¡°Morir¨¦ pronto, pero ahora s¨¦ que he hecho todo lo que pod¨ªa¡±
Ascensi¨®n cumpli¨® 88 a?os en un avi¨®n para hablar a una juez argentina de su padre fusilado
Ascensi¨®n Mendieta Ibarra cumpli¨® 88 a?os en un avi¨®n a Buenos Aires el pasado 29 de noviembre. Ha tenido que hacer un viaje muy largo, de 10.000 kil¨®metros, para pedirle a la justicia de un pa¨ªs en el que no conoce a nadie ayuda para recuperar los restos de su padre, enterrado mucho m¨¢s cerca de su casa de Madrid: en una fosa com¨²n con otros 16 hombres en Guadalajara. ¡°Estoy muy contenta. He vuelto con mucha ilusi¨®n. Ahora, si me muero, que me tocar¨¢ pronto, ya s¨¦ que he hecho todo lo que he podido por recuperar los restos de mi padre. Le he dicho a la juez que quiero llevarme a la tumba por lo menos un hueso suyo. Puedo morirme tranquila¡±, explic¨® ayer a EL PA?S, reci¨¦n llegada de Buenos Aires.
Acensi¨®n Mendieta no solo est¨¢ contenta. Est¨¢ orgullosa del esfuerzo que ha hecho, como el resto de la delegaci¨®n de 16 v¨ªctimas del franquismo que acaba de regresar de Buenos Aires tras declarar en el juzgado que lleva la causa por los cr¨ªmenes de la Guerra Civil y la dictadura. Envuelta en una bufanda que le da varias vueltas al cuello, Ascensi¨®n cuenta que cogi¨® una bronquitis por el cambio de temperatura. All¨ª era verano, hac¨ªa 36 grados el d¨ªa que lleg¨®. Ten¨ªa fiebre el d¨ªa que atraves¨® las puertas de un juzgado argentino para contar durante dos horas qu¨¦ ocurri¨® el 16 de noviembre de 1939, cuando su vida se torci¨® para siempre. ¡°Mi t¨ªa envi¨® un telegrama a mi madre: ¡®Baja a Guadalajara,urgente¡¯, dec¨ªa. Ella lleg¨® a la c¨¢rcel y se encontr¨® con que hab¨ªan fusilado a mi padre. Ya lo hemos enterrado, le dijeron. Y mi madre volvi¨® a casa sola¡±.
Ascensi¨®n ten¨ªa 13 a?os y el m¨¢s peque?o de sus hermanos a¨²n no hab¨ªa cumplido uno, cuando su padre, Timoteo Mendieta, fue ejecutado tras un consejo sumar¨ªsimo en el que hab¨ªa sido condenado a muerte por ¡°auxilio a la rebeli¨®n¡±. Le hab¨ªa denunciado un vecino y un militar. Era presidente de UGT en el pueblo y ten¨ªa 41 a?os.
Mar¨ªa Ibarra regres¨® a Madrid, adonde se hab¨ªa desplazado con sus siete hijos desde la detenci¨®n de su marido. Se hab¨ªa casado con Timoteo en contra de su familia, que no aprob¨® que eligiera un marido de izquierdas. ¡°Por eso no la ayudaron cuando mi abuelo muri¨®¡±, relata Chon Vargas, hija de Ascensi¨®n, a la que acompa?¨® a Buenos Aires. ¡°En Madrid viv¨ªa con su suegra y un cu?ado suyo: diez personas en una habitaci¨®n. El hijo m¨¢s peque?o dorm¨ªa en la tapa de un ba¨²l¡±.
¡°La Guardia Civil la detuvo dos veces despu¨¦s de que mataran a mi padre¡±, recuerda Ascensi¨®n. ¡°La segunda tuvo que pagar una multa de 3.000 pesetas para salir de la c¨¢rcel¡±. Para sacar a sus siete hijos adelante, Mar¨ªa Ibarra hab¨ªa vendido la peque?a mula que ten¨ªan y se hab¨ªa dedicado al estraperlo, cambiando loza por jud¨ªas. ¡°La multa de 3.000 pesetas la pag¨® vendiendo a sus hermanos unas tierras que le pertenenc¨ªan por herencia¡±, relata Chon.
De todo esto estuvo hablando Ascensi¨®n Mendieta durante dos horas en un juzgado argentino mientras una secretaria judicial tomaba nota. ¡°Me da pena que esto no haya podido ser en Espa?a. Es una verg¨¹enza que no nos hayan hecho caso. A las v¨ªctimas de ETA les hacen homenajes, y a estos pobres, como mi padre, que han dado su vida por la libertad y la democracia no les han hecho nada. Y encima tenemos que escuchar a uno del PP, Rafael Hernando, diciendo que hacemos esto por dinero. Eso me indign¨®. ?Todo lo estamos pagando por nuestra cuenta!¡±.
Ascensi¨®n est¨¢ convencida de que todo ese esfuerzo ha valido la pena. Al d¨ªa siguiente de prestar declaraci¨®n en el juzgado, se reuni¨®, acompa?ada de otras v¨ªctimas, con la magistrada argentina que lleva la causa, Mar¨ªa Servini de Cubr¨ªa. ¡°?Mi madre se la com¨ªa a besos!¡±, recuerda Chon Vargas. ¡°La juez la escuch¨® y nos dijo que le preocupaba mucho el asunto de las exhumaciones¡±.
Ascensi¨®n tambi¨¦n quiso hablarle a la juez de su hermana Paz, fallecida el a?o pasado. Juntas acudieron a muchas manifestaciones a favor de la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica con un cartel con la fotograf¨ªa de sus padres. ¡°Ella se ha muerto sin haber podido ver un hueso de padre. Pero yo voy a intentar conseguirlo por ella¡±, explica.
Cuando Ascensi¨®n sali¨® del juzgado, los otros 15 querellantes que la acompa?aron a Buenos Aires la aplaudieron. Tambi¨¦n ellos est¨¢n esperanzados. ¡°Argentina es uno de los lugares del mundo donde mejor entender¨¢n nuestra tragedia¡±, asegura Jos¨¦ Luis Gal¨¢n, hijo y sobrino de represaliados. ¡°Esto es una carrera de fondo¡±, explican. Billy el Ni?o y el capit¨¢n Mu?ecas han perdido su pasaporte. Y las v¨ªctimas preparan nuevas imputaciones.
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