El fiscal no halla signos de enaltecimiento en los recibimientos a cuatro etarras

La Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional no aprecia indicios de un delito de enaltecimiento del terrorismo en los recibimientos a los etarras excarcelados tras la derogaci¨®n de la doctrina Paroten sus localidades de residencia. Al menos no los puede apreciar sobre los informes que ha remitido hasta ahora al ministerio p¨²blico la Delegaci¨®n del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco. La representaci¨®n del Ejecutivo en Euskadi envi¨® la semana pasada al menos seis informes sobre estos ongi etorris (bienvenida, en euskera). Los acusadores p¨²blicos han recibido y examinado ya cuatro de estos atestados policiales. Los informes, de apenas tres l¨ªneas cada uno, resultan, seg¨²n fuentes del ministerio p¨²blico, ¡°demasiado escuetos¡± y ¡°a todas luces insuficientes¡± para derivar de ellos delitos de enaltecimiento. Por ello, la fiscal¨ªa tiene planeado solicitar a la Delegaci¨®n del Gobierno en Euskadi, encabezada por Carlos Urquijo, que le remita ¡°informes ampliatorios¡±, para determinar si en esos actos se exhibieron pancartas o se gritaron consignas a favor de ETA, aspectos que no figuran en los informes remitidos.

Los fiscales han examinado los atestados de los recibimientos a los exreclusos etarras Juan Ignacio Delgado Go?i, en Legazpi (Gipuzkoa); Inmaculada Patxo Mart¨ªn, en Bilbao; Juan Jos¨¦ Legorburu Gerediaga, en Amorebieta (Bizkaia); y Javier Mart¨ªnez Izagirre, en Galdakao (Bizkaia). Las cuatro comunicaciones carecen de un relato de hechos minucioso y no identifican en ning¨²n caso a las personas que participaron en los actos de homenaje, un aspecto esencial para poder imputar un delito.

Fuentes del ministerio p¨²blico expresaron este lunes su sorpresa por lo somero de los informes de la Delegaci¨®n del Gobierno. El atestado que m¨¢s atenci¨®n hab¨ªa merecido fue el del acto de bienvenida de Javier Mart¨ªnez Izagirre, Javi de Usansolo, en la madrugada del pasado 27 de noviembre en Galdakao (Bizkaia). El atestado sobre ese acto se limita a se?alar que sobre la 1.30 de la madrugada, un centenar de personas recibi¨® con ikurri?as, aplausos y cohetes al etarra. Javi de Usansolo es el asesino del ni?o de tres a?os Fabio Moreno, que muri¨® en noviembre de 1991 al explotar la bomba lapa que los terroristas hab¨ªan colocado en los bajos del coche de su padre, guardia civil, en Erandio (Bizkaia).

El informe sobre el recibimiento a Juan Jos¨¦ Legorburu se?ala simplemente que a su ongi etorri en Amorebieta acudieron ¡°25 asistentes¡±. En el caso de Delgado Go?i, se cuenta que en su recibimiento en Legazpi participaron entre 30 y 40 personas, que se lanzaron cohetes y que se oyeron repicar las campanas de una iglesia pr¨®xima al acto de bienvenida.

Inmaculada Patxo Mart¨ªn fue acogida tambi¨¦n ese d¨ªa entre aplausos en el Casco Viejo de Bilbao abrazada y jaleada por varias decenas de personas. Esta terrorista fue condenada a 500 a?os de c¨¢rcel por cuatro atentados, entre ellos a la comisar¨ªa de Burgos, seis asesinatos frustrados y 48 delitos de lesiones.

Fuentes de la fiscal¨ªa expresaron su malestar al entender que es el propio Ejecutivo el que no aprecia delito en los actos de recibimiento a los terroristas y que Interior ha actuado por motivos pol¨ªticos, dejando en el ministerio p¨²blico el coste de archivar las causas. Tambi¨¦n consideran los acusadores p¨²blicos que las fuerzas de seguridad deber¨ªan haber tomado medidas para impedir los homenajes en la calle. Fuentes del ejecutivo reconocen que el hecho de enviar los informes a la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional buscaba trasladar un mensaje a la izquierda <CF1001>abertzale de que se iba a ser inflexible ante cualquier acto que pudiera entenderse como una humillaci¨®n a las v¨ªctimas de ETA y valoran que de hecho no se han repetido.

Desde que el pasado 21 de octubre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dej¨® sin efecto la jurisprudencia del Tribunal Supremo que hab¨ªa permitido prolongar la estancia en prisi¨®n de terroristas y criminales que hab¨ªan cumplido sus penas, los homenajes a los etarras, empezando por In¨¦s del R¨ªo, se celebraron a puerta cerrada. Sin embargo, las constantes salidas de etarras ¡ªunos 60 en un mes¡ª desbordaron en algunos casos las consignas de Sortu de mantener un perfil bajo en los homenajes, que empezaron a celebrarse en la calle, lo que llev¨® al Gobierno a actuar ante la fiscal¨ªa.