal general C¨¢ndido Conde-Pumpido; o Roser Bach, apuesta de los socialistas catalanes, aunque es esposa del consejero de Justicia del l¨ªder de CiU Artur Mas; o la de Pilar Sep¨²lveda, amadrinada para el Consejo por la presidenta socialista de Andaluc¨ªa; o la de magistrada Mar¨ªa Victoria Cincto, apoyada por los socialistas vascos; o Mar¨ªa del Mar Cabrejas, del juzgado 55 de Madrid, apadrinada por el negociador socialista para este Consejo, Antonio Camacho. O la del diputado ?lvaro Cuesta, exdiputado socialista.
En el lado del PP ocurre por el estilo y tambi¨¦n todos tienen sus padrinos. Como el presidente de la Sala de lo Contencioso de Madrid, Gerardo Mart¨ªnez Trist¨¢n, marido de una consejera en Castilla-La Mancha de la n¨²mero dos del PP, Dolores de Cospedal; o la juez valenciana Carmen Llombart, apadrinada por el vicepresidente saliente, Fernando de Rosa; y la de Mar¨ªa ?ngeles Carmona con el vocal saliente Antonio Dorado. Tambi¨¦n han pesado las buenas relaciones con el ministerio de Ruiz-Gallard¨®n, como en los casos de los presidentes de los tribunales superiores de Navarra y Murcia (Juan Manuel Fern¨¢ndez y Juan Mart¨ªnez); o las que mantiene el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska con los populares.
Est¨¢ previsto que el lunes de la pr¨®xima semana los nuevos vocales se re¨²nan para elegir al presidente. Los dos nombres que m¨¢s suenan son el del presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Juan Saavedra, y el magistrado de la Sala de lo Contencioso, y exalto cargo de Justicia con el PP Carlos Lesmes. Algunos vocales juran que a¨²n no les han dicho a qui¨¦n han de votar. En conclusi¨®n, una reedici¨®n del gatopardismo (cambiarlo todo para que todo siga igual).
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